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El análisis del último discurso de Putin deja señales bastante inquietantes

El análisis del último discurso de Putin deja señales bastante inquietantes

"Sus manos parecían pegadas a la mesa", señala un analista.

El Presidente ruso Vladimir Putin asiste a la sesión plenaria en Sochi.Getty Images

El pasado jueves 21 de noviembre, Vladimir Putin pronunció un discurso en el que aseguró que la guerra había adoptado características de "conflicto global" y prometió responder "con decisión y de forma espectacular". 

En este sentido, el presidente ruso reconoció haber usado un "misil de mediano alcance de última generación", conocido como Oreshnik, para atacar el río Dniéper en respuesta a los ataques perpetrados por Ucrania con misiles ATACMS estadounidenses y misiles Storm Shadow de procedencia británica.

Sin embargo, la atención no solo se centró en el contenido de su mensaje, sino también en el extraño comportamiento del líder ruso durante los casi ocho minutos que duraba el discurso, en los que apenas realizó movimientos.

Sospechas sobre la salud de Putin

Julian Röpcke, analista de inteligencia especializado en código abierto, destaca en un análisis para Bild que "las manos de Putin parecían pegadas a la mesa", ya que permanecieron inmóviles a lo largo de los 7 minutos y 45 segundos del discurso. "Este comportamiento inusual levanta sospechas sobre la autenticidad del vídeo", añade.

Röpcke subraya que la ausencia total de gestos manuales contrasta con los discursos previos de Putin, en los que solía gesticular para enfatizar sus palabras. Por ello, este inusual comportamiento del líder ruso ha desatado especulaciones de que el vídeo podría haber sido editado para ocultar signos de nerviosismo o problemas de salud

La controversia se intensificó al día siguiente del discurso, el 22 de noviembre, cuando Putin apareció en una reunión con altos funcionarios de defensa. En esas imágenes, se le podía ver pasando páginas y haciendo gestos ocasionales, lo que parecía contradecir la rigidez mostrada en el discurso anterior. 

"Estas imágenes retratan a un hombre que amenaza al mundo pero parece no poder mover sus propias manos", comenta Röpcke, destacando la discrepancia que existe entre ambos eventos.

Este episodio alimenta las especulaciones sobre la salud de Putin y la transparencia del Kremlin en la difusión de sus mensajes oficiales. En un momento de alta tensión internacional, las dudas sobre la veracidad de los videos oficiales añaden una nueva capa de complejidad al análisis de la figura del líder ruso y su manejo del poder en medio del conflicto en Ucrania.