El empresario ruso vinculado a Putin que tiene en su poder los datos de cientos de miles de europeos

Konstantin Evdakov, empresario ruso e hijo del oligarca Kirill Evdakov, ha sido señalado por su participación en la empresa CityPay SRL, que opera una extensa red de terminales de pago en Europa del Este. Según información publicada por el portal Libertatea, aunque la empresa acumula pérdidas en Rumanía, podría estar recolectando y almacenando datos personales de cientos de miles de usuarios que utilizan sus servicios.

Evdakov, de 37 años, se unió a CityPay en 2015. La empresa, que se especializa en pagos instantáneos a través de terminales de autoservicio, ofrece servicios a más de un centenar de proveedores locales e internacionales. Sin embargo, a pesar de su expansión y presencia nacional, la compañía ha registrado pérdidas significativas en los últimos años. Solo en 2022, CityPay reportó un déficit cercano a los 800.000 lei.

A pesar de las cifras negativas, Evdakov, quien también es cofundador de la exitosa plataforma de préstamos CarMoney en Rusia, parece mantener un interés estratégico en CityPay. Fuentes citadas por Libertatea sugieren que el verdadero valor de la operación podría estar en la recopilación de datos personales de los usuarios de los terminales de pago, un activo valioso en el contexto de la creciente importancia de la información digital.

Evdakov proviene de una familia con fuertes conexiones al Kremlin. Su padre, Kirill Evdakov, fue presidente de Qiwi Bank, un actor clave en el mercado de los pagos electrónicos en Rusia. Konstantin, por su parte, se formó en el Centro de Innovación Skolkovo, una institución fundada por Dmitri Medvédev, y ha estado involucrado en diversas iniciativas empresariales en Rusia y Europa del Este.

La entrada de Evdakov en el mercado rumano se realizó a través de varias sociedades offshore, lo que ha levantado sospechas sobre las verdaderas intenciones detrás de estas inversiones. CityPay SRL fue originalmente fundada por un empresario kazajo y, tras varios cambios de propiedad, terminó en manos de un consorcio que incluye a Evdakov y otros socios vinculados a la élite empresarial rusa.