Dos partidos de extrema derecha quieren conquistar Ucrania al estilo de Putin
Y vienen de la propia Unión Europea...
El expansionismo y el revisionismo histórico son dos claves de la derecha radical, esa que quiere volver por sus fueros y se fija en el pasado de las naciones para recuperar grandezas de otro tiempo, aunque sea por la fuerza. En esa línea de pensamiento está la apuesta doble de dos formaciones ultras para hacerse con pedazos de Ucrania, como si de Vladimir Putin se tratara.
Son la Alianza para la Unión de Rumanos y el Movimiento Húngaro Nuestra Patria los que han mostrado su deseo de apoderarse de parte de su país vecino, una jugada para la que no plantearían batalla. Su idea es aguardar a que las tropas de Moscú venzan y, entonces, meterse en ese río revuelto y llevarse un pedazo.
Según ha informado la revista norteamericana Newsweek, los dos partidos anclan estas hipotéticas anexiones en un pasado muy lejano, en fronteras que hace mucho que cambiaron y poblaciones asimiladas en Ucrania, por más que haya algunos roces sobre el respeto a sus culturas.
Así, este medio cita a Claudiu Târziu, uno de los líderes de la formación rumana, que dijo en un discurso la semana pasada: "No seremos verdaderamente soberanos hasta que restablezcamos el Estado rumano dentro de sus fronteras naturales". Eso, en su visión, incluye a las regiones occidentales de Ucrania de Besarabia, Bucovina del Norte y Transcarpatia. Son regiones que albergan importantes minorías tanto rumanas como húngaras.
"Besarabia debe volver a casa", afirmó Târziu. "No se puede olvidar el norte de Bucovina, el sur de Besarabia, la tierra de Hertsa, Transcarpatia, todo lo que fue y es de la nación rumana debe regresar a las fronteras del estado". Târziu añadió: "Nuestro objetivo es que Rumanía sea uno de los países líderes del mundo". La formación tiene hoy tres alcaldías en el país, además de 27 diputados en un Congreso de 330 puestos y 13 senadores en una Cámara Alta de 136.
Su deseo compartido con László Toroczkai, líder del Movimiento Nuestra Patria, húngaro, quien también puso su mirada en Transcarpatia, que comprende el óblast de Zakarpatia, el más occidental de Ucrania. "Con respecto a la guerra en Ucrania, nuestro mensaje es muy simple: alto el fuego inmediato, paz y una resolución a través de conversaciones", dijo en un vídeo publicado en el sitio web de su partido. "Si esta guerra termina con la pérdida de Ucrania de su condición de Estado, porque esto también está en juego, entonces, como el único partido húngaro que adopta esta posición, permítanme señalar que reclamaremos Transcarpatia", defiende.
Este partido cuenta en la actualidad con seis de los 199 diputados del país, además de con ocho asambleístas regionales. Están subiendo, como en el caso de los rumanos, están subiendo en intención de voto.
La reclamación húngara no viene sólo de esta formación menor, sino que es motivo de batalla por parte del primer ministro del país, Viktor Orban, el polémico líder de Fidesz. Orban ha denunciado innumerables veces que Ucrania está violando los derechos de la minoría húngara de su país, al imponer entre otras cosas la lengua ucraniana como la oficial. Esa supuesta violación es la que sirve de parapeto para oponerse a las sanciones a Rusia o impedir la llegada de dinero y medios a Ucrania para defenderse de su invasor.
Orban siempre afirma que no puede gastarse dinero de Europa fuera de Europa cuando hay una crisis de inflación como la actual, que en gran parte proviene justo de la invasión rusa de Ucrania. Sostiene que no puede defender estipendios elevados para ayudar a Kiev cuando sus ciudadanos tienen que hacer frente a esas subidas. También ha puesto problemas en el camino de adhesión de Ucrania a la UE, porque sería una enorme competencia en el campo para sus propios agricultores y porque, dice, no cumple con las condiciones democráticas para acceder. Por eso el proceso no ha hecho más que empezar. Y todo esto, cuando la propia Hungría, hoy, no superaría los estándares de estado de derecho que reclama Bruselas.
Oleksandr Merezhko, miembro del parlamento ucraniano y presidente del comité de asuntos exteriores del organismo, ha hablado con Newsweek ante esta doble corriente de nostálgicos y asegura que sus reivindicaciones son una preocupación para Ucrania, debido al momento actual en la guerra, con el conflicto enquistado. "Rusia está intentando iniciar una ofensiva -dice-. Esto es exactamente lo que Putin quiere. No descarto que estas declaraciones puedan estar coordinadas de alguna manera".
Al mismo tiempo, no ve aún una "reacción fuerte a estas declaraciones inaceptables por parte de las autoridades de Hungría y Rumania", lo cual le tranquiliza. Pero previene, más aún viniendo de miembros de la UE: "Estas declaraciones son peligrosas, sobre todo ahora". "Socavan la confianza", concluye.