Una colonia de castores consigue de la noche a la mañana lo que el gobierno no pudo construir en casi una década

La República Checa lleva desde hace siete años planificando la construcción de una presa en un arroyo de un paraje natural protegido de la región de Brdy, en Bohemia, para, entre otras cosas, evitar inundaciones en zonas situadas más abajo del río cuando llueve.

El proyecto, sin embargo, se ha ido retrasando a lo largo de los años debido a disputas sobre derechos de tierras, quejas y su tramitación. En total, el coste asciende a 30 millones de coronas checas (alrededor de 1.200.000 euros), según ha informado DR. 

Pero ahora parece que una colonia local de castores ha superado en apenas unas noches la laboriosa burocracia del aparato estatal checo. Casi de la noche a la mañana, la colonia de castores construyó una presa exactamente en el lugar donde las autoridades querían construirla.

Y no sólo construyeron la presa, sino que los castores, además, la construyeron tan bien y de forma tan sólida que se mantiene en pie. "Los castores son capaces de construir una presa en una o dos noches como máximo, mientras que los humanos tienen que conseguir permisos de construcción, conseguir la aprobación del proyecto y encontrar el dinero para ello", explica el biólogo Jiri Vlček.

"Los castores se les adelantaron y nos ahorraron 30 millones. Las presas se construyeron sin documentación alguna y de forma totalmente gratuita", apunta por su parte a Radio Praga Internacional Bohumil Fišer, director del Parque Natural de Brdy.

Los biólogos estiman que la presa creada por los castores será una mejor solución para, entre otras cosas, los cangrejos de río, las ranas y otros animales de la zona. "Los castores siempre saben más. Los lugares donde se construyen las presas siempre se eligen con la precisión adecuada, mejor que cuando las diseñamos sobre el papel", afirma Jaroslav Obermajer, director regional de la Agencia Checa para la Protección de la Naturaleza y el Paisaje.