China prepara su mayor golpe a Europa: 36.000 millones para olvidarse de todos los países
El gigante asiático quiere dar un impulso definitivo al sector tecnológico nacional y así acabar con la dependencia actual de EEUU y Europa.
Las pugnas que hace décadas se enfocaban en el avance militar, científico o espacial, han ido derivando con el transcurso de los años -y la llegada de la revolución tecnológica-, en una lucha encarnizada entre los principales actores geopolíticos por el dominio y el control de la industria tecnológica, siendo EEUU el enemigo a batir por sus grandes rivales: China, India y en menor medida dada su situación actual, Rusia.
En este contexto, EEUU y China llevan años luchando por ver si es el país norteamericano el que continúa con la hegemonía en la producción de semiconductores -fundamentales para controlar el sector tecnológico- o si por el contrario, es China el país que definitivamente da el 'sorpasso' y se erige como la primera potencia también en el campo tecnológico.
Y es que, en la actualidad, con la aparición de las inteligencias artificiales, la tecnología se ha convertido en el gran tablero del juego, donde ninguna de las grandes potencias quiere quedarse rezagada y donde todos los esfuerzos tendrán una importancia capital.
Así, ahora es China el país que quiere dar vuelta a la situación actual, y alejarse de su dependencia estadounidense en la producción de los semiconductores, y ya ha dado luz verde para invertir 36.000 millones de euros con el objetivo de potenciar el sector en su país e independizarse tecnológicamente de EEUU.
Por ello, todo ese montante irá destinado a empresas como SMIC, la más importante en el sector en China, y que mantiene una enorme rivalidad con ASML, de origen neerlandés pero que recibe gran apoyo estadounidense, Hua Hong Semiconductor, Honghu Suzhou Semiconductor Technology, Naura Technology Group, entre otras.
Con todo esto, China pretende colocarse a la vanguardia en el sector, concretamente en el de la fotolitografía, donde ASML cuenta con el monopolio. Así, el gigante asiático pretende dar un impulso en el plano tecnológico en su país, y poder fabricar así sus equipos de última generación, equipos de litografía artística, etc.
El 'incidente' de Huawei
Si miramos lo ocurrido el pasado año con Huawei (de origen chino) y EEUU, nos daremos cuenta de que esta guerra va más allá de lo comercial o meramente tecnológico, y es un ingrediente más de la guerra geopolítica del momento. Durante 2023, Huawei lanzó su móvil Huawei Mate 60 Pro, con un procesador 5G y fabricado en China, algo que ponía en jaque las sanciones estadounidenses contra productos chinos y que además evidenció el avance chino en el plano tecnológico respecto a EEUU.
Y es que, al controlar la producción de semiconductores, un país puede fortalecer su autonomía estratégica y desarrollar nuevas aplicaciones en infinidad de sectores, siendo uno de ellos el militar, de modo que la aparición de este último modelo de Huawei simbolizó la lucha total entre ambos países por el control y dominio de la tecnología a nivel mundial.