Vox sale reforzado y reclama a Mañueco la vicepresidencia
La ultraderecha logra 13 procuradores, será clave y pide por primera vez entrar al Gobierno.
No es un día cualquiera para Vox. El partido de ultraderecha es el gran vencedor de la noche tras las elecciones de Castilla y León: logra 13 procuradores, doce más de los que tenía, y tendrá la llave para que gobierne Alfonso Fernández Mañueco, candidato del PP, vencedor de los comicios.
Pero no sólo es un día especial para la extrema derecha por este motivo, sino porque por primera vez desde 2018, cuando emergió en las elecciones de Andalucía, Vox ha reclamado entrar en el Gobierno.
Hasta ahora habían visto los toros desde la barrera, como socio de Gobierno, pero sin entrar en el Ejecutivo. Lo han hecho en Andalucía, en Madrid y en Murcia. Pero hasta aquí.
Ahora sus dirigentes lo han dejado muy claro: “Juan García-Gallardo será vicepresidente”. Así de rotundo se ha mostrado Iván Espinosa de los Monteros, portavoz de la ultraderecha en el Congreso, en los micrófonos de LaSexta.
“Qué cara de vicepresidente se le está poniendo a Juan”, afirmaba desde el escenario Santiago Abascal, líder de la formación, acompañado del joven candidato, un desconocido que ha obtenido un resultado histórico para la ultraderecha.
Porque Vox ha pasado de los 75.000 votos de 2019 a más de 200.000 este domingo. Un crecimiento de más de 12 puntos y 13 procuradores en el Parlamento.
Y lo que es más importante, ha anulado la estrategia del PP de gobernar en solitario. La candidatura de Mañueco no sólo no ha logrado su objetivo, sino que hasta ha perdido votos en el camino.
Aun así, el candidato popular ha afirmado que quiere que gobierne el PP y que hablará “con todos” y que lo hará empezando por los que mayor representación tienen, es decir, por el PSOE.
“Yo también quiero que gobierne Vox, pero no puede ser”, ha dicho Espinosa de los Monteros en declaraciones a LaSexta, donde ha criticado que el candidato del PP se acerque a los socialistas.
Ante este resultado, está por ver qué hace el PP, si accede a las exigencias de la ultraderecha o busca una alternativa. De momento, la pelota está en su tejado.