El opositor ruso Alexéi Navalni muere súbitamente en prisión
Según informan servicios penitenciarios, ha fallecido a los 47 años en la prisión del Ártico ruso a la que había sido trasladado en noviembre del año pasado, tras sentirse mal en un paseo. El Kremlin niega conocer las causas del deceso.
El opositor ruso Alexéi Navalni ha muerto en prisión súbitamente, según informan fuentes penitenciarias a la agencia Reuters. Se trata del máximo rival político del mandatario ruso, Vladímir Putin, que cumplía una condena de 19 años de cárcel por extremismo, que se sumaba a otra anterior de 9 años por delitos de estafa y fraude.
La situación de Navalni había vuelto a la escena pública el pasado diciembre cuando, tras tres semanas en paradero desconocido, el entorno del abogado y activista lograba dar con su localización. Una remota prisión en el Ártico ruso, conocida como la colonia 'Lobo Polar', en realidad la considerada como cárcel más dura del vasto territorio. Con todo, Navalni llegó a bromear con su situación, a 60 kilómetros del Ártico, indicando que se había convertido en "el nuevo Santa Claus".
Tras conocerse el fallecimiento de Navalni, la respuesta del Kremlin no se ha hecho de esperar y ha sido a través del portavoz del Ejecutivo de Putin, Dmitri Peskóv, desde donde han negado conocer las causas del deceso del opositor. "Los médicos tienen que aclararlo", recoge la agencia rusa -y oficialista- TASS. Se trata del mismo portavoz que justificó el silencio sobre el paradero de Navalni de la siguiente forma: "Ni tenemos intención ni somos capaces de seguir el destino de los reclusos y los procedimientos de las instituciones".
Se "sintió mal" durante un paseo y "perdió el conocimiento"
Según las primeras informaciones trasladadas por los servicios penitenciarios, la muerte de Navalni se produjo de forma súbita, mientras estaba dando un paseo. La fuente que ha comunicado el deceso detalló que el opositor "se sintió mal", antes de "perder el conocimiento".
"Se le practicaron los necesarios procedimientos de reanimación, que no dieron ningún resultado. Los médicos de urgencias constataron la muerte del condenado. Se están estableciendo las causas del fallecimiento", recoge el comunicado oficial emitido. Según esa versión, los equipos médicos de urgencia se trasladaron al presidio de forma inmediata.
Cabe recordar que Navalni, la única persona que realmente ha logrado articular una oposición real a Putin -fue número 2 en los comicios de la capital rusa-, denunció un supuesto envenenamiento a finales de enero de 2020. Comenzó a sentirse mal tras haber bebido un té durante un vuelo entre Siberia y Moscú. Y venía de realizar una serie de investigaciones sobre supuestos casos de corrupción sobre la Rusia Unida de Putin -el partido oficialista-.
Posteriormente, una investigación del Gobierno alemán -primero fue atendido en los Urales, hasta ser trasladado después a un hospital de Berlín- apuntó a que había sido envenenado con un agente nervioso soviético, Novichok, tras hallar rastros en su organismo. La misma substancia que fue hallada en el ataque contra el exespía ruso Sergei Skripal en marzo de 2018. Y cabe recordar que varios de los médicos que trataron a Navalni en ese primer momento murieron después.
Las duras condiciones de un gulag reconvertido a prisión
Cabe recordar que el traslado al que se vio sometido Navalni a finales del pasado año cambió en gran medida sus condiciones de vida. Le sacaron de la anterior cárcel de Mélejovo, a unos 200 kilómetros de Moscú, en un traslado de cerca de dos mil kilómetros desde la capital hasta la colonia penal IK-3 de Jarp, en la región de Yamal-Nenets.
Se trata de unas instalaciones que en el pasado conformaron el sistema de gulags de la URSS -campos de trabajo forzosos para disidentes o prisioneros de guerra- y la realidad es que en la actualidad, hace honor a su pasado. "Están intentando hacer su vida lo más insoportable posible. Definitivamente, intentan aislar a Alexei y hacer más difícil acceder a él", explicó en su momento la portavoz del opositor, Kira Yarmysh.
Yarmysh aludía a duras condiciones como unos inviernos -justo el momento en el que fue trasladado- que rozan los 28 grados bajo cero. Eso sin contar las dificultades para recibir cualquier tipo de visita o comunicación de su defensa legal y familiares. Para llegar desde Moscú al presidio se requieren unas 45 horas en tren.