A Ucrania le basta un movimiento para destrozar el preciado radar de Putin de los 100 millones de dólares

A Ucrania le basta un movimiento para destrozar el preciado radar de Putin de los 100 millones de dólares

Ha usado unos poderosos misiles de fabricación estadounidense.

Military parade in Kiev, dedicated to the Independence Day of Ukraine.Getty Images

Las tropas ucranianas atacaron el jueves una valiosa estación de radar rusa utilizando misiles de largo alcance suministrados por Estados Unidos en un movimiento que podría dañar las defensas aéreas de Moscú y someter a los objetivos rusos a más ataques utilizando sofisticadas armas occidentales.

El Ministerio de Defensa ucraniano informó de la destrucción del radar ruso modelo Nebo-M usando misiles balísticos ATACMS, de fabricación estadounidense, en un lugar no especificado. Ucrania estima que Rusia sólo dispone de 10 sistemas de este tipo, cada uno de ellos valorado en unos 100 millones de euros.

Por tanto, el departamento destacó la importancia del ataque, que "reduce significativamente la capacidad del ejército ruso para detectar, rastrear e interceptar objetivos aerodinámicos y balísticos", dijo en una publicación en X. Como resultado, Ucrania podrá lanzar con mayor eficacia sus misiles de largo alcance Storm Shadow y SCALP-EG, enviados por Reino Unido y Francia, respectivamente.

La misión tiene mucho mérito

La destrucción del radar Nebo-M es digna de mención para el Ejército ucraniano, ya que este sistema ruso funciona de forma sigilosa y es muy difícil de detectar y atacar. Los medios estatales rusos afirman que es capaz de detectar aviones enemigos y misiles balísticos a una distancia de 1.000 kilómetros, o alrededor de 620 millas.

Ucrania ha recibido varios lotes de misiles ATACMS y un número desconocido de misiles Storm Shadow y SCALP, pero sigue pidiendo más armas de largo alcance como estas para defenderse del avance ruso.

También ha pedido abiertamente a EEUU, Reino Unido y otros aliados le permitan utilizar estas armas en territorio ruso. Unas demandas que hasta ahora no han obtenido respuesta, ya que las naciones continúan evaluando la situación pese al llamamiento del Parlamento Europeo para que se levanten las restricciones.