Alemania salva in extremis un nuevo intento de mayoría entre el favorito a canciller y la extrema derecha de AfD
Tras un debate largo y alterado, los democristianos del CDU, favoritos a ganar las próximas elecciones, pierden de manera inesperada un proyecto de ley antiinmigración que apoyó la extrema derecha.
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Apenas un par de días después de que Alemania desanudase el cordón que solía marginar a la extrema derecha, personificada ahora en Alternativa por Alemania (AfD), el Bundestag ha vuelto a ser escenario de una jornada histórica. Esta vez, el partido democristiano CDU, favorito en las encuestas de cara a las próximas elecciones, aspiraba a sacar adelante con la extrema derecha un proyecto de ley antiinmigración. De poco le ha servido al líder del CDU, Friedrich Merz, la reprimenda de la excanciller y compañera de partido Angela Merkel, que censuró ayer la moción aprobada el miércoles gracias a la aquiescencia de AfD. Pese a que Merz dijo durante el debate que Alternativa por Alemania "socava los cimientos de la democracia", ha vuelto a buscar una mayoría parlamentaria conjunta que, contra todo pronóstico, ha perdido.
Tras votarse el miércoles una moción del CDU para imponer severas restricciones a la inmigración, hoy le tocaba el turno a un proyecto de ley también suyo, la conocida como Ley de Limitación de la Afluencia, una orden que busca disminuir la llegada de solicitantes de asilo a Alemania. Fue una sesión insólita, marcada, por supuesto, por la votación que se había producido 48 horas antes. “Una sesión histórica”, “un thriller policial”, la describían en el medio alemán Focus. Nadie quería repetir la historia, de ahí que el Pleno se suspendiera hasta tres horas, mientras los principales partidos negociaban para intentar llegar a un acuerdo que excluyera la necesaria aquiescencia de la extrema derecha de Alice Weidel, líder de AfD. Si bien no hubo acuerdo, al final fueron más los diputados que votaron contra la medida. El Bundestag hará públicas las decisiones nominales en las próximas horas.
Merz votó a favor del proyecto de ley junto con los mismos que apoyaron la moción del miércoles, CDU, AfD y el partido liberal FDP. Los socialdemócratas del SPD, partido del actual canciller, Olaf Scholz, y Los Verdes se opusieron. En el transcurso del debate plenario, el líder del grupo parlamentario socialdemócrata, Rolf Mützenich, se mostró firme respecto a su postura. “Todavía podemos cerrar las puertas del infierno. Hay que volver a poner el cortafuegos”, dijo. Con cortafuegos se refería a la norma no escrita que hasta el pasado miércoles habían cumplido los partidos políticos en el Parlamento: no se pacta con la extrema derecha. Nancy Faeser, ministra de Interior y también del SPD, destacó que “aprobar una ley con los votos de la AfD sería otro quiebre profundo en nuestra historia desde 1949”.
Si el pasado miércoles Merz ya había “caído en un profundo hoyo dañando las credenciales democráticas del país”, según escribió el columnista británico de Politico John Kampfner, hoy el vacío es, a pesar de perder, más profundo. Existe el temor a que el favorito a ocupar la Cancillería alemana el próximo 23 de febrero caiga en la tentación de apoyarse en AfD para formar su Gobierno. Pese a los últimos acontecimientos, auspiciados gracias a la colaboración de la extrema derecha, este viernes Merz insistió en que esos miedos eran infundados. A la pregunta de Felix Banaszak, líder de Los Verdes, que le interrogó sobre una posible coalición con AfD, el candidato del CDU contestó, en declaraciones recogidas por Welt: “No sé si usted ha leído el periódico en las últimas semanas o meses. Si lo hubiera hecho, esa pregunta sería completamente innecesaria”. Perseveró así Merz en su negativa a gobernar con la ultraderecha.
Este jueves, un superviviente del campo de concentración de Auschwitz, Albercht Weinberg, de 99 años, anunció que devolvería al presidente alemán su medalla del Orden al Mérito tras atender con “horror” a la votación del día anterior. “¿Conocen la historia alemana? — se preguntaba Weinberg — ¿Saben cómo algunas personas que se hacían pasar por demócratas en 1933 abusaron del proceso político legal para llegar al poder? Lo que sucedió en el Bundestag el miércoles me recordó a la Alemania de 1933, cuando Hitler y el partido nazi llegaron al poder por medios legítimos”.
Hace unos días, el magnate tecnológico Elon Musk participó en un acto de AfD en el que defendió que Alemania debe olvidar “la culpa del pasado”. “Es bueno estar orgulloso de la cultura alemana, de los valores alemanes, y no perderlos en una especie de multiculturalismo que lo diluye todo”, dijo. Este viernes, al conocer que se votaría en el Bundestag la ley del CDU con el apoyo de AfD, reaccionó con una palabra: “Prometedor”.