El pequeño país que se ha envalentonado y ya desafía a Rusia
Estonia se cansa de las amenazas de Moscú a los estados bálticos y le planta cara con un plan de refuerzo defensivo y una estrategia de aislamiento.
Los rusos ya ni siquiera ocultan su preocupación por lo que está sucediendo en los países bálticos. Su presión se ha incrementado con los anuncios del Ejército estonio, que ya ha establecido una estrecha cooperación militar con Finlandia y tiene un objetivo: en caso de conflicto, atacar a los rusos en su punto más vulnerable y aislarlos del mundo por su flanco.
Las constantes amenazas de Moscú de utilizar armas contra países vecinos y más débiles y, finalmente, su ataque a uno de ellos, Ucrania, desde febrero de 2022, están empezando a dar frutos. Incluso países a los que Rusia antes había mirado con indulgencia están empezando a oponerse a su gran vecino. Esa es la conclusión, preocupante para los de Vladimir Putin.
Estonia es el mejor ejemplo de esta tendencia. Acaba de proporcionar un ejemplo de la facilidad con la que se puede molestar a los rusos y causar un gran revuelo. Este pequeño país -1,3 millones de habitantes-, que lleva años lidiando con diversas burlas y amenazas por parte del Kremlin, ha decidido ponerse manos a la obra y sus mandos militares no se andan con rodeos. Al comentar sobre el establecimiento de una estrecha cooperación militar entre Estonia y Finlandia, el comandante de las fuerzas de defensa estonias ha revelado su objetivo básico. "La cooperación militar entre Finlandia y Estonia se centra cada vez más en la defensa marítima, con el objetivo de desarrollar planes específicos sobre cómo los países vecinos pueden cerrar el Golfo de Finlandia a los barcos rusos en caso de una amenaza", afirmó el mayor general Andrus Merilo.
Estas palabras, difundidas por medios como Forsal, han recibido una amplia cobertura en los medios de comunicación rusos. Los comentaristas de la Federación aún no conocen la línea oficial del Kremlin al respecto, por lo que están tratando de responder de alguna manera a esas palabras, claramente ofensivas. Hay sugerencias de que el Estado no debería oponer demasiada resistencia, porque podría pagar un alto precio por ello. Al mismo tiempo, está claro que la perspectiva misma de aislar el Golfo de Finlandia y San Petersburgo, lo que impediría a los buques de guerra estacionados allí participar en posibles operaciones en el Mar Báltico, ha irritado enormemente a los rusos.
Estonia está empezando a alcanzar a Polonia
Mientras tanto, hay muchos indicios de que Estonia "mantiene la boca cerrada", dice el diario. Este país ya ha visto la cara agresiva de Rusia, que hace unos meses intentó unilateralmente cambiar la frontera en el río Narva y también amenazó con revisar las fronteras marítimas. Y una vez que lo supieron, en Tallín empezaron a actuar. Aunque el presupuesto de Defensa de este Estado no impresiona con sus cantidades absolutas, cuando se mira la relación entre el gasto de defensa y el PIB, se ve que Estonia pronto alcanzará a Polonia -el gigante en la zona- y tomará la delantera entre los países de la OTAN.
Actualmente, Estonia gasta alrededor del 2% del PIB en armamentos, pero en julio de este año comenzaron las discusiones para duplicar este objetivo, al 4%, lo que supone duplicar el mínimo que la OTAN reclama a sus aliados. Lo logrará en dos años apenas, según sus cálculos. El gasto estimado de Estonia en el sector de defensa en 2025-2028 ascenderá a 6.400 millones de euros.