Zahara: "Se perdió una oportunidad maravillosa para hablar del machismo sistémico"
La cantante jienense presenta 'Reputa', una reinterpretación a cargo de varios artistas de su disco 'Puta'.
Puta ha marcado un antes y un después en la carrera de Zahara. Tanto el insulto, que tantas ocasiones ha recibido al igual que muchas mujeres, como el disco del mismo nombre, que incluso hizo que protagonizara una polémica con Vox por una supuesta “ofensa a la virgen” que quisieron ver en su reivindicación feminista.
Año y medio después y tras varios formatos de concierto que han pasado de ser un directo con sus temas a convertirlo en una auténtica rave de empoderamiento en los festivales de este verano, trae Reputa. La jienense publicó este viernes 23 de septiembre este disco en el que artistas como La Oreja de Van Gogh, María José Llergo, Carolina Durante, Rodrigo Cuevas o Shego reinterpretan sus canciones más reivindicativas.
Tras su presentación este martes en el madrileño Uñas Chung Lee impulsado por Vibra Mahou, la plataforma de música de Mahou Cinco Estrellas que impulsa encuentros en torno al directo, Zahara admite sentir una “resaca física y emocional” que combina con su día a día como artista y madre.
Aunque sigue yendo a terapia y ha conseguido que muchas mujeres griten el “yo estaba ahí” de Merichane a pleno pulmón en su gira, confiesa que la polémica por el cartel de Toledo la desconcertó por la utilización que se hizo de su imagen por un mensaje muy distinto al que quería transmitir con su trabajo.
Puta era un disco íntimo en el que hablabas de tus traumas y de tus heridas y que dijiste que te sirvió como terapia, ¿cómo es Reputa?
Precisamente es algo que he podido hacer gracias a que todas esas vivencias y esos traumas están colocados en un sitio, que están cerca y puedo convivir sin que ahora me produzcan este sufrimiento. Me parece algo decisivo para que ahora haya sucedido este disco. También creo que es un momento más de celebración, tengo la sensación de que he invitado a mis amigas y amigos los interpreten como ellos quieran y yo ser anfitriona, que tiene una fiesta y todos y todas estén en el lugar que quieran.
También hay que tener mucha confianza para darle una canción a alguien y que esa persona haga lo que quiera.
Joker con Carolina Durante ha cambiado radicalmente. Para mí era algo fundamental en este disco, porque cuando yo hice Puta fui tan libre, me sentí que obviamente podía hacer lo que quería porque no tenía a nadie ni observando ni juzgando ni exigiendo. En el caso de invitar a otras personas a reinterpretar estas canciones creía que la única forma de hacerlo era así, dándoles esa misma libertad que yo había tenido y que pudieran expresarse.
De hecho, creo que ha sido bonito para todos, porque no era consciente cuando lo proponía que solo quería darles libertad que jugaran con mis canciones y lo pasaran bien y luego ha sido muy bonito porque al final todo el mundo ha hecho su canción, no la mía. La mía está como un recuerdo, pero han conseguido transformarlas y que Reputa sea un disco que está basado en el anterior, pero que es otro.
¿Has hecho esa transición de tres pasos: de Puta a La Puta Rave de la gira a Reputa?
Es distinto, pero lo que los une es mi amor por la electrónica, de distintas formas en La Puta Rave porque he querido convertir el concierto en algo más parecido a la sesión de un DJ, lógicamente con canciones y estoy cantando, pero con esa sensación de espontaneidad, de continuidad y de vivencia única y eso tiene que ver con la electrónica y el papel que juega en mi vida. Luego en el disco muchas de las remezclas y las reinterpretaciones están hechas por DJs, que queríamos que hubiera ese toque más allá del pop, como el género que lo abarca todo, que hubiera productores, productoras y DJs haciendo algo más puramente electrónico. Diría que ha ido en paralelo, que mi amor por la electrónica lo he ido manifestando de distintas formas: bien desde el escenario o con este trabajo.
De esta forma has transformado también el concepto de concierto, que tanto se ha criticado, por ejemplo, con Rosalía y la música que llevaba pregrabada.
Lo de Rosalía no lo he visto, pero me hace gracia porque a veces lo han comparado con lo mío y es todo lo contrario. Toda nuestra música se hace en directo y con instrumentos, todo es live. Son sintetizadores, cajas de ritmos, hay muds, hay junos… Todo se hace a tiempo real, solo que al no tener la ética del rock donde ves una batería o una guitarra parece que se está tocando, pero en la electrónica se tocan cosas aunque se tocan de otra manera.
Con respecto al debate, creo que un concierto es una propuesta artística de cada uno que decide cómo es su show y cómo lo siente, sin haber visto lo de Rosalía por lo que no puedo hablar de ello, no sé cómo lo sentiría viéndolo, pero ella es muy artista y si es su visión y lo siente así y es su propuesta me parece fantástico. A mí sí es verdad que me gusta que la música que esté viva, y ver cosas donde no solo la responsabilidad artística recaiga en la figura del cantante o la cantante. Me gusta que pasen cosas, puedo verme un concierto de Nathy Peluso y adorarla a ella, porque me parece una show woman que sustenta todo el show, pero además tiene unos musicazos geniales que se pueden observar y te hacen moverte en el concierto.
En las sesiones de DJ la música está más viva que nunca, porque la remezclan, la forma en la que lo hacen, que ponen dos canciones a la vez, que mezclan una y otra, las que filtran el bajo de una canción y la melodía de otra. Está supervivo, por eso me gusta la electrónica, porque pasan cosas como que en una sesión sea superúnica.
Hablando de polémicas, ¿cómo viviste la tuya después de que Vox dijera que ofendías a la virgen por el cartel de tu concierto en Toledo?
En el momento lo viví bastante mal, fue una experiencia bastante desagradable a pesar del acompañamiento y el apoyo masivo que tuve, del cual todavía me siento muy agradecida y emocionada, realmente conmocionada con lo que pasó y cómo se volcaron conmigo prácticamente todas las personas sensatas. No me estaban apoyando a mí, estaban apoyando la libertad de expresión. Fue precioso ver eso.
El problema que hubo o cómo me sentí, lo que más daño me hizo fue, además del odio desmedido de personas que no me conocían y que odiaban algo que no era lo que yo estaba ofreciendo, era el desconcierto y la incomodidad que me generaba ver noticias de cómo había ofendido o si había ofendido o no a según qué partido político en lugar de lo que esa foto denuncia. Se perdió una oportunidad maravillosa para hablar del machismo sistémico contra el que tenemos que pelear y vivimos las mujeres y contra la presión que tenemos que aguantar todo el tiempo de ser perfectas, pero además lidiar con que se nos llame putas, y que todo eso no se pusiera el foco ahí, que se estuviera hablando solo como una malinterpretación. Fue muy triste porque me sentí superusada.
La música tiene un sentido político, pero el que quiera darle el artista, ¿no?
Al final, yo en mi caso soy una persona que se posiciona políticamente y con mi música, mis letras, mi puesta en escena, con lo que hago, intento generar una conversación, que cada uno se lo lleve a su casa y que a cada uno le guste o no. Da igual, no importa. Lo que es triste es que se haga una interpretación completamente ajena de la realidad y solo se hable de eso.
Cuando se replicaban las noticias era que Zahara había ofendido a determinado partido político porque había llamado puta a la virgen. No, perdona. Estoy llamándome puta a mí porque me han llamado puta toda la vida, por mí y todas las mujeres que han tenido que lidiar con los insultos, vejaciones, violaciones y asesinatos. No te ofendas por algo que tú te estás inventando.
¿Soltarlo ayuda a otras mujeres? Porque al final lo viven todas.
Al final nos afecta a todos, no solo a las mujeres, a nosotras nos mata, pero no significa que a los hombres no vivan un machismo que los hace perpetuarlo. Por supuesto que ayuda, es fundamental hablar de ello, soltarlo, compartirlo, cada uno y cada una cuando pueda. También es verdad que ahora está tan en la conversación la salud mental, una de las cosas que deberíamos observar es el respeto a las víctimas y las personas que sufren este tipo de situaciones a que elijan su momento.
Yo lo recomiendo porque he tardado 30 años, no creo que sea el ejemplo de persona que ha necesitado mucho tiempo para hablar las cosas, ha necesitado mucha terapia, lidiar con ello de muchísimas maneras para atreverme a compartir estas experiencias desagradables, el hacerlo me ha liberado para poder tener estas conversaciones y hablar con mujeres que han vivido situaciones parecidas a la mía y generar una especie de terapia de grupo donde nos hemos entendido las unas a las otras y ayudado.
De hecho, no creo que sea igual hablar de ello en un estudio que cantarlo ante miles de personas, ¿no?
Para mí era fundamental cantarlo, creo que era parte del ciclo de sanación, del proceso de curación: entender lo que había sucedido, ponerlo delante de mí y el último paso era compartirlo, si solo se hubiese quedado el disco grabado no hubiese tenido sentido para mí. Lo que sucedió en el directo y lo que sucede ahora, que lo comparto, es parte del proceso.
¿Te han dado algún feedback los artistas que has compartido en este disco? ¿Alguno había tenido vivencias similares?
En el caso de Shego les pedí yo que cantaran Merichane y que lo hicieran con sus propios ‘yo estaba ahí’ que cantaran su historia y aportaran lo que les apeteciera, no tenía sentido que estuviesen cantando mis cosas. Quería que se expresaran la libertad absoluta de contar algo concreto o más genérico, que cada una contara lo que quisiera.
Después de esta celebración, ¿habrá recogimiento?
La verdad que estoy en un proceso de despedida de este disco, que está siendo muy bonito y muy especial, por lo menos este año. Quedan las raves y el fin de gira, el Gracias puta con cuatro fechas y después de eso no tengo muy claro qué va a pasar. Soy tan inquieta, que tengo mil planes en mi cabeza y lo que tengo que hacer es organizarlos un poco y el recogimiento no se me da muy bien. Lo valoro y lo aprecio, pero no se me da bien de verdad (risas). Tengo un día libre y me pongo a componer, a reunirme con Guille [Guerrero, productor], a grabar, a planificar cosas, no puedo estar un día tirada en el sofá. Así que algo pasará conmigo (risas).