Alemania no se cree la "aterradora" imagen desde el espacio de la DANA de Valencia

Alemania no se cree la "aterradora" imagen desde el espacio de la DANA de Valencia

Las fotografías del sistema Copernicus cuestionan la eficacia de la prevención.

Un hombre se dispone a comer en un descanso durante los trabajos de limpieza en Alfafar.Pablo Blazquez Dominguez

La DANA y la histórica lluvia torrencial que azotó la provincia de Valencia, hace siete días, han dejado una estela de destrucción y ha provocado también un debate paralelo sobre responsabilidades políticas en la gestión de la emergencia. Con al menos 210 muertos y decenas de desaparecidos, la catástrofe ha vuelto a recuperar una vieja polémica sobre las infraestructuras de la región y su capacidad para responder ante estas situaciones.

La respuesta desde Bruselas llegó rápida. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, anunció la activación del sistema de satélites Copernicus para asistir en la coordinación de los equipos de rescate que participan en la búsqueda de desaparecidos y evaluar los daños provocados en las infraestructuras con la ayuda de drones. No en vano, el pasado 29 de octubre, en solo ocho horas, cayó una cantidad de lluvia equivalente a la de todo un año en algunas zonas, tal y como señaló la Agencia Estatal de Meteorología.

Después de su activación, los nuevos satélites del programa Copernicus pudieron captar varias imágenes de la provincia de Valencia tras el paso de la DANA. Las fotografías, que se han publicado y difundido en las redes sociales, se puede ver cómo parte de la región está completamente sumergida, una iamgen que el diario alemán Frankfurter Rundschau ha comparado con un enorme lago. Las capturas, tomadas con 22 días de diferencia, el 8 y el 30 de octubre, muestran el antes y después de  la región después de la caída de las lluvias torrenciales: una parte visible y seca transformada en un mar de aguas turbias.

Sin embargo, las imágenes de Copernicus también ponen de relieve un factor positivo: el centro de la ciudad de Valencia se salvó del diluvio. Tras las catastróficas inundaciones de 1957, se desvió el cauce del río Turia al sur de la ciudad, convirtiendo su antiguo cauce en un parque urbano que atraviesa la capital. Este cambio, visible en las imágenes del satélite, ha permitido que el agua se dirija hacia el puerto en lugar de inundar la ciudad, un diseño que ha sido ampliamente elogiado como una medida de prevención efectiva.

A pesar de estas imágenes tranquilizadoras para la capital, las críticas hacia las autoridades no han tardado en surgir. Muchas personas no recibieron las advertencias a tiempo para evacuar, y los servicios meteorológicos advierten que la situación de emergencia sigue activa. La región, azotada por el fenómeno “gota fría”, afronta una semana de intensas lluvias y fuertes tormentas, ahora en Castellón y, días antes, en Andalucía. La amenaza de nuevos eventos climáticos extremos se cierne sobre la región, mientras los expertos afirman que este tipo de desastres serán cada vez más comunes en el futuro.