La teniente O'Neil de Málaga sorprende en el ejército de EE UU
Una mujer que cambió su ciudad natal en Málaga para alcanzar sus sueños.
La militar que cumplió su sueño al mudarse por amor a Rota. Marta Burgos, que cuando veía la película 'La teniente O'Neil' un fuerte sentimiento vibraba en su interior, nunca pensó como le cambiaría la vida.
Burgos se mudó de su ciudad natal, Alhaurín el Grande, en Málaga, a Rota por amor, pero esto además le brindo la oportunidad de cumplir su gran objetivo profesional, ser militar en Estado Unidos.
La militar ha contado que se enamoró del que ahora es su marido, "tocaba en grupos de raperos españoles, y cuando me enteré de que vivía en Rota fui a conocerle, nos enamoramos y allí vivimos durante nueve años".
La mujer trabajó con su marido en una heladería que había dentro de la base militar, algo que le hizo formar lazos con muchas de esas personas que trabajaban en el Ejército. Esta situación fue la que le lanzó a replantearse su futuro.
"Mi círculo estaba formado por militares de todas las categorías, me di cuenta de la de beneficios que tenían, a nivel personal, sanitario o de formación, y pensé: '¿Cómo sería conseguir ser militar en los Estados Unidos?'", según el SUR.
El primer paso en esta aventura lo dieron en 2017, cuando Burgos, su marido y su hijo mayor, con seis años, decidieron poner rumbo hacia Miami, para conseguir su 'green card', que es sinónimo de residencia permanente.
Al conseguir la residencia, tras dos años y tener su segundo hijo, fue en busca de un reclutador de las Fuerzas Aéreas estadounidense y conseguir el gran cambio en su vida.
La rutina para alcanzar su objetivo fue muy dura y estricta. "La preparación previa fue dura, me levantaba cada día a las 5.00 horas de la mañana para ir al gimnasio, y por las tardes corría cinco kilómetros, tenía que ser la que estuviera más en forma para conseguir entrar".
Además, contaba con la competencia de un gran número de participantes que optan a entrar al ejército y que tienen tan solo 18 años, algo que veía como un reto más al tener ella 35 años, sin embargo, fue la alhaurina quien logró la mayor calificación en las pruebas físicas para entrar en la base militar.
Después de su fuerte entrenamiento para entrar al ejército de EE UU, comenzó la instrucción militar. "Estuve dos meses en Texas haciendo la instrucción militar, cada día sonaban las sirenas a las 5.00 horas de la mañana y a los pocos minutos ya estábamos entrenando, estuve incomunicada durante esos dos meses, me perdí los primeros pasos de mi hijo pequeño", ha recordado.
El siguiente paso a la instrucción que hizo, fue ir a las escuelas de trabajo de Missisipi, donde se especializó en Finanzas, departamento en el que trabaja actualmente desde agosto de 2021 y donde terminó de forjar su camino.
La militar recuerda su casa, pero sabe que esta elección que hizo en su día es una gran oportunidad para su familia. "Málaga siempre estará ahí, yo quiero aprovechar esta oportunidad y dársela a mis hijos para que conozcan el mundo".
La gran ventaja de vivir en la base militar, antes llamada Fort Bragg y "considerada el centro del universo", es que alberga en su interior colegios, guarderías, barracas para aquellos que no están casados, y barriadas residenciales para aquellos que sí lo están. «Aquí los militares están muy bien vistos, les pagan el alquiler, el agua y la luz», ha agregado la militar.