Mañueco y Vox pactan la protección de las víctimas de 'violencia intrafamiliar' y piden el beneficio de la duda
El presidente regional ha tenido que salir a aclarar la polémica por el acuerdo con Vox, pero el tema de la ley contra la violencia intrafamiliar ha acaparado la ronda de preguntas.
Tan solo ha pasado un día desde el pacto entre el Partido Popular y Vox en Castilla y León y el acuerdo sigue generando dudas en varios aspectos clave para la ultraderecha como la violencia de género, la inmigración y la doctrina ideológica en las escuelas.
Para solventar las dudas sobre el texto, el presidente Alfonso Fernández Mañueco ha salido en rueda de prensa. Sin embargo ha habido un tema que ha acaparado todas las preguntas: la ley contra la violencia intrafamiliar que incluye el acuerdo.
Sobre el tema, el presidente regional ha asegurado que “siempre está con las víctimas de todo tipo” y ha explicado que el plan de violencia intrafamiliar expira en unos meses y que por eso la propuesta es convertir ese programa en ley. Ante las dudas de los periodistas, Mañueco ha aclarado que se trata de un complemento a la ley contra la violencia de género y que “en nada” la modifica y que garantiza que continuará vigente, como el resto del ordenamiento jurídico.
“Queremos elevar la protección de todo tipo de violencia que se dan en el ámbito familiar, nada tiene que ver con la desprotección”, ha argumentado.
No obstante, no ha quedado tan clara su explicación sobre qué es violencia intrafamiliar y por qué se ha decidido por este término. “Qué es el violencia intrafamiliar y qué es la violencia en el ámbito familiar, es lo mismo”, ha respondido. A este respecto Mañueco ha dejado claro el punto en el acuerdo “no es una imposición de Vox”.
El tono de Mañueco ha ido cambiando según los periodistas seguían cuestionándole sobre el mismo tema y ha llegado a preguntar a una periodista: ”¿Ha encontrado usted algún elemento machista, racista o xenófobo en el documento que hemos firmado?”.
Por el momento, el líder del PP regional no ha dado mayor información sobre esa ley y ha recordado que “suele tardar meses y muchos trámites”. Sin embargo ha querido dejar claro que el Gobierno de coalición, el primero de la mano con Vox, “va a actuar con normalidad. “Es que parece que estoy haciendo aquí el debate de investidura”, ha llegado a responder ante la prensa.
Inmigración y adoctrinamiento
Lejos del tema de las víctimas de violencia de género, el presidente de Castilla y León también ha respondido a cuestiones sobre las que Vox tiene un posicionamiento muy claro y que aparecen en el acuerdo.
Una de ellas es la ‘inmigración ordenada’ que aparece en el texto y sobre lo que Mañueco ha explicado que “es recibir a las personas que permite la ley que puedan venir a nuestro país”.
“Somos tierra de acogimiento y traslado la tranquilidad a todo el mundo y vamos a atender a los inmigrantes que vengan a esta tierra y que respeten la ley”, ha garantizado.
Otro tema candente ha sido el ‘adoctrinamiento ideológico en las aulas’. Según Mañueco, lo dejaron contemplado para que no se dé y sobre lo que en Castilla y León “tenemos un respeto absoluto”. Entonces una periodista le ha preguntado si es porque ahora sí existe ese adoctrinamiento escolar entre los alumnos. “Ahora no hay pero nos parecía importante hacer hincapié en esa materia”, ha aclarado.
Sorprendido por las reacciones
La noticia del primer gobierno de ultraderecha ha resonado hasta en Europa donde no ha sido bien acogida, incluso hasta por los propios miembros del Partido Popular Europeo. Ante la reacción y la preocupación desde fuera de España, Mañueco ha reconocido que se siente “sorprendido” y ha justificado que tenía el beneplácito del Comité Ejecutivo Nacional de Pablo Casado para formar gobierno.
“Sorpresa no puedo decir ni que sea crítica ni desaprobación, sorpresa”, ha zanjado para manifestar su “exclamación” por unas afirmaciones que le han “sorprendido”.
En este sentido, ha recordado que tenía las manos libres para negociar el acuerdo con Vox y no ha ocultado que las diferencias entre el PP y los de Santiago Abascal son “públicas y notorias”, para insistir en la capacidad de ambas fuerzas para alcanzar una “postura común” y “de equilibrio”.