Compran todo el escaparte de una de las librerías más conocidas por 10.000 euros: "No entendíamos nada, fue surrealista"
Fueron necesarios 40 minutos y el trabajo de todo el personal de ventas, gerentes y cajeros presentes.
Los trabajadores de la histórica librería Hoepli de Milán, situada detrás del Duomo, se quedaron estupefactos el pasado 22 de agosto cuando una pareja -un hombre que hablaba inglés y una italiana- decidió comprar los 200 libros que componían el escaprate de la derecha, en la que había libros de no ficción, historia, fotografía y diseño, por un valor de 10.000 euros.
"Al principio no entendimos inmediatamente que querían todos los libros, porque como eran 200 ejemplares nos decíamos: '¿Cuáles?'. Y ellos: 'Todos, todos'. Nos acercamos a la ventana señalando unos libros, y seguían diciendo 'todos, todos'. Fue surrealista", ha contado Francesca Mancini, dependienta en la librería, al periódico italiano La Stampa.
Fueron necesarios 40 minutos y el trabajo de todo el personal de ventas, gerentes y cajeros presentes para vaciar el espacio, de 5 metros de largo y 3 de alto, y ayudar a la pareja de compradores a llevárselo todo en un taxi.
"Era un escaparate que querían absolutamente por lo que contenía, seguramente alguien había pasado por allí en los últimos días para verlo", ha señalado Mancini, que recuerda a los dos compradores como personas absolutamente normales, de entre 30 y 50 años y sin signos distintivos. "Son libros de arte e historia muy bonitos. Fue una elección deliberada", ha asegurado.
Entre los 200 libros comprados y retirados en menos de una hora se encontraban algunos de moda muy raros, según cuenta Nino Romeo, jefe del departamento de fotografía. "En el escaparate había dos libros de moda que hacía tiempo que estaban agotados y que conseguimos a través de una asociación", ha contado al mismo medio.
"La peculiaridad de estas vitrinas es que muchas veces ofrecemos libros que nadie tiene, ni siquiera autoproducciones. En ese caso teníamos libros sobre moda, arte, fotografía que ya no están en el mercado o son autoeditados. Trabajamos para difundir la cultura a través de la distribución de estos libros, incluso de editoriales muy pequeñas", ha añadido.
Hay varios clientes que entran y piden libros concretos, pero nadie ha pedido nunca la vitrina completa. "Llevo 24 años trabajando aquí y nunca antes se había comprado un escaparate", ha asegurado Romeo.
