Will Smith, sobre su relación abierta: "El matrimonio para nosotros no puede ser una prisión"
El actor se sincera en sus memorias y en una entrevista.
En julio de 2020, Will Smith y Jada Pinkett, una de las parejas más sólidas de Hollywood, fueron la comidilla de todos después de que saliera a la luz una relación de ella con el músico August Alsina cuando el matrimonio pasaba por una importante crisis.
Smith y Pinkett, casados desde 1997, incluso hablaron de ello casi a modo de terapia pública en el programa Red Table Talk, donde demostraron que pese a lo ocurrido, su matrimonio no se tambaleaba. En alguna ocasión han reconocido que tienen una relación abierta, algo de lo que el protagonista de El príncipe de Bel-Air acaba de dar detalles.
El intérprete publicará sus memorias en noviembre, en las que desvela intimidades sobre su matrimonio, de las que también ha hablado en una entrevista en GQ. Por ejemplo, reconoce que Jada ni quería una boda tradicional ni mudarse a una gran casa que él se empeñó en comprar, compromisos con los que ella “negaba dolorosamente sus propios valores”.
“Nada bueno viene de gastar el dinero que tanto te costó ganar en una casa familiar que tu mujer no quiere”, relata Smith. “Estás dando un anticipo a la discordia y durante años pagarás una hipoteca de desdicha”, reflexiona sobre aquellas decisiones.
Para que Smith pudiera desarrollar su carrera, Jada rechazó algunas oportunidades que le surgieron, como ser telonera con su banda de Guns N’ Roses. Un punto de inflexión fue el 40º cumpleaños de ella, para el que el actor organizó una gran cena con familia y amigos y proyectó un documental sobre la historia de la familia Pinkett y sus orígenes esclavos.
Esa noche, discutieron, porque a Jada aquello le pareció “la demostración de ego más repugnante” que había visto en su vida. “Nuestro matrimonio no estaba funcionando”, admite Will Smith. “Ya no podíamos fingir. Los dos éramos desgraciados y claramente algo tenía que cambiar”.
Aunque en el libro no menciona más, en la entrevista sí dice sin tapujos que Jada “nunca creyó en el matrimonio convencional” por la manera en la que fue criada y que, aunque gran parte de su relación fue monógama, en algún momento dejó de serlo.
“Nos hemos dado confianza y libertad el uno al otro, con la convicción de que todo el mundo tiene que encontrar su propio camino. Y el matrimonio para nosotros no puede ser una prisión”, subraya el actor.
“No sugiero nuestro camino a nadie. No sugiero este camino para nadie. Pero las experiencias de las libertades que nos hemos dado y el apoyo incondicional, para mí suponen la definición más elevada del amor”, añade.