Zoido revela que el refuerzo policial en Cataluña por el 1-O costó 87 millones de euros
Dice que fue una actuación "legítima, profesional y proporcionada".
El ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, ha revelado este jueves que el "ataque desleal" a la Constitución y el Estatut del Gobierno de Carles Puigdemont, "con una desobediencia clamorosa" y con "absoluta pasividad" de los Mossos d'Esquadra el 1-O, generó un coste aproximado de 87 millones de euros por el desplazamiento a Cataluña de un contingente de 4.500 policías y guardias civiles y, en tres días, de hasta 6.000 efectivos de refuerzo.
Según ha desvelado Zoido en la Comisión de Interior en el Senado, la presencia de estos efectivos desplazados a Cataluña en el marco de la Operación Copérnico, desplegada entre septiembre y diciembre, ha supuesto un coste aproximado de 87 millones de euros entre gastos de alojamiento, manutención, desplazamientos, dietas y productividades.
A esta cifra el ministro ha sumado los 1.000 millones por el "impacto de la desaceleración" económica en Cataluña.
"A Cataluña se han desplazado numerosos efectivos de Guardia Civil y Policía Nacional comisionados en esa Comunidad Autónoma. La cifra no es exacta", ha asegurado Zoido, "porque no todos han estado siempre y al mismo tiempo, pero el dispositivo más estable estaba compuesto por unas 4.500 personas". Según Interior, durante tres días, el 30 de septiembre, 1 de octubre y 2 de octubre, el despliegue fue 6.000 efectivos.
Zoido ha calificado de "muy importante" la cifra de 87 millones en gastos directos por el 1-O, "otro alto coste", ha dicho, "que tenemos que pagar entre todos los españoles debido a la irresponsabilidad y obstinación del Gobierno independentista de Cataluña".
"Un coste que debemos sumar a los mil millones de euros en los que el Ministerio de Economía cifra el impacto de la desaceleración de cuatro o cinco décimas del crecimiento del PIB catalán o al descenso del 35% en las reservas hoteleras", ha señalado.
Además, ha justificado el dispositivo sin precedentes por la necesidad de dar cumplimiento a los mandatos judiciales, que incluía a los Mossos d'Esquadra, cuya actuación ha sido cuestionada por el ministro y que se mantuvo incluso después del referéndum del 1-O, cuando se desencadenaron "episodios de acoso" contra policías y sus familiares.
En su discurso ha reconocido las incomodidades por la "polémica" contratación de los barcos en la búsqueda de "alojamientos seguros o de fácil protección, de rápida ocupación, pero prolongada en el tiempo, aunque sin poder concretar cuánto y sin poder hacer una contratación muy anticipada".
DISPUESTO A SEGUIR ADOPTANDO MEDIDAS
El titular del Interior ha señalado que los entre 4.500 y 6.000 policías y guardias civiles comisionados -en Cataluña hay una plantilla fija de otros 6.000 agentes, a los que se les suspendió las vacaciones y días libres- realizaron una "vigilancia permanente" sobre las dependencias propias de la Guardia Civil y Policía Nacional, la Delegación del Gobierno o las Subdelegaciones de Gobierno, así como "las sedes de los partidos políticos amenazados".
Otro de los objetivos con especial vigilancia fueron el Tribunal Superior de Justicia, la Ciudad de la Justicia, las Delegaciones de Hacienda, el Banco de España y determinadas infraestructuras críticas". "También han llevado a cabo servicios de protección y seguridad con carácter esporádico a personas e instalaciones sensibles", ha desvelado Zoido.
Zoido ha lanzado un mensaje final a los senadores: "Este Gobierno está dispuesto a seguir adoptando, por supuesto con el apoyo de todos aquellos grupos que compartan nuestra profunda preocupación, todas las medidas contempladas en la Constitución que sean necesarias para mantener la legalidad y la normalidad democrática e institucional en Cataluña. Y para que todos los catalanes, piensen como piensen, tengan garantizada su seguridad, sus derechos y sus libertades".
