El militar homófobo de Meloni es investigado por sus fiestas y coches de lujo en Rusia
Se le acusa de diversos delitos relacionados con uso fraudulento de dinero público cuando residía en Moscú.
El nombre de Roberto Vannacci ha salido a la luz en Italia y no precisamente por algo especialmente positivo, más bien todo lo contrario. Vannacci es un general italiano, que también es divulgador -ha sacado a la venta varios libros-, que en los últimos días ha copado infinidad de titulares y portadas en el país transalpino por haber cometido supuestos delitos de malversación y fraude.
Según informa el Ministerio de Defensa, la última inspección que se ha llevado a cabo se corresponde con el tiempo en el que Vannacci estuvo en el cuerpo militar destinado en Moscú. En el informe se destacan "cuestiones críticas, anomalías y daños fiscales" en lo que respecta a las solicitudes de reembolso realizadas con autocertificación, por lo que la Fiscalía ha ordenado abrir una investigación.
Entre las supuestas irregularidades cometidas por Vannacci destaca el uso de un vehículo de empresa que estima un perjuicio fiscal de unos nueve mil euros. Pero este no sería el único frente abierto por el que se investiga al general, ya que los inspectores también cuestionan los reembolsos que fueron percibidos por su mujer e hijas, y que pueden ser considerados ilegales.
Junto a estos, hay otro tipo de gastos, denominados como de "Promoción del país de Italia", supuestamente llevada a cabo en los restaurantes moscovitas durante su estancia allí. Desde la Liga sostienen que esto no es sino una campaña de desprestigio sobre Vannacci, ya que lo definen como "un hombre amado por los ciudadanos e incómodo para el palacio", además afirman no poder "intimidarlo de otra manera, lo intentan con investigaciones y amenazas".
De acuerdo con lo expresado por el abogado de Vannacci en las últimos días, "las noticias difundidas por la prensa sobre el general Vannacci parecen referirse a actividades de oficina que ya pueden ser reconstruidas con precisión por el interesado y que además son completamente regulares". Asimismo destacó que "todas las aclaraciones necesarias se realizarán únicamente en las oficinas institucionales". Por último, destacó que su cliente se encuentra muy tranquilo a diferencia de lo que informan os medios de comunicación locales.
Toda esta supuesta trama ha sido revelada hoy por Corriere della Sera, donde se habló de "inmundicia" desde el pasado mes de diciembre, cuando todos los datos se fueron conociendo. Hay que recordar que la estancia de Vannacci en Rusia se extendió desde el 7 de febrero de 2021 hasta el 18 de mayo de 2022, cuando Moscú abogó por la retirada de todos los diplomáticos italianos de su territorio.
Autocertificaciones, gastos desmesurados y fiestas para "promocionar Italia"
Pero esta investigación va más allá y se refiere ala gestión administrativa del último lustro. En este caso destacan las autocertificaciones y por las que Vannacci recibió un subsidio de servicio. Según relatan en los documentos, se pagó el dinero pero surgieron inconsistencias en las declaraciones del general y los datos encontrados en los pasaportes de su mujer e hijas.
Las dos últimas causas por las que se le investigan tienen que ver con las cenas y fiestas que el general habría celebrado periódicamente para "la promoción del país Italia" en restaurantes moscovitas e incluso en su propio domicilio. Según declaraciones de personas que aparecen como asistentes en esas fiestas, como es el caso de Vittorio Parrella, afirma no haber acudido a ninguna de ellas, hasta el punto de cuestionar si estas se celebraron realmente o no.
Finalmente, a Vannacci tambi´én se le investiga por un supuesto uso fraudulento de un BMW, en el que gastó nueve mil euros sin permiso. De acuerdo con las inspecciones llevadas a cabo, "en julio de 2018, el Estado Mayor había autorizado la venta del coche antes del 31 de octubre de 2018 y en cualquier caso cuando aparecieron ineficiencias que podían requerir un costoso mantenimiento". Pese a ello, y según lo que se investiga, parece que ni Vannacci ni su predecesor Alfonso Miró respetaron los límites de uso ni sus disposiciones, por lo que todos estos gastos serán examinados por el Tribunal de Cuentas italiano.