¿Y del sexo de los ángeles, qué?
Nuestro mundo se nos desmorona. Se rompe a cachos. Desde hace unos años las señales de alerta son cada vez más serias.
Nuestro mundo se nos desmorona. Se rompe a cachos. Desde hace unos años las señales de alerta son cada vez más serias. Todo lo cierto se ha convertido en dudoso. La incertidumbre se apodera de las sociedades. Todo lo sólido, como el ‘estado de bienestar’, se ha transformado en gaseoso. Todo lo firme, lo que no admitía duda, la paz europea, por ejemplo, se ha agrietado. ¡Quién sabe lo que pasará mañana! Quién sabe si esa central nuclear de Ucrania, Zaporiyia, situada en medio del campo de batalla puede convertirse en la mecha de un holocausto ’nuclear. O la de Chernobil, que ya fue escenario de combates.
¿Y si Putin las ataca con misiles de falsa bandera, aunque también destruya parte de la Madre Rusia? Decía Albert Einstein que no sabía con qué armas se peleará una tercera tercera guerra mundial, pero que sí sabía que la cuarta iba a ser con palos y piedras. Como los inquilinos de Atapuerca. Era un hombre sensato. Otra frase suya indispensable y que viene bien al caso es que “solo hay dos cosas infinitas, el universo y la estupidez humana, pero de la primera no estoy muy seguro”.
Ha vuelto, pues, la guerra a Europa. No ha sido una sorpresa. Hace años que el nuevo Zar apuntaba maneras. Quería recuperar para Moscú el imperio perdido. El de los Romanov y el de Stalin. Miraba hacia el norte, hacia las repúblicas bálticas, pero también hacia Polonia, y hacia el sur, hacia Crimea, como palanca, y hacia Ucrania después como objetivo estratégico, Una tenaza de acero (por lo que estamos viendo un poco herrumbriento) para asfixiar política y militarmente a las naciones liberadas de aquel gigantesco campo de concentración que fue el Pacto de Varsovia, y que aún tienen el pánico metido en el cuerpo.
Y con las poco gloriosas y edificantes hazañas bélicas del antiguo espía del KGB, se ha hecho presente una realidad que a pesar de estar considerada como una posibilidad, no se tuvo seriamente en cuenta. El Kremlin presiona con un elemento vital sobre todo para el norte y centro europeo: el gas. Y la UE entera, porque el cierre del grifo sería de enormes consecuencias en cadena, entra en modo pánico, después de haber estado silenciada en modo avión.
Hace años, Bruselas tenía previstos una serie de depósitos de GNL (Gas Natural Licuado) en la periferia atlántica del continente para la importación masiva desde las Américas, en caso de que ocurriera algo parecido a lo que está ocurriendo en la actualidad. Uno de los ‘hub’, confirmó a unos periodistas en ‘of the record’ hace unos cinco o seis años el Comisario UE encargado de la Energía, estaría en Canarias, y otro quizás en Madeira. Aquello no pudo ser, en gran parte, por la oposición del Archipiélago. Pero gracias a la providencia y en su defecto a otras alternativas geoestratégicas, España cuenta hoy con una alta capacidad para regasificar.
La propuesta de Sánchez, planteada hace meses y ridiculizada enseguida por la derecha y su coro mediático, y ninguneada por Francia, la ha retomado ahora el canciller alemán Olaf Scholz. Lisboa y Madrid pueden ser piezas decisivas para rebajar el grado de peligro del ‘general invierno’. La ‘burbuja peninsular’ (la que logró ‘topar’ el precio máximo del gas a pesar del boicot retórico popular) puede dejar en ridículo otra vez la estrategia putinesca. Y, de paso, servir de advertencia ad futurum para Argelia, cuyos dirigentes fueron los primeros en practicar este chantaje cuando el delirio de un estado satélite Polisario en el antiguo Sahara Español pasó a peor vida por el error de la inmovilidad excesiva.
En casi cincuenta años cambian tantas circunstancias que necesariamente, hay que moverse…hacia adelante. La política exterior española ya tenía síntomas reumáticos, y era indicada una terapia de choque, de ejercicios y de inyecciones de ácido hialurónico para mejorar la mecánica de las articulaciones como lubricante en reumas, artrosis y similares.
En fin, la guerra en cualquier instante puede mundializarse por el oeste; y por el este va en aumento el ‘peligro chino’ con su Ucrania particular que es Taiwan, y con su instrumental ‘invisible’ que es su economía. Y encima Pekín ha sabido aprovecharse de la desmedida avaricia de una globalización al servicio de las multinacionales y de sus palanganeros políticos, los que antes de la popularización del bidé hacían este servicio higiénico en las casas de putas de toda la vida.
Y antes, pues tenemos la pandemia, con una oposición además de ignorante, irresponsable. Aún hoy desde la extrema derecha se recirculan bulos dignos del barón de Munchaussen, con un zumo de trolas conspiranoicas que por su éxito de público quizás demuestren la urgente necesidad de otra reforma psiquiátrica por la vía de urgencia…aunque es altamente probable que no tenga mayoría parlamentaria suficiente, ni mediática, precisamente por la extensión de la enfermedad en las supuestas élites.
Hay una estrategia internacional, en España con características propias de Rinconete y Cortadillo y Pepe Goteras y Otilio chapuzas a domicilio, contra el ‘progresismo’, que está construyendo como quien no quiere la cosa, un rosario de repúblicas Weimar. Franquicias ideológicas de ese trumpismo que pone a EE. UU. al borde de una guerra civil.
Progresismo viene de progreso; y se supone que es el progreso lo que ha permitido avanzar a la humanidad desde que apareció el ‘homo sapiens sapiens’. Lo contrario al progreso es la reacción. Defender sin que se les caiga la cara de vergüenza que la contaminación es buena para la salud y, como en el Tenorio, se respira mejor, no refleja suficientes dedos de frente; estar a favor de las petroleras y de los combustibles fósiles a esas alturas de la historia cuando ya son clamorosas las evidencias científicas, o criticar las leyes antitabaco, sin duda está más relacionado con el poder de las multinacionales que con el interés general.
En realidad podría hablarse con fundamento de una actitud criminal al negar el cambio climático y haber impedido la adopción de medidas correctoras desde una ‘superioridad de gestión’ falsa y tramposa que oculta la autoría compartida de las grandes crisis provocadas por el capitalismo de ruleta. Culpa tanto de los autores intelectuales y de los depredadores, que viven en sus paraísos…fiscales… y de sus cómplices instrumentales, que también quieren tener yate y chalé de lujo, aunque sea ‘time sharing’ con corruptos, indeseables y hasta narcos.
Y mientras el sabio señala las estrellas los babiecas le miran embobados el dedo. No quieren ver esta ola de incendios incontrolables, entre otras razones por un proceso de gentrificación del rural, que ha agravado los efectos del cambio climático; ni la subida del nivel del mar y la pérdida de la masa de hielo de los polos y los glaciares; ni una sequía crónica y climas extremos; el viento del desierto que llega a Londres; las grandes migraciones en África o desde África, multi-anunciadas…
Mientras tanto la derecha, y en este momento, Isabel Díaz-Ayuso y Dios nos guarde traslada las idioteces a bote pronto a la política nacional: no solo a los mentideros de la Villa y Corte, que eso siempre ha ocurrido, sobre todo en las barras de bar, sino en las instituciones. Las medidas para el ahorro energético, similares a las europeas para reducir la dependencia de los gaseoductos, largos rejos del pulpo ruso, han sido contestadas con gran alharaca por una hora o dos más o menos de apagado de las luces. Aparte de las pocas luces habituales de la cerril reacción noista.
Argumentar que es una muestra de autoritarismo y anunciar una insurrección y un recurso al TC, confiando en los amigos prorrogados ‘sine die’, puede tener efecto boomerang: ¿también por el mismo motivo es autoritaria la señalización de tráfico y la prohibición de circulación o los STOP que impiden la libre circulación y la libertad individual y liberal de tomar cañas….?¿Y si los ayuntamientos también se declaran en rebeldía y deciden tratar igual a los disparates y ocurrencias de la Comunidad?
Los ‘padres de la Iglesia’ discutían en la antigua Bizancio sobre el sexo de los ángeles y la de Dios es Cristo, con los otomanos asediando la ciudad. Bueno, pero aquí hay que citar a Irene Montero y Podemos que han solucionado en un plis plas, la controversia: actualmente esos ángeles podrían poner en el DNI el sexo que quieran. Y por el tiempo que deseen.
Agárrense que vienen curvas.