¿Y ahora quién cuida a los niños? Los malabarismos de la conciliación en tiempos de covid
Clases confinadas y niños en cuarentena por contacto estrecho, ¿qué opciones tienen las familias?
“Para los padres es una auténtica locura, te faltan manos, brazos, horas, minutos…”. Sara, profesora de primaria del colegio CSC Capuchinos de Madrid y madre de dos niños, está viviendo en primera persona el caos en los colegios derivado de la situación sanitaria. La conciliación antes de que el coronavirus pusiera patas arriba nuestras vidas ya era una gran tarea pendiente para la mayoría de familias españolas, pero la pandemia y ómicron han hecho que los padres se vean obligados a hacer verdaderos malabarismos para poder cuidar de sus hijos.
El protocolo actual de Sanidad señala que una clase entera debe confinarse solo cuando hay más de cinco positivos en el aula o cuando los contagios representan el 20% del total. A los posibles contagios que se den dentro del aula hay que sumar el ámbito familiar y eso ha dejado a los colegios en cuadro.
“No hay día que no suba el director o el jefe de estudios y me diga, ‘Sara, fulanito y pascualito de tu clase son positivos’. Al día siguiente, ‘Sara, menganito y su familia están en cuarentena porque han tenido un contacto estrecho’. Estamos en cuadro, con profesores de baja”, reconoce Sara.
Nuria vive en Yuncos, en Toledo, y es una de esas madres que se ha visto envuelta en medio del caos tras el brote en el colegio al que va su hijo de cinco años. Su hijo dio positivo un lunes después de que los contagios comenzaran a sucederse en la escuela el miércoles anterior. “En cuestión de 3 días había 12 niños infectados y el viernes ya salió el primero en la clase de mi hijo”, cuenta Nuria a El HuffPost, explicando que todos los niños de su curso coinciden en los recreos y en el comedor.
Después de que su hijo diera positivo, ella le siguió el martes. Nuria es autónoma y no puede trabajar en esta situación porque tiene una infección pulmonar. “Así que no cobro nada estos días”, denuncia. Antes de que su hijo se contagiara, decidió no llevarlo al colegio ante el panorama que comenzaba a vislumbrarse y la falta de información entre la escuela y las autoridades sanitarias.
“Desde el colegio nos dijeron que trasladaron la situación a Sanidad, a Toledo, y desde Sanidad respondieron que esos niños tienen que confirmar con sus médicos que son positivos para confinar la clase. Este mensaje el lunes, cinco días después del comienzo del brote”, cuenta incrédula. Certificar que el niño es positivo tampoco es sencillo: “La app de Sescam no te deja pedir cita telefónica con el pediatra, te hacen llamar por teléfono al centro de salud. Nadie coge el teléfono, tienes que personarte en recepción para conseguir una cita telefónica con el pediatra y las están dando para dentro de semanas. Esto siendo positivos, madre e hijo, que claro, tienes que bajarte estando malísima con el niño, los dos positivos en covid dentro del centro de salud. Lo mismo con las bajas. Directamente te dan cita y te dan el alta junto a la baja.”, relata Nuria.
Una vez recuperada puede teletrabajar desde su casa y cuidar de su hijo, pero no es el caso de otras madres del curso y en el grupo de WhatsApp que comparten se escuchan historias de terror. “La desesperación de las madres clama al cielo porque en sus trabajos les dicen que tienen que coger días de vacaciones para cuidar de sus hijos. Entre ellas se aconsejan chupar las cucharas y los vasos de sus hijos para contagiarse. Ser positiva es la única forma de obtener la baja y poder cuidar a tu hijo”, denuncia Nuria.
Otro de los desesperados recursos que ha escuchado durante estos días ha sido “dile a tu hijo que te chupe el dedo y luego chúpatelo tú”. La historia se repite en cientos de colegios de toda España. En Madrid, en la puerta del centro donde Sara da clases la conversación gira en torno a la falta de opciones para las familias. Yolanda, madre de un niño de once años, acude a llevarlo al colegio y cuenta las situaciones límite que está viendo en su alrededor. Una de sus compañeras de trabajo tuvo que mentir y decir que había dado positivo en coronavirus porque sus hijos lo habían dado y no tenía con quién dejarlos y su marido acababa de empezar en un nuevo trabajo.
“La baja es imprescindible. Los niños no se cuidan solos, como bien dice la campaña que lanzó Malasmadres. Y no solo por covid, debería existir la baja por cuidado de hijos ante cualquier enfermedad del menor, que termina quedándose con los abuelos a las 7 de la mañana y contagiándoles todos los virus, cuando deberían estar en sus casas con sus madres”, defiende Nuria, sugiriendo que “al menos” el teletrabajo debería ser obligatorio cuando sea posible.
También invita a facilitar en la medida de lo posible las gestiones y el papelo, pues suman otro obstáculo a la gymkana de hacerse cargo de los pequeños en esta situación. “No es normal que tengas que ir a confirmar un positivo de un menor de forma presencial ni a por una baja covid, cuando es un documento que bien podría enviarse por correo electrónico para que no tengas que sacar a tu hijo positivo de casa, lo que viene siendo respetar el confinamiento”, recuerda Nuria.
Los recursos de las familias
Las opciones de los padres para hacer frente a esta situación son pocas. En marzo de 2020 el Ministerio de Trabajo puso en marcha el Plan Me Cuida, que permite a los padres flexibilizar sus horarios y teletrabajar para adaptarse a sus hijos en caso de circunstancia excepcional, como es el caso de dar positivo en coronavirus. La otra opción que plantea es la reducción de jornada, que conlleva una reducción del salario. El plan se prolongará hasta el 28 de febrero, pero para asociaciones como el Club de Malasmadres no es suficiente.
En el marco de la Asociación Yo No Renuncio, sus integrantes lanzaron la campaña Esto no es conciliar hace meses, pero la han actualizado después de la vuelta a los colegios tras las vacaciones de Navidad para pedir que se tomen cartas en el asunto y reclamar una solución al Gobierno. ¿Lo más indispensable? Que los padres puedan pedir una baja laboral para cuidar de sus hijos cuando dan positivo o en aislamiento y el teletrabajo como “imperativo legal” cuando se dan estas situaciones.
Desde el Ministerio de Trabajo, responsables del Plan Me Cuida, trasladan a El HuffPost que empatizan con la situación de las familias pero que en su cartera no tienen las competencias para abordar las bajas.
Desde UGT también han mostrado su disconformidad con el plan del Gobierno ya que lo consideran insuficiente. El sindicato deja claro en un comunicado emitido este lunes que la situación “es insostenible” porque la mayoría de personas no se lo pueden permitir y “deja fuera a las familias monomarentales/monoparentales y a los autónomos”.
El sindicato reclama “un permiso retribuido para los trabajadores y trabajadoras que tienen que cuidar a menores y/o mayores dependientes por cuarentenas, cierre de colegios, y centros de día”. Además, señala que el teletrabajo no es una solución para cuidar a los hijos.
Precisamente un permiso de cuidado retribuido para hacerse cargo de hijos, padres y convivientes es lo que ha anunciado este jueves Ione Belarra, Ministra de Derechos Sociales. La líder de Podemos ha expresado la intención de incluir esta novedad en la Ley de Familias, pero todavía no se barajan las fechas en las que podría aprobarse.
“La covid nos ha enseñado lo importante que es cuidarnos y tener tiempo para cuidar a los demás, y son lecciones que han venido para quedarse. Por eso, pensamos que España tiene que empezar a homologarse con otros países de la Unión Europea y establecer un permiso de cuidado, de al menos 7 días al año por persona, que esté 100% remunerado”, expresó la ministra. Si la persona que necesita cuidados está en otra Comunidad Autónoma y por lo tanto es necesario un desplazamiento, el permiso se extenderá hasta los 9 días.
“Nuestro gran objetivo en la Asociación Yo No Renuncio es un Plan Nacional de conciliación en España. Pero la pandemia nos ha obligado a exigir medidas urgentes para que podamos sobrevivir”, explica Laura Baena, fundadora del Club de Malasmadres. “El Plan Me Cuida es insuficiente e ineficiente por dos razones claras: la única solución que da a las familias es una reducción de jornada de hasta el 100% con la consiguiente pérdida salarial, cosa que no pueden permitirse la mayoría de las familias”, denuncia Baena, que defiende que “no es una medida de conciliación”.
Baena también denuncia que “se vulneran los derechos de los menores a ser cuidados” y destaca que en el plan del Gobierno, “el teletrabajo no es obligatorio en una situación de necesidad” por lo que la posibilidad de poder hacerlo depende de que tu empresa lo permita. “Hemos tenido tiempo para ajustar este plan y convertirlo en una herramienta útil, pero no ha sido así. La situación actual es que muchas mujeres acaban demandando con el perjuicio económico y emocional que ello conlleva. Y la mayoría no denuncia por miedo a que la echen del trabajo. Esa es la realidad de España, que parece que los dirigentes políticos de este país no quieren ver”, añade Baena.
Cada día reciben un aluvión de consultas de madres y padres desbordados por la situación y buscando ayuda para poder gestionarla. “La pregunta que más nos hacen es ‘qué puedo hacer cuando mi hijo o hija es positivo, yo soy negativo y tengo que trabajar’. Las familias están viviendo con desesperación esta situación de falta de apoyo a la conciliación. Es increíble que en estos momentos no se hayan aprobado las bajas laborales en estas circunstancias”, insiste.
Con su campaña Esto no es conciliar, que pretenden recoger 300.000 firmas en change.org para presionar a las instituciones, Malasmadres quiere recordar que “los niños y las niñas no se cuidan solos” y denunciar los malabarismos a los que se enfrentan la mayoría de familias.
“Esas familias tienen que dejar a sus hijos con otras personas, en la mayoría de los casos abuelos o abuelas, que son grupo de riesgo, coger vacaciones (si pueden), solicitar el teletrabajo, si el puesto y la empresa lo permite o dejar a esos niños solos. Recordemos que durante la pandemia 1 de cada 4 mujeres ha renunciado a todo o parte de su trabajo para poder cuidar”, insiste Baena.
Según los últimos informes de Sanidad, la incidencia en el grupo de menores de 12 años sigue siendo la más elevada y supera los 5.000 casos por cada 100.000 habitantes. Por eso, aunque la mayor parte de los casos no sean de gravedad, las familias cuentan con seguir desbordadas durante semanas a falta de medidas concretas o de que la curva se aplane. “Concilia trabajo, deberes, casa, vida, es una locura. Según están las cosas no nos queda otra”, resume Sara.