UNA ACTUACIÓN "LEGÍTIMA, PROFESIONAL Y PROPORCIONADA"
Zoido ha avalado durante su intervención la actuación de la Policía Nacional y la Guardia Civil en la jornada de referéndum, que ha calificado de "legítima, profesional y proporcionada".
Asimismo, ha lamentado los hechos que acontecieron ese día y las heridas que causó a algunas personas.
"Los hechos son lamentables y, preferiblemente, nunca debieron producirse, pero las fuerzas de seguridad del Estado no pueden eludir su responsabilidad, no pueden mirar para otro lado, tienen que actuar cuando las circunstancias lo requieren y además cuando la autoridad judicial o fiscal lo ordena", ha dicho.
Pero ese día "fue absolutamente necesario", ha añadido Zoido, quien ha subrayado que, aunque no le correspondía juzgar "si todos cumplieron de la misma forma sus obligaciones", quizá "si todos hubiesen cumplido con sus obligación, algunos de los hechos que tanto se han criticado no hubieran tenido lugar".
Ha recordado que la Justicia se está encargando de analizar el comportamiento de los Mossos d'Esquadra ese día, y principalmente de sus mandos. De hecho su máxima autoridad en aquellos momentos, el mayor Josep Lluis Trapero, está siendo investigado en la Audiencia Nacional por delitos "tan graves como el de sedición".
A su juicio, el 1 de octubre el Gobierno autonómico "incumplió la ley, las sentencias de los tribunales, su propia legalidad y, además, soliviantó las calles para simular una legitimidad democrática de la que carecían sus decisiones",
Pero fue un intento, sin embargo, que "fracasó en su legitimidad y en sus objetivos", según el titular de Interior, que ha dejado claro que las actuaciones de las fuerzas de seguridad del Estado contribuyeron "de forma determinante" a ello.
"Y lo hicieron de manera ejemplar y en condiciones muy difíciles, cumpliendo con su deber en la defensa del bien común, dentro de la ley y para defender la ley. La actuación fue legítima, profesional y proporcionada y no lo digo yo, es que así lo ha avalado la Fiscalía", ha enfatizado.
Precisamente hoy la organización Human Rights Watch(HRW) ha considerado que la crisis en Cataluña es un asunto político y no de derechos humanos, por lo que no le corresponde a ella opinar, aunque sí lo hará en casos de uso excesivo de la fuerza policial, como en el referéndum ilegal del 1 de octubre.
"HRW se centra en cómo trató la policía a los manifestantes porque eso es un tema claro de derechos humanos, pero la cuestión más amplia de si Cataluña debería ser parte de España no es un tema sobre el que vaya a pronunciarse", ha dicho en una entrevista con EFE su director ejecutivo, Ken Roth.
En su informe anual, presentado hoy en París, HRW dedica un breve apartado a España y otros países de la Unión Europea en el que constata que el referéndum se celebró pese a que el Tribunal Constitucional lo había suspendido y considera que la votación estuvo "empañada por el uso excesivo de la fuerza por la Guardia Civil y la Policía Nacional".
NO SABE A "CIENCIA EXACTA" CÓMO LLEGARON LAS URNAS
Además, ha reconocido que aún no se sabe "a ciencia exacta" cómo llegaron a algunos centros de votación las urnas para el referéndum convocado por la Generalitat el 1-O y que la Guardia Civil y los Mossos no lograron encontrarlas.
"Las urnas se buscaron", ha dejado claro Zoido en el Senado, donde ha explicado que tanto efectivos de la Guardia Civil como de los mossos trataron de encontrar unas urnas con características similares a las que se emplean normalmente en cualquier cita electoral.
Durante la réplica a los grupos parlamentarios, Zoido ha expresado su convencimiento que las urnas no llegaron a ningún organismo de la Generalitat ni a ninguno de sus dirigentes, pero ha recordado que había 40.000 voluntarios para llevar a cabo la consulta ilegal.
Tampoco llegaron las urnas en contenedores ni a los puertos ni a los aeropuertos, ha añadido Zoido quien ha insinuado que los nuevos métodos en la mensajería pudieron esquivar el control de las fuerzas de seguridad.