La batalla interna en Izquierda Socialista acaba con la dimisión de Pérez Tapias
Izquierda Socialista, que sumó un 15 por ciento de los votos en el cónclave de julio y que había logrado tras aquel resultado un protagonismo mediático y político como hacía años no tenía, vive hoy una de sus peores crisis. La corriente se partió en dos tras la detención del exalcalde de Parla, José María Fraile, en la Operación Púnica.
Los que le conocen bien dicen que se va harto de narcisismos; que su talla intelectual no soporta los navajeos de la política de bajos vuelos; que tira la toalla después de meses de intentos baldíos de mediar en posiciones muy enfrentadas dentro de la corriente a la que representa y que no puede más con la guerra interna que se libra en Izquierda Socialista. El caso es que José Antonio Pérez Tapias, el que fuera tercer aspirante a la secretaría general del PSOE en el último congreso federal, envió ayer una carta a los coordinadores IS para anunciar su dimisión como portavoz federal de la misma.
La decisión llega tres días antes de que IS celebre una reunión de la Coordinadora Federal y después de que la corriente se partiera en dos tras la detención de José María Fraile, ex alcalde de Parla, en la "operación Púnica" a la hora de exigir responsabilidades políticas al secretario general del PSM, Tomás Gómez, por la imputación del que fuera su mano derecha durante lustros.
El tercer aspirante del cónclave del que salió elegido secretario general Pedro Sánchez se desmarcó hace semanas de una campaña de recogida de firmas en change.org impulsada por algunos miembros de IS en la que se exigía la dimisión del número uno de los socialistas madrileños en coherencia con los principios socialistas. No en vano una docena de diputados, senadores y concejales de la convulsa federación que habían apoyado a Pérez Tapias en el congreso federal firmaron una carta a favor de la presencia de Fraile entre los delegados elegidos para representar al PSM en la proclamación del sucesor de Rubalcaba, pese a que el regidor de Parla ya estaba procesado entonces por prevaricación en otra causa abierta por la Justicia.
Desde el entorno de Pérez Tapias, al que se pudo ver el pasado fin de semana en la asamblea que eligió a Pablo Iglesias secretario general de Podemos, niegan que su dimisión tenga que ver con la guerra que libra hoy el socialismo madrileño entre partidarios y detractores de Gómez. La achacan exclusivamente al desgobierno que vive estos días la corriente de opinión del PSOE como consecuencia de algunas actuaciones de la presidenta de Foro Ético, Beatriz Talegón, que casualmente fue una de las cabezas más visibles del sector que apoyó a Pérez Tapias en las primarias por la secretaría general.
El caso es que Izquierda Socialista, que sumó un 15 por ciento de los votos en el cónclave de julio y que había logrado tras aquel resultado un protagonismo mediático y político como hacía años no tenía, vive hoy una de sus peores crisis. Tanto es así que el propio Tapias apela a la responsabilidad de sus integrantes para salir de una situación a la que nunca se debió llegar y que pone a la corriente en una situación en la que difícilmente puede hacer valer "el crédito del que siempre ha gozado".
Esta es la carta: