El expresidente de Corea del Sur, detenido a la segunda en la residencia presidencial
Un operativo policial con 3.000 agentes consigue superar las barricadas de los seguidores de Yoon Suk-yeol, perseguido por su fallida declaración de la ley marcial.
Las autoridades surcoreanas han logrado detener al destituido presidente de Corea del Sur, Yoon Suk-yeol, en la residencia presidencial donde se esconde desde el pasado 14 de diciembre. El mismo escenario en el que, justo hace dos semanas, se produjo un fallido primer intento de arresto y que, en esta segunda ocasión, también ha estado cargado de momentos de tensión, con decenas de miembros de su partido político, el Partido del Poder Popular (PPP), y cientos de personas formando barricadas para impedir su acceso.
El operativo para detener a Yoon Suk-yeol, según la agencia de noticias Yonhap, comenzó a las 5:20 horas en Seúl -las 21:20 del martes en España-, pero los agentes de la policía de Corea del Sur no logró acceder al recinto hasta tres horas después, una vez superadas las barricadas y la fuerte resistencia que ha presentado el Servicio de Seguridad Presidencial (PSS), que bloqueó el acceso a la residencia con la formación de cadenas humanas y las líneas de vehículos colocadas para impedir su entrada en la residencia presidencial.
De acuerdo con la agencia surcoreana, durante la operación para detener al expresidente de Corea del Sur, las autoridades anticorrupción y la policía también ha procedido a la detención del jefe del servicio del PSS, Kim Sung-hoo, acusado de obstruir la ejecución de la orden judicial para ejecutar el arresto de Yoon.
En un mensaje publicado en redes sociales después de su detención, Yoon ha asegurado que ha "decidido aceptar comparecer (ante el CIO) para evitar un derramamiento de sangre desagradable", a pesar de que considera que se trata de "una investigación ilegal". El equipo lega del que fuera jefe de Estado de Corea del Sur indicó minutos después que Yoon abandonaría la residencia presidencial para acudir voluntariamente a las oficinas de la agencia anticorrupción surcoreana para prestar declaración sobre la fallida declaración de la ley marcial. Todo, después de no acudir a las tres convocatorias anteriores.
Antes, las fuerzas de seguridad desplegaron unos 3.000 agentes en las proximidades de la residencia y advirtieron por megafonía que se detendría a quienes intentasen bloquear la operación. Alrededor de 6.500 simpatizantes del expresidente Yoon y una treintena de parlamentarios del PPP se citaron en el lugar, otra vez, para protestar contra el arresto.
Tras la detención, un convoy en el que se encontraba el cesado jefe de Estado de Corea del Sur ha salido del recinto presidencial hasta la sede de la agencia anticorrupción para responder a las preguntas de los investigadores, aunque aconsajado por sus abogados, Yoon se ha acogido a su derecho de negarse a prestar declaración, según Yonhap.
Yoon Suk-yeol ha permanecido en la residencia presidencial desde diciembre, cuando la Asamblea Nacional lo destituyó después de su fallida declaración de la ley marcial, una medida por la que le atribuyen un posible delito de insurrección. El operativo de este 15 de enero ha sido el segundo intento de detención. El anterior, que se llevó a cabo el 3 de enero, fracasó después de importantes disturbios desencadenados por los seguidores de Yoon y un largo enfrentamiento entre los miembros de la Oficina para los Casos de Corrupción de Altos Funcionarios (CIO) y los servicios de seguridad del expresidente.
Es la primera vez que un presidente surcoreano es arrestado estando en el cargo, aunque Yoon fue despojado de sus funciones hace un mes. Está previsto que sus abogados den una rueda de prensa en las próximas horas donde se conocerían más detalles del arresto.