'West Side Story': las claves del gran musical de Spielberg
El director estrena su versión del clásico de Robbins, Bernstein y Sondheim que llega el 22 de diciembre a las salas.
Pocas personas pueden salir airosas de versionar un clásico del cine como West Side Story, pero si eres Steven Spielberg no solo sales airoso, sino que apruebas con nota. El célebre director estrena este 22 de diciembre en salas de cine su adaptación del clásico musical de Broadway que ya se llevó al cine en 1961 de la mano de Robert Wise y Jerome Robbins, artífice junto a Bernstein y Sondheim de concebirlo en un primer momento.
La película introduce cambios para adaptarse a la realidad actual y, por ejemplo, Spielberg ha decidido no subtitular las partes en español de los personajes puertorriqueños “por respeto” y solo utilizar a actores latinos para representar a los Sharks. Vuelve a la pantalla Rita Moreno, estrella de la cinta original y encargada entonces de dar vida a Anita, pero de una manera muy diferente.
Qué cambia respecto a la original
Spielberg ha querido contar con de nuevo con Rita Moreno para el remake de West Side Story y, con su participación, modificar uno de los personajes del musical original. Valentina es una versión más desarrollada de Doc, y ejerce de mentora y figura comprensiva de los jóvenes de ambas bandas, que se están peleando entre ellos mientras su barrio de Nueva York se derrumba.
Rita Moreno, de 90 años, cautiva a la pantalla con su interpretación y también ejerce de productora de la película. De hecho, estuvo presente durante gran parte del rodaje y supervisó escenas que ella misma rodó hace 60 años, como el momento en el que Anita es atacada por los Jets y la propia Valentina la salva. En su día, Moreno sufrió un ataque de pánico rodándola, pero en esta nueva versión se ha contratado un coordinador de intimidad que trabajó con el coreógrafo, Justin Peck.
Precisamente Peck es otro de los grandes nombres de la cinta. Coreógrafo residente del New York City Ballet y con experiencia en Broadway, decidió no mantener la coreografía original de Jerome Robbins sino introducir su propio trabajo, aunque se han incluido algunos pasos a modo de homenaje.
Sí se han mantenido, obviamente la música de Leonard Bernstein y las letras de Stephen Sondheim, recientemente fallecido. Se han hecho algunos arreglos a la banda sonora que han corrido a cargo del compositor David Newman, mientras que otro gran nombre, Gustavo Dudamel, se ha encargo de dirigir a los músicos de la Filarmónica de Nueva York durante las grabaciones.
Ha nacido una estrella... por partida doble
Además de una buena película, West Side Story es la mejor carta de presentación de Ariana DeBose, Anita, y Rachel Zegler, María. Ambas brillan tanto en la parte musical, como de danza, llevando gran parte del peso de la película.
En el caso de DeBose, cuenta con una amplia experiencia en musicales, y ha participado en Hamilton. Zegler tiene una trayectoria menos extensa pero en esta cinta ya ha demostrado su potencial, mostrando más carisma que Ansel Elgort en las escenas que comparten.
Un escándalo
El estreno de West Side Story lleva consigo un elefante en la habitación: las acusaciones de abuso sexual hacia Ansel Elgort, que interpreta a Tony. Todo empezó en junio de 2020, cuando una mujer acusó al actor de abusar de ella en 2014, cuando todavía era menor. La joven reveló su testimonio a través de Twitter y contó que su relación había empezado con un intercambio de mensajes en redes sociales, hasta que decidieron quedar en persona.
“Cuando sucedió todo, en lugar de preguntarme si quería parar el sexo sabiendo que era mi primera vez y que estaba sollozando de dolor y no quería hacerlo, las únicas palabras que salieron de su boca fueron ’necesito forzarte”, le habría dicho Elgort a esta joven, llamada Gabby. El intérprete, que ya había participado en varios taquillazos, negó las acusaciones y defendió que era una venganza de la joven por haberle hecho ghosting.
Las acusaciones salieron a la luz después de que terminar el rodaje del musical y, después de conocerse, Elgort decidió retirarse de la vida pública y borrar gran parte de su contenido en Instagram, incluido su comunicado. El actor solo ha salido de su escondite para promocionar West Side Story, aunque de manera discreta. Los medios estadounidenses revelan que no se han permitido entrevistas individuales con el actor y nadie en el equipo de la película ha hecho referencia a las acusaciones.
Éxito de crítica, fracaso de taquilla
A pesar del escepticismo inicial, la película ha sido bien recibida por la crítica. The Guardian ha resaltado las dotes técnicas de Spielberg, mientras que en la revista Empire han otorgado al musical cinco estrellas. Mientras, la revista especializada Variety ha alabado que la película transmite “la alegría” que vivió el equipo rodándola y cómo se contagia a los espectadores. Por otro lado, Vanity Fair aplaude que esta nueva versión hace justicia a la original “con fuego y gracia”.
Ese éxito entre la crítica no se ha traducido en número de espectadores. La película sufrió un batacazo histórico en la taquilla estadounidense, recaudando únicamente 10 millones y medio de dólares en su primer fin de semana, una cifra baja para una gran producción en la que se han invertido 100 millones de dólares.