Acuerdo dentro del Gobierno: "derogación" de la reforma laboral según el pacto de coalición y el plan enviado a Bruselas
Reunión al máximo nivel en La Moncloa con Sánchez, Calviño y Díaz.
Reunión al máximo nivel en La Moncloa y con acuerdo entre la parte socialista y UP: el Gobierno sale comprometido “con la derogación de la reforma laboral de 2012 en los términos que establece el acuerdo de coalición y el Plan de Recuperación enviado a la Comisión Europea”, según ha comunicado el Ejecutivo.
Este es el compromiso que sale de la reunión celebrada en el palacio presidencial este martes en la que han participado el presidente, Pedro Sánchez, la vicepresidenta primera, Nadia Calviño, la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz y los ministros José Luis Escrivá (Seguridad Social), Pilar Alegría (Educación y Formación Profesional) y María Jesús Montero (Hacienda).
Esta reunión, explican desde La Moncloa, se ha celebrado en un “clima positivo” y una “actitud constructiva”.
Según ha informado el Ejecutivo: “El Gobierno de España está definiendo las relaciones laborales del siglo XXI, cumpliendo con la palabra dada. Se trata de aprobar, antes de que acabe 2021, una legislación laboral moderna que revise los desequilibrios de la reforma de 2012 y deje atrás los problemas estructurales de nuestro mercado de trabajo, continuando con la senda que ya hemos iniciado con la derogación del artículo 52.d que permitía el despido por baja médica, los reglamentos de igualdad, los ERTE, la Ley Rider o el Trabajo a distancia”.
Desde La Moncloa se subraya en un comunicado que se ha constatado: “El Gobierno está comprometido con la derogación de la reforma laboral de 2012 en los términos que establece el acuerdo de coalición y el Plan de Recuperación enviado a la Comisión Europea”.
“La temporalidad y la precariedad son, junto al desempleo, las principales anomalías del mercado laboral español y estamos decididos a dejarlas atrás. Es imprescindible disponer de herramientas equilibradas en la negociación colectiva y al mismo tiempo, establecer condiciones claras para la subcontratación”, indican.
Esta afirmación supone recuperar la palabra “derogación”, que había sido evitada últimamente por los socialistas, que preferían hablar de reforma de la reforma o de nuevo marco laboral. Incluso levantaron algunas suspicacias las expresiones utilizadas por Sánchez en la cumbre del G-20 de que se iban a quitar “algunas cosas” de la reforma del PP.
Asimismo, Moncloa en el comunicado explica: “Sobre la base del trabajo realizado con los agentes sociales hasta el momento, el Gobierno busca, a través del diálogo social, un acuerdo con todas las partes justo y equilibrado. Esta voluntad es la mejor garantía de obtener una reforma duradera dentro del acuerdo establecido con la Comisión Europea en el Componente 23 del Plan de Recuperación”.
De esta manera también se reconoce el trabajo realizado por Trabajo desde el mes de marzo con los agentes sociales. Este era uno de los puntos que reivindicaban Díaz y los sindicatos: no empezar de cero, sino seguir con las negociaciones iniciadas hace unos meses.
En un tercer punto, Moncloa señala sobre la reunión: “El objetivo del Gobierno es construir un nuevo modelo de relaciones laborales para el siglo XXI que acompañe el proceso de modernización de la economía gracias a los fondos europeos, a través del diálogo social”.
Esta reunión en Moncloa fue pactada en el preacuerdo de la semana pasada tras días de máxima tensión dentro del Ejecutivo. Las dos partes acordaron esta reunir para hablar sobre la postura común que luego se tiene que llevar a la mesa con los agentes sociales, que liderará Trabajo pero en la que también habrá presencia de la Vicepresidencia Económica de Nadia Calviño.
Yolanda Díaz había celebrado este principio de acuerdo, pero seguía insistiendo en que lo importante es el fondo de esa reforma y no solo el qué. Desde el PSOE se reclamaba la presencia del partido mayoritario en la mesa que negocia una de las reformas clave para el país (se debe remitir a Bruselas antes de que acabe el año).
La reforma laboral se ha convertido en un campo de minas dentro del Ejecutivo, donde se mezclan intereses políticos y también incluso electorales. Desde el PSOE se quiere participar en esta importante norma, mientras que desde Unidas Podemos se señala que el presidente quiere capitalizar esta reforma y neutralizar también a Yolanda Díaz, que es la futurible candidata de una plataforma de izquierdas.