Las claves de la semana: Del amigo borracho a una conferencia de bajos vuelos
Ya lo dijo Antonio Baños, en declaraciones a Martín Mucha, el pasado 3 de octubre: "Mas es como el amigo borracho, el pesado, que primero molesta y que después defiendes cuando le pegan...". La CUP ha convocado una asamblea en la que decidirá si salva o no "al amigo borracho", pesado y molesto, pero amigo al fin y al cabo.
Es un cadáver viviente. Ha perdido la dignidad en manos de una minoría antisistema. Repta en busca de dos votos que le permitan emprender una ruta hacia ninguna parte. Pero lo sangrante ya no es su humillación pública, sino que haya arrastrado al vilipendio a la institución que representa con esa oferta de gobierno coral sometido al control de los antisistema que ha hecho virar a la CUP del "no", al "no tranquilo".
Ya lo dijo Antonio Baños, en declaraciones a Martín Mucha, el pasado 3 de octubre: "Mas es como el amigo borracho, el pesado, que primero molesta y que después defiendes cuando le pegan...".
El mancillado líder de CDC no ha ganado para fracasos: que si la derrota del plebiscito; que si la detención del tesorero de su partido; que si el primer "no" a su investidura; que si el recurso del Gobierno ante el TC contra la declaración de desconexión; que si las consecuencias penales que le pueden acarrear sus actuaciones políticas; que si un segundo "no" en una segunda votación de una esperpéntica sesión en la que cruzó, para bochorno del respetable, la delgada línea que separa lo sublime de lo ridículo. Pero, atentos, porque la CUP ha convocado para el 29-N una asamblea en la que decidirá si salva o no "al amigo borracho", pesado y molesto, pero amigo al fin y al cabo.
Una insubordinación que resta independentistas
Entretanto, dicen los constitucionalistas que es la primera vez que los independentistas, tan certeros siempre en su capacidad de movilización, se han equivocado. Si obtuvieron el 48 por ciento en las elecciones plebiscitarias, ya no lo tienen. Hoy restan más que suman porque no todos los catalanes que votaron a Junts Pel Sí quieren la independencia a cualquier precio. No desean la insubordinación ni están dispuestos a vulnerar el marco legal establecido.
Por eso ahora la respuesta del Estado, más que nunca, debe ser firme pero inteligente, aunque se da por hecho que más pronto que tarde, si los 21 "señalados" por el Constitucional se empeñan en seguir adelante con su hoja de ruta, habrán de llegar las medidas coercitivas. El fogueo se acabó con el recurso ante el Constitucional y la advertencia de éste de que pueden incurrir en responsabilidades penales. A partir de ahora, lo que resta será munición pesada.
¿Se descolgará el PSOE de la réplica del Estado?
Así que una de las próximas preguntas que habrá que resolver es si se descolgará o no el PSOE de la siguiente réplica del Estado. Si la peliaguda decisión hubiera que adoptarla en plena campaña, nadie acierta a dar una respuesta. Un dato no menor es que los de Pedro Sánchez mantienen su intención de recurrir la reforma de la Ley del TC sobre la que el Gobierno de Rajoy ha construido toda su estrategia frente al independentismo catalán y parte de su pericia electoral.
Los socialistas saben que sólo pueden estar del lado de quienes defienden la legalidad y enfrente de los que la vulneren, pero también que cada paso que Rajoy da en respuesta al desafío catalán le suma votos entre sus hasta ahora descreídos electores de la derecha más conservadora. De ahí que estos días la consigna en Ferraz sea insistir en un doble recordatorio. Uno, que el PP no puede erigirse en solución al problema que él mismo contribuyó a crear. Y dos, que de los cuatro actores principales de la escena política española, sólo el PSOE ha puesto sobre la mesa una solución viable al problema catalán: una reforma federal de la Constitución.
Sacar a Zapatero del foco
Pese a todo, los de Sánchez son conscientes de que Cataluña y el modelo territorial sea un debate del que siempre salen mal parados. No se entiende por eso que en la Conferencia Política que este fin de semana avalará el programa electoral, la dirección haya optado por que Miquel Iceta sea quien inaugure la jornada. Un error táctico, dicen unos; un disparate más, apostillan los más críticos.
No es la única enmienda que los cuadros dirigentes han hecho a la organización de un cónclave diseñado a mayor gloria del candidato, y no de una oferta programática con la que los socialistas deberían dar el pistoletazo de salida a esta campaña. La dirección se ha negado a atender las sugerencias de quienes recomendaron que se otorgara un papel relevante a los ex presidentes del Gobierno (sólo Felipe González participará en un foro de líderes europeos en el que también estarán el presidente del Parlamento europeo, Martin Schulz y el del PSE, Sergéi Stanishev). Zapatero sólo asistirá a la clausura. Unos dicen que por estar de viaje fuera de España y otros que porque han querido dejarle fuera.
La constatación del fracaso de los "fichajes"
Los barones tampoco tendrán papel alguno más que de oyentes. Si acaso el de figurantes de una foto improvisada con la que escenificar la importada unidad en torno a Pedro Sánchez. Ninguno participará en los cinco paneles que se celebrarán en la primera jornada. El debate correrá por cuenta de ponentes tan ilustres como Pilar Zamora, Elena Marín, Laura Berja o Isabel López i Chamosa, por citar algunos ejemplos. Entre los moderadores de los debates, Carmen Montón (Feminismo), Iratxe García (Líderes europeos), Magdalena Valerio (Mayores), Nino Torre (Jóvenes) y Adriana Lastra (Socialismo a pie de calle).
Todo en una conferencia de bajos vuelos en la que el protagonismo de los fichajes estrella del Sánchez -Irene Lozano y Zaida Cantera- brillará por su ausencia en lo que se ha leído como la constatación de un clamoroso fracaso que no ha servido más que para ofender a la militancia y poner si cabe más en guardia a los críticos con el actual secretario general.
Los portazos de Prada y Beneyto
Claro que si la confección de las candidaturas en el PSOE no ha hecho más que hurgar en la herida interna, la de las del PP no han andado a la zaga. Pregunten en Génova desde la primera a la séptima planta el dibujo que la dirección nacional tiene ya hecho de Esperanza Aguirre, tras su pulso perdido para excluir a Montoro de las listas de Madrid, y su desparpajo con el móvil para filtrar a la prensa su veto al ministro de Hacienda.
Tan comentado esta semana ha sido la treta de la ex presidenta de la Comunidad de Madrid como el portazo dado por Alfredo Prada, tras ser apartado del número uno por León que ocupó hace cuatro años. El que aún es hoy secretario ejecutivo de Exteriores del PP cerró con llave su despacho en Génova y se despidió a la francesa no sin antes recoger sus bártulos. Idéntica senda tomó José María Beneyto, ex portavoz de Exteriores en el Congreso y hombre de confianza de Jorge Moragas , al comprobar que el ministro de Justicia le arrebataba la cabeza de la lista por Cuenca. ¡Qué buen rollo!