El remoto archipiélago que enfrenta a España y Portugal
Este territorio es desconocido por muchos.
¿Qué pueden tener en común las Islas Canarias, Madeira, las Azores y Cabo Verde más allá de su ubicación? La respuesta sería que se agrupan bajo un mismo nombre: Macaronesia y que comparten vecindad con una isla, desconocida para muchos, llamada Salvajes.
Esta denominación hace gala al conjunto de islas e islotes localizados en el Océano Atlántico y que, aunque están considerablemente alejadas de la Península Ibérica, tienen mucho en común con nosotros. En el caso de las Islas Canarias no hace falta explicar la relación que presentan con la Península, ya que sus siete islas forman parte de España legal, administrativa, social y culturalmente.
Macaronesia la componen los cinco archipiélagos antes mencionados, y que entre sí presentan muchas similitudes pero también muchas diferencias. Mientras que las Canarias pertenecen a España -por lo que se habla castellano-, tanto en Azores, Madeira y Cabo Verde la lengua oficial es el portugués, aunque esta última, a diferencia de las otras dos, es la única totalmente independiente.
La soberanía y control de estas cuatro está bien claro, delimitado y respetado por ambos países, pero la quinta en discordia, Salvajes, genera aún a día de hoy, conflictos entre España y Portugal. Este territorio, que se encuentra deshabitado, es un enclave respetado y querido por los dos países, y aunque durante siglos no se ha reclamado su pertenencia, a día de hoy genera discordia entre ambos estados.
A diferencia de lo que ocurre con Cabo Verde o Azores, este pequeño terreno cuenta con solo 2,73 km de ancho y se encuentra a apenas 175 km de Canarias y a unos 280 de Madeira, como bien señaló Víctor Brito en un hilo de X (antes Twitter), en el que explica brevemente el origen, pertenencia y peculiaridades de todas estas islas.
Pero, ¿quién controla Salvajes realmente?
A día de hoy, la disputa entre España y Portugal por la isla, radica precisamente en su denominación, ya que para el gobierno español es un islote, mientras que para el país luso, es una isla con todas las de la ley. De hecho se han producido numerosos episodios a lo largo de los últimos siglos en los que Portugal habita el territorio que no cuenta casi con agua ni vegetación -motivo por el cual no fue colonizada durante el siglo XVI-XVII-.
Pese a ello, Portugal no ha cesado en su intento de reclamar su control sobre ella, hasta el punto de que ahora mismo -pese a no constar de forma legal por ninguna resolución judicial- es gestionada por la administración de Madeira.
El interés español en estos 'islotes' radica en la posibilidad de que haya reservas de gas natural bajo su superficie, algo que podría aliviar la escasez y necesidades del país en lo que respecta a este recurso. Por ello, las disputas se alargan en el tiempo sin que exista ninguna resolución oficial ni definitiva, pese a la reclamación interpuesta por España en 2014 y que todavía no ha sido correspondida a día de hoy. Todo esto hace que este pequeño islote siga siendo objeto de interés y discordia por ambos países.