¿Y qué pasa ahora con la investidura?
Todo apunta hoy a una votación fallida y cobra más fuerza una repetición electoral
“Conocí por los medios una consulta que a todas luces supone la ruptura por parte de Iglesias de las negociaciones con el PSOE”. “Las dio por rotas Iglesias. La consecuencia es la que empezamos a intuir: Iglesias está usando esta consulta trucada para justificar una votación contraria a mi investidura, coincidiendo con la ultraderecha”.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha verbalizado la ruptura con Unidas Podemos este lunes por la mañana en la Cadena Ser apenas una semana antes de que arranque el pleno de investidura. La situación: España, bloqueada políticamente, y cada día más cerca de tener que ir otra vez a elecciones el próximo 10 de noviembre.
Además de las palabras y las presiones de estos días, la realidad es que el PSOE solo tiene asegurados su propios votos (123 escaños) y el del diputado del PRC. Los números no salen para el próximo lunes. La primera votación -que será el martes 23- requiere mayoría absoluta del Congreso (al menos 176 señorías de las 350). De no lograrlo, se necesita mayoría simple (más ‘síes’ que ‘noes’).
Una de las fórmulas que barajaba La Moncloa era la de sus ‘síes’ más los 42 de Unidos Podemos, 6 del PNV, uno de Compromís y otro de PRC, lo que le daba 173, que serían superiores a los ‘noes’ si se abstenían ERC, Junts o Bildu. En cambio, si ahora los de Pablo Iglesias se fueran al ‘no’, sería imposible sacar adelante la investidura.
Sánchez ha manifestado que Iglesias ha dado por rotas las negociaciones, y que ha rechazado todas las propuestas que le han hecho desde el PSOE: incluida la opción de introducir ministros de carácter técnico en el futuro Ejecutivo. Unidas Podemos siempre ha defendido la entrada de sus dirigentes, como Pablo Iglesias e Irene Montero, en un Gobierno de coalición. Los morados dicen que están asombrados por las declaraciones del presidente en funciones. Y en el PSOE insisten en la posible imagen de Iglesias votando ‘no’ junto a Santiago Abascal.
Las palabras del presidente han sorprendido a los miembros de Podemos desde la mañana por la “dureza”. Horas más tarde, el secretario de Acción Política, Pablo Echenique ha declarado: “Para nosotros nunca está rota la posibilidad de que nuestro país sea un país mejor, pensamos que eso pasa por un Gobierno de coalición”.
El ‘morado’ espera que Sánchez recupere el “talante negociador” y tiene la confianza en que les llame esta misma semana. En todo caso, el sentido de la votación será lo que dicte la consulte a las bases de esta semana, cuya pregunta es si se prefieren un Gobierno del PSOE solo o uno con ministros de Unidas Podemos.
Para Echenique sería “inconcebible” que el PSOE permita ir a elecciones, por lo que insisten en que tendrá que aceptar una coalición antes de tener que ir otra vez a las urnas.
Bastaría la abstención de PP o Cs
El dirigente socialista ha insistido también en otra vía para lograr la investidura: la abstención de PP o Ciudadanos. Tanto los de Pablo Casado como los de Albert Rivera se han negado durante estas semanas a facilitar la investidura. Y hoy se han reafirmado en su postura. Pero si alguno de los dos no votara en contra en la segunda ronda -la del jueves- podría ser elegido Sánchez presidente y se desbloquearía la situación.
El peor escenario sería el de que el jueves 25 Sánchez tenga más ‘noes’ que ‘síes’. Entonces se abriría un plazo de dos meses para que cualquier candidato intentara la investidura. En caso de que nadie lo logre, habría que ir otra vez a elecciones el próximo 10 de noviembre.
Sánchez achucha: su candidatura decae
Sánchez ha dejado caer que solo está la oportunidad de julio. Ha recordado que si hay una investidura fallida, decae directamente su candidatura. Entonces se tendría que abrir otra ronda de consultas por parte del rey para ver si algún aspirante tiene los votos suficientes y que en su caso ya se habría visto que no se le apoyó en el Congreso. No ha negado que no fuera a presentarse otra vez, pero ha presionado al máximo para que sea en julio.
En caso de una votación negativa, tendría que tomar otra vez las riendas el jefe del Estado en pleno mes de agosto y sin una alternativa a la que le den las cuentas.
Y la presión va a ir directamente al Partido Popular: ya la semana pasada los diputados del PSOE que se abstuvieron con Mariano Rajoy enviaron una carta a los populares recordando su postura y pidiendo una abstención patriótica.
El presidente sobre estas posibles abstenciones ha dicho en la Ser: “He de decir que soy bastante pesimista”. Albert Rivera ni siquiera ha accedido a reunirse las últimas veces que se lo ha pedido el presidente en funciones. Palabra de Sánchez sobre esta actitud: “Algo que deploro, una falta de respeto a los ciudadanos”. Y, entre sus argumentos para lograr ese sentido del voto, está la situación de Cataluña. En el Ejecutivo preocupa la reacción del Govern tras las sentencia del procés y la situación extrema de tener que aplicar el 155. El PSOE dice que en las manos de populares y ‘naranjas’ está la posibilidad de no tener que depender del independentismo.
“El PP no se va a abstener”
Desde el PP, al final de la mañana, el ‘número dos’, Teodoro García Egea, ha dejado claro que la postura “no ha cambiado durante estos meses”: “No la vamos a cambiar”.
En su opinión, “lo que pase” en el debate es “responsabilidad del Sánchez y del PSOE”. En este punto, ha dicho que tiene que buscar los apoyos en aquellos con los que fue de la mano en la moción de censura.
Según García Egea, Sánchez en sus memorias, Manual de resistencia, dijo que la abstención fue una “idea pésima”. “El PP no le va a regalar la investidura, no lo va a permitir por activa o por pasiva”, ha añadido. Y ha agregado: “El PP no se va a abstener”. El Partido Popular, ha proseguido, no se siente presionado: “Su posición es no”.
Según el barómetro de La Sexta difundido este lunes, el 63,8% de los ciudadanos cree que el PP o Cs deberían abstenerse para que el PSOE gobierne. No obstante, entre los votantes del Partido Popular, el 79,2% rechaza facilitar el Gobierno a Sánchez. En cambio, hay gran división entre los electores de Ciudadanos: el 51,6% cree que se deberían abstenerse y el 47,6% se opone.
La presión para Unidas Podemos llega también desde el sector crítico que se marchó del partido y que está liderado por Íñigo Errejón. En una entrevista en El Mundo ha dicho que hay espacio para que fuerzas progresistas “no sectarias” saquen buenos resultados en unas elecciones. “En política he aprendido a no descartar casi nada. Pero no estamos en eso sino en construir Más Madrid. Que eso luego sirva de inspiración para otros lugares nos alegraría, pero los tiempos de la política y los de la actualidad no son los mismos”, afirma. Esto puede preocupar a Pablo Iglesias al entender que no llegar a un acuerdo podría perjudicarle en una nueva cita con las urnas y ante la posibilidad de tener un rival más que directo en su espectro, como sucedió en las autonómicas y municipales.
A día de hoy: las cuentas no le dan a Sánchez. Se avecina una semana de estrés político.