Vox entrega a Ayuso mayor control en Telemadrid
Con su abstención, el PP reforma la ley de la televisión regional para rebajar la mayoría que nombra al director general.
Vox ha permitido al PP en la Asamblea de Madrid sacar adelante, gracias a su abstención y por lectura única, una nueva reforma de la modificación de la Ley de Radio Televisión Madrid que rebaja la mayoría necesaria para elegir al director general.
Ya en verano, a principios de la actual legislatura, el PP presentó un cambio a la normativa impulsada durante el mandato de la expresidenta Cristina Cifuentes que también salió adelante con la abstención de Vox. Se establecía que el director general sería elegido por mayoría de dos tercios de la Cámara regional (91 diputados) en primera votación. PP y Vox suman 78 parlamentarios en el actual arco parlamentario.
Con la reforma aprobada este jueves, pese al voto en contra de Más Madrid, PSOE y Vox, el director general tendrá que ser refrendado por una mayoría de dos tercios de la Asamblea en una primera votación pero la diferencia es que abrirá la puerta a una segunda vuelta, en la siguiente sesión plenaria, en la que valdría una mayoría simple. De esta forma el PP sacaría adelante la votación con la abstención de Vox.
Además, se modifica el número de miembros del Consejo de Administración del ente público que hasta ahora estaba compuesto por nueve miembros, personas físicas con suficiente cualificación y experiencia profesional, y que ahora quiere reducirse a cinco.
También se cambia su forma de elección. Si no se alcanzase la mayoría de dos tercios en la votación de alguno de los candidatos propuestos o en todos se procedería “a una segunda ronda de votaciones en la siguiente sesión siendo elegidos, en este caso, por mayoría simple”.
Además, si tampoco se obtuviera un resultado en la segunda votación, se requerