EEUU acaba con la ayuda a ucranianos en sus pozos de petróleo
Un grupo comercial de Dakota del Norte pone fin a un programa de contratación de mano de obra que llevaba a ucranianos a sus campos petroleros para tener empleo.
Desde el pasado verano, dos centenares de ciudadanos de Ucrania se han ido trasladando a Dakota del Norte (Estados Unidos) para tener trabajo. Iban contratados directamente con unas empresas dedicada al petróleo y al gas, en un intento de inyectar oxígeno a unos ciudadanos sacudidos por la invasión rusa, ya en su tercer año, y necesitados de fondos.
Sin embargo, esa mano tendida se ha cerrado. El Consejo Petrolero de Dakota del Norte ha archivado el programa Bakken Global Recruitment of Oilfield Workers, que había repartido a los trabajadores en 16 empresas diferentes. “Simplemente no veíamos una gran demanda de nuestros miembros para que los ayudáramos con esta fuerza laboral”, ha justificado el presidente del grupo, Ron Ness. La colocación laboral tampoco es una “función central” del grupo comercial, añade.
El plan inicial era contratar hasta 400 personas en los 12 primeros meses del programa, no sólo provenientes de Ucrania. Era un win-win, dada la escasez de mano de obra en el estado y la necesidad de los ucranianos de tener una válvula de escape. El trabajador más reciente llegó a suelo norteamericano apenas hace dos semanas.
Han estado haciendo de todo: funciones mecánicas de operadores de equipos pesados, limpieza de equipos y de tuberías de yacimientos petrolíferos o servicios ambientales para campos petroleros y conducción de vehículos pesados. En un reportaje de la agencia AP, del pasado verano, se explicaba que algunos habían viajado con sus familias y otros las habían dejado en su país.
Los trabajadores que ya han sido empleados pueden solicitar permanecer en Estados Unidos por dos años más, bajo un proceso de "nueva libertad condicional" anunciado recientemente por la Administración Biden. Las solicitudes se considerarán "a discreción, caso por caso, por razones humanitarias urgentes o beneficio público significativo", según un anuncio por correo electrónico del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de EEUU citado por el diario británico The Independent.
El Consejo Petrolero, pese a todo, califica de "éxito" la iniciativa, aunque también ha sido una "tremenda inversión de nuestra parte en términos de tiempo, personal y todas esas cosas". "El modelo existe y creo que funciona muy bien", dijo Ness. "Creo que estábamos muy contentos con el emparejamiento que hicimos entre los ucranianos que necesitaban nuestra ayuda y nosotros necesitábamos su ayuda", concluye.
Aún sigue pendiente el problema local de la mano de obra. La recesión de 2015, la pandemia de coronavirus y otras conmociones recientes llevaron a los trabajadores nacionales a regresar a sus estados de origen, especialmente si mudarse significaba regresar a ciudades más grandes y cálidas. Los problemas de la fuerza laboral se han vuelto "muy agudos" en los últimos 10 meses, reconoce Ness.