Zahara, sobre la maternidad: "Es muy duro el dejar de ser una prioridad"
La cantante, madre de un niño de un año, presenta su disco 'Astronauta' y ultima los detalles de 'Canciones que cambiaron el mundo', su programa en #0.
Zahara no para. Esta rima fácil bien podría ser el lema de la cantante de Úbeda (Jaén), que acaba de publicar su cuarto disco, Astronauta, y que ultima su debut como presentadora de televisión. El sábado 8 de diciembre llega a #0 de Movistar el programa Canciones que cambiaron el mundo, donde junto a conocidos rostros de la música española repasará la banda sonora de los movimientos sociales de nuestro país. Y todo esto mientras actualiza sus cuentas de Twitter e Instagram; cuida a Bichín, su hijo de un año, y se plantea de dónde sacar tiempo para escribir otro libro. Trabajo, piso, pareja fue un éxito editorial y le dejó con ganas de más.
Por no parar no para ni por una laringitis, que le dejó sin voz dos días antes de lanzar su disco y que no le impidió darse cita con El HuffPost al día siguiente para hablar de su música y de todo lo que se le pusiese por delante.
Rodeada de las guitarras eléctricas y acústicas y de los ukeleles que decoran las paredes de la tienda UME Arenal (Union Musical) de Madrid, Zahara explica por qué este trabajo llega tras más de tres años de sequía —Santa salió en abril de 2015—, cuenta en qué le ha cambiado la maternidad, habla de la nueva edición de OT e insiste en que Albert Rivera no es el protagonista de Hoy la bestia cena en casa como muchos insisten en señalar.
"La canción perdería valor si sólo fuera por una persona, porque estaría diciendo que hay un ser que me cae mal y al que le ha hecho una canción", dice sobre el single debut de Astronauta, que seguro sonará el próximo martes 27 de noviembre en su concierto de la gira Cómplices de Mahou, esta vez con Juancho Marqués de pareja.
El disco llega después de tres años de sequía. ¿Por qué has tardado tanto?
Tenía que tener un disco con el que me sintiera feliz. Es la suerte que tengo al ser mi propio sello, que no tengo esa presión comercial que otras personas dentro de la industria pueden tener. Yo decido sacar los discos cuando creo que es el momento. Para mí era muy importante tener unas canciones, una idea y un concepto que me gustara y no sacarlo hasta que no estuviera listo y no me sintiera superfeliz.
Por eso nace tu sello comercial...
Hice un sello discográfico para Santa para establecer mis propios tiempos y para tomar las decisiones artísticas, sin tener que cuestionarlas ni defenderlas delante de nadie. En mi caso, que tengo las cosas tan claras y sé cómo quiero hacerlas, es fundamental ser la dueña de mi disco y de mis ideas.
¿Piensas que las discográficas, igual que pueden ayudar, son también los enemigos de los artistas, porque les marcan las directrices, sobre todo cuando están arrancando?
Las discográficas, como productores ejecutivos, son los que pagan el disco, obviamente tienen que tomar decisiones. Al final no deja de ser su disco aunque haya un artista. Ese es el problema. Hay un sello que es el que paga tu disco y al que pertenece el disco. Cuando entiendes que tu disco le pertenece a otra gente tienes que respetar que su opinión es tan importante como la tuya, o incluso más. Al final el capitalismo es eso. El que paga es el dueño del producto final. Quien no se lo puede permitir le cuesta enfrentarse a esto, aunque también hay gente que tiene una compañía que le gusta y respeta sus ideas, no digo que siempre impongan.
¿Eso parece que es lo que está pasando con algunos de los concursantes de la edición anterior de Operación Triunfo? ¿Se están convirtiendo en el producto que las discográficas quieren que sean?
Habría que hablar con ellos y tener una conversación sincera para saber de verdad cuánto de lo que están haciendo es lo que quieren hacer. En algunos casos sí da la impresión de que pasa, en otros no. Por ejemplo, Cepeda hace lo que quiere, porque ya hacía eso dentro de la Academia. En otros se ve la prisa que tiene la industria por monetizar al artista. Esto me da un poco de pena. Creo que las carreras discográficas tienen que ser eso, carreras, como cuando estudias en la Universidad durante unos años y desarrollas unos talentos y unas habilidades para después dedicarte a ello.
Me recuerda un poco al caso de Aitana, ¿no?
Habría que hablar con ella. Igual Aitana está supercontenta y es lo que quería, no osaría hablar en su nombre. La impresión que ha dado es que Teléfono ha sido una canción para aprovechar el momento, al margen de lo que a ella le pueda gustar o se le pueda dar mejor. Sí que se nota, con casi todos, esa necesidad de sacar algo a cualquier precio y creo que es contraproducente para sus carreras. Aunque a alguien como Aitana creo que le va a ir bien porque tiene algo dentro, y aunque con Teléfono haya habido tanta controversia sobre si era una buena o mala canción creo que sabrá reponerse. Es una canción más. Lo que ella hacía dentro de la Academia podría beneficiarle más, pero... ¡qué se yo! Me he montando mi sello para sacar mi propio disco, no para sacar el disco de Aitana.
Pasas de Santa a Astronauta, ¿qué hay ahora en el universo de Zahara?
Justo ahora he encontrado una nueva galaxia, que desconozco y que estoy deseando conocer. He estado muchos años trabajando en este disco, sobre todo el último año, terminando de componerlo, de desarrollarlo, inventándome el universo que hay dentro, produciéndolo y grabándolo. Ahora el disco es de la gente. Viene lo bonito. Lo que para mí significa ya no importa, ahora es lo que la gente sienta y quiera sentir con él.
Empezaste en el 99, hace ahora 19 años, ¿ha cambiado mucho ese universo? ¿Te imaginabas que ibas a estar así ahora?
Por una parte sí. Cuando empecé mis referentes eran músicos que llevaban toda la vida tocando. Yo quería ser eso y me imaginaba que si me dedicaba a la música sería con una carrera pausada, tranquila. Si tenía que llegar a algo sería con una carrera adulta, no en mi juventud. No me imaginaba siendo una pop star de 20 años, sino lo que soy ahora, que tengo 35 años y esto empieza como a funcionar bien. Aunque todavía hay muchos lugares a los que hay que llegar, no es que lo haya petado y ahora sea lo máximo, lo que pasa es que he crecido un poco. Deseaba tener una carrera tranquila, ir paso a paso. No sé si es por la educación que me han dado mis padres, pero ha sido muy importante entender los pasos que se dan para poder ir firme.
Creo que no tenías el objetivo de ser madre, ¿no?
No, no, para nada. De hecho, no sé con qué edad lo dije, pero siendo adolescente le dije a mis padres que quería quitarme los ovarios, el útero y todo. Que me los quitaran, que era algo con lo que no quería contar. Lo tenía superclaro hasta los 32.
¿Y en qué te ha cambiado la maternidad?
Es muy duro el dejar de ser una prioridad. Está tu hijo, tu trabajo, tu marido, tu familia. Entonces, cada vez que tienes un hueco, en el que parece que asomas, vuelve a estar tu hijo, tu trabajo... Y como mi hijo me gusta, mi trabajo me encanta, mi marido también... No te das cuenta. Vas dejándote ahí en un lugar que no sabes dónde está. Llega un momento en el que cada equis meses te encuentras y dices: '¡Qué olvidada me tenía!'. No es una cosa de cuánto tiempo llevo sin depilarme las cejas, que ni me he mirado al espejo para vérmelas, es algo mucho más profundo. Es una sensación de dónde quedo yo en todo esto con lo egocéntrico que ha sido siempre mi trabajo, que me ha llevado a estar pensando en mí siempre, teniéndome como prioridad, siendo el centro de todo, y ahora el centro es una criatura de un año y poco.
¿Y tu carrera ha cambiado mucho?
No lo sé. Igual dentro de cinco años te digo sí y que no me di cuenta, pero ahora no te lo sé decir. El otro día una amiga me decía: 'La maternidad es que los años pasan superápido pero los días pasan superlentos'. No te das cuenta del tiempo que va pasando pero los días son interminables. Estoy tan dentro de ello y prestándome tan poca atención que no sé hasta qué punto me ha cambiado. Sé que sigo trabajando, que he conseguido sacar este disco y miro todo lo que he hecho este año y digo, pero cómo lo he hecho, si no he dormido. A lo mejor es por eso, claro... Por una parte pienso que sí me ha cambiado pero veo las canciones y no hay mucho de eso. Aunque el disco sí tiene un punto... Un astronauta que deja su vida y va a buscar otra que no sabe cuál es. Sí hay mucha maternidad en esa metáfora, pero no en las canciones. Sólo una. La que le dedico a él que se llama El Astronauta.
Lo que sí hay una cosa que te da la maternidad es la paciencia. Ahora tengo una paciencia infinita, pero con él. Con el resto tengo mucha más irascibilidad. Con él es: 'Tranquilo, no pasa nada, está todo bien', pero con el resto... Me ha hecho ser más bipolar.
¿Le cantas tus canciones o le cantas CantaJuegos?
No, por Dios. No tengo nada en contra de las canciones de CantaJuegos, o no lo sé porque no lo he escuchado nunca. Pero soy de las que piensa que a los niños hay que darles lo mejor, hay que intentar no darles azúcar, lavarles la ropa antes de usarla... Con la música pasa lo mismo. ¿Y cuál es la mejor? Yo por mi formación, que he sido maestra, intento darle variado, bien grabado, bien producido, distinto, en muchos idiomas, muchos estilos musicales... En casa se duerme con The National, pero lo bañábamos con Albert Pla y ahora jugamos y bailamos con Rosalía. También le canto mis canciones pero cuando lo hago quiere tocar y no me deja mucho.
Te pregunto todo esto de la maternidad porque la has expuesto en redes sociales y genera preguntas en todas las entrevistas que haces. ¿Temes que el interés por la Zahara madre gane al interés por la Zahara artista?
Creo que no. En mi caso va todo unido. La Zahara madre es la Zahara artista, la que compra el pan debajo de casa y que ayer se compró unas albóndigas del Carrefour porque no tenía nada en la nevera y se moría de hambre. Va en pack. A veces la atención va sobre la maternidad y creo que es importante porque mucha gente que me sigue a lo mejor se siente identificada y se reconforta al ver que no es la única que tiene esos pensamientos bipolares y locos. Y cuando hablo de estas cosas recibo muchos comentarios de gente que me lo agradece y entiendo la importancia que tiene hacerlo sin tapujos, no sólo hablar de las cosas buenas, de las complicadas también. Hace que la gente se sienta unida, que no sólo le está pasando a una sola en su casa. Es una soledad compartida. Es verdad que ayuda porque te sientes menos bicho raro y eso para la estabilidad mental está bien. Si se entiende por ahí está bien. Otras veces se habla porque he hecho una canción [Hoy la bestia cena en casa] y de repente todo el mundo quiere saber sobre quién habla y hablar sobre la gestación subrogada también me parece bien, que haya conversaciones interesantes. Obviamente yo me dedico a la música, lo que más me interesa es que se hable de mí y como todo es poliédrico a veces viene la luz de un sitio y otras veces de otro.
Pero no se hablan de esos problemas que genera la maternidad...
Creo que cada vez se hace más. Hoy justo tenía un mensaje privado en Instagram que decía: 'Echo de menos cuando hablabas de maternidad, me sentía muy bien'. No lo hablo en stories porque lo hablo en todas las entrevistas, y me canso. Pero también porque es verdad que a partir del año hay luz, hay luz al final del túnel. Luego llega otro túnel, me han dicho que a los tres años. Ahora me quejo menos porque a partir del año es más fácil. Cuando mi hijo era un bebé tenía mucha sensación de inseguridad, de que lo estaba haciendo mal... Me generaba muchísima ansiedad. Cuando empezó a sujetar la cabeza eso fue... Y ahora que se pone de pie y que sabes que si se cae, se cae de culo, está todo hecho.
Tú que has hecho tanta reivindicación a través de Instagram y de las entrevistas, ¿nunca pensaste en hacer la típica foto de 'he parado el concierto para darle de mamar a mi hijo'?
Es que no tuve que parar porque me sacaba la leche. Sí que es verdad que con el tema del pecho conté menos de lo que podría haber dicho porque en el momento lo último que te apetecía era coger el móvil y contárselo a nadie. Recuerdo que empecé a hablar más cuando ya había superado una primera parte, pero hasta los dos, tres meses no empecé a hacerlo con más de soltura. Al principio muchas cosas eran muy dolorosas. Mi hijo se enganchaba perfecto y aún así me dolía a rabiar. Tengo una sensibilidad en los pezones que a mí me estaba reventando. Me decían: 'No te preocupes que eso hace callo'. Y el concepto era como: ¿me tiene que salir un callo? ¡Qué cosa más fea!. Y luego el momento de estar con el sacaleches y dos amigas en la firma del libro en Barcelona, pensaba: '¡Qué cosa más absurda!' Verte allí con una teta fuera, con una máquina del infierno que hace un ruido horroroso y la neverita para congerlarla y que no le pase nada para dársela al día siguiente. Cada bolsa de leche que llenabas eran como dos horas de libertad. Alguien le podía dar un biberón con mi leche y yo hacer otra cosa, mientras me seguí sacando leche porque sino me reventaban las tetas, que eso es otra. Te lo cuento ahora, no tengo problema. En el momento no me salía porque tenía demasiadas molestias como para ponerme a hacer un stories. Además que tenía unas tetas gigantes... Allá donde pusiera la cámara se veía teta y no me apetecía enseñar esas cosas. Que no las enseño ni pequeñas ni grandes, que yo no enseño esas cosas.
Ahora que ya sujeta la cabeza, no toma leche, ya casi anda... ¿te planteas una gira de Astronauta como la de Santa o eso ha pasado a mejor vida?
Eso sí que ha cambiado. Me he prohibido estar más de dos días fuera de casa. A mí que me encanta ir con la banda en la furgoneta, pero seguramente me vaya más tarde y vuelva antes. Si hay aviones, haré lo que pueda para estar antes en casa. Esto sí que lo tengo superclaro. Sí que intentaré tocar mucho pero sabiendo que luego tengo cinco días en casa de tranquilidad o de locura, pero en casa. Con él.
El disco sale con Hoy la bestia cena en casa, en la que hablas de la maternidad subrrogada y en la que en cierto modo dejas de lado las canciones bajoneras de antes. ¿Vas a dar un giro a tu música?
Esto ha sido una exhibición, era una canción que me apetecía mucho hacer, era algo de lo que quería hablar. Conté con Martí Perarnau, que me hizo la música y por eso tiene ese carácter un poco más diferente. Sí que es verdad que en el disco hay caña. Está David Duckovny, que es una canción bastante pop, Bandera blanca, El Fango... Pero sigue habiendo ese poso melodramático tan característico. No lo puedo evitar. Está ahí, pero también hay mucha alegría.
¿Y no te has planteado aprovechar tu música para hacer las reivindicaciones que sueltas en redes?
Lo he hecho aquí porque me ha salido, pero es muy difícil hacer una canción donde cuentes cosas sociales, puede tener un tufillo adoctrinador y no me gusta. No me gusta que me digan lo que tengo que hacer, ni siquiera lo bueno. No me gusta que me digan cosas. A mí me gusta mandar, no que me manden. En el momento en que haces una canción social tiendes a decirle a la gente lo que tiene que hacer. En Hoy la bestia cena en casa hablo de mí, de lo que a mí me parecen las cosas y se las digo a la persona que las provoca, que es la bestia. No le digo a nadie lo que tiene que hacer, genero conversación para que la gente se plantee cosas. Son complicadas de hacer, pero sí me gustaría hacer más canciones así porque entiendo que la música tiene que ser más que egocentrismo. Salirse un poco de uno y hablar de estas cosas, pero no es fácil. No es fácil componer ni es fácil posicionarse.
¿Y a través de un libro?
Es más fácil. En Trabajo, piso, pareja tenía tan claro de lo que quería hablar, que era de las relaciones, de este momento generacional de conciliar nuestras ambiciones personales con las sentimentales, que estaba como muy enfocado. Pero sí me di cuenta de que podía incluir poesía, crítica y análisis y hacerlo de una manera mucho más divertida.
¿Y te tienta una segunda parte: Trabajo, piso, pareja... niño?
Hijo, hipoteca... Sí, me tienta mucho, porque el libro ha ido muy bien. Me enamoré mucho de Marco y Clarisa. Tengo ideas y sé hacia dónde quiero ir, pero también tengo otras ideas de libros. No sé por cuál tiraría antes porque no tengo tiempo. Escribir el libro me llevó mucho tiempo de prepararlo. Escribirlo no me llevó tanto porque lo tenía muy preparado y cuando lo escribí sólo me dedicaba a eso. No hacía otra cosa. Escribía, comía, escribía... Fue un momento de aislamiento que ahora no voy a tener. Cuando el muñeco tenga 18 años y se vaya a estudiar por ahí... Ahora lo veo difícil, pero me gustaría.
¿Estás harta de negar que la bestia es Albert Rivera?
Es divertido. Tengo la sensación de que siempre hay algún medio que dice 'a mí me lo va a decir', pero la canción perdería valor si sólo fuera por una persona. Estaría diciendo que hay un ser que me cae mal, al que le he hecho una canción. Y no. Estoy hablando de más cosas. Estoy hablando de una bestia que tiene cualidades de muchas personas y es verdad que hay algunas que reconocen a políticos. Obviamente, estoy hablando de lo que conozco y lo que vivo, pero no es una canción dedicada a. Hay una bestia en la que por desgracia encajan muchos. De hecho lo que motivó esa canción ni siquiera fue Albert Rivera. Lo que motivó la canción fue mucho antes, hacer a una canción política fueron los recortes en Sanidad y Educación...
12 palabras para Zaraha
BICHÍN: "El cambio, la revolución, el superamor, el supermiedo, los supertodos".
EL POSTPARTO: "El peor momento de mi vida a todos los niveles. En ese momento, la felicidad de tener un hijo no se acercaba ni de lejos al malestar emocional, físico y hormonal que sentía. Estaba en un pantano de inseguridades, que me generó mucho malestar, y mucho dolor físico".
CONCILIAR: "Jajajajjajajaja... ¡ya está!"
ASTRONAUTA: "Es todo el trabajo de tres años y medio. Muchas canciones, muchos textos, muchos planetas que me he inventado, un viaje intergaláctico, mucha ciencia ficción. Hay muchas cosas aquí, muy bonitas. Lo he hecho con mucho cariño, mucho amor a la música, al arte y a la literatura".
EXPEDIENTE X: "Mi primera serie. Mi primer amor platónico, que era David Duchovny. Y mi primer Twitter, que era tener el teléfono en la mano y llamar en cada publicidad a mi mejor amiga Celia para comentar todo lo que había pasado. Por qué Mulder y Scully no estaban juntos. Yo quería que fueran mis padres y al a vez quería ser la novia de David Duchovny, de Mulder. Era muy raro".
OPERACIÓN TRIUNFO: "Este año no lo estoy viendo, pero creo que sí se hubiesen quedado con una única reedición, la de 2017, habría sido maravilloso. Nos habría dejado a todos un sabor de boca buenísimo, unos concursantes increíbles, con carisma... No es que los de ahora no lo tengan, es que creo que los de ahora son otra cosa. El año pasado fue muy divertido y la sensación que me llega ahora es que saben demasiado de lo que pasa. Se ha perdido esa naturalidad que nos enamoró del año pasado".
AMAIA: "Una artistaza, es el talento innato. Hay gente que lo tiene y hay gente que no lo tiene, pues Amaia lo tiene".
CON LAS GANAS: "Es una canción con la que tengo una relación de amor-odio. Es muy dramática, cuando la cantaba la gente lloraba, yo lloraba y no quería enfrentarme a eso siempre. A veces estaba feliz y decía 'por favor, no me hagáis enfrentarme a esta tristeza porque estoy en otro estado, no conecto nada, me voy a emocionar y no quiero'. Ahora estoy con un momento de mucha gratitud con la canción, está la balanza inclinada hacia el amor porque a pesar de tener mis problemas con la canción, ahora estamos bien".
SPOTIFY: "Pues ahora mismo es mi aliada, creo que es una herramienta maravillosa. Una plataforma superintuitiva y fácil para que gente de cualquier lugar pueda escucharme inmediatamente y llegar a cualquier hogar y eso es supervalioso".
YOUTUBE: "En estoy quedando un poco antigua, porque ahora es donde la gente escucha música... Lo veo muy poco, he desconectado mucho. Me encantan los vídeos, me encanta hacerlos, me encanta la parte visual, pero es verdad que estoy muy alejada del mundo YouTube y de los youtubers. Los hay buenísimos pero me he quedado fuera".
REDES SOCIALES: "Aquí bien. Crecí ahí, yo nací en Myspace. Cuando todo eso era campo yo ya estaba. Me encantan. Creo que las sé usar y creo que es fundamental que te gusten para saber usarlas. Me gusta la evolución que van teniendo, que vayan desapareciendo algunas que dejan de ser relevantes y que surjan otras adaptadas a la manera de comunicar de ahora".
ROSALÍA: "Una diosa. La ama. Lo mejor. Me da mucha pena que que la gente la critique sin haberla oído, que se cabree porque esté en todos lados. ¿Qué problema tenemos? No lo puedo entender. Puedo entender que no te guste, pero hay gente que dice 'Me gusta Rosalía, pero la tenemos hasta en la sopa'. Pues esa suerte que tiene la muchacha de llegar a todo el mundo".
ACOSO SEXUAL: "No puedo ni hablar de lo que me repugna. No puedo ver noticias que hablen de esto, no puedo ver vídeos que tengan que ver con eso. Me toca a un nivel superprofundo. No entiendo por qué no hay más conciencia social sobre lo que significa, sobre educar para que no exista y que haya una educación sexual... Que haya una educación sexual, para empezar, y luego temprana sobre quién te puede tocar, quién y cuándo. Que un médico te puede tocar en la consulta pero en ningún otro sitio. Enseñar a decir que no desde niños y a diferenciar cuando algo está mal. Muchos de los problemas de acoso vienen del estúpido pudor de las mujeres de no decirlo y luego por la desgracia de educación sexual de que no se sabe qué está mal porque a lo mejor es normal, el normalizar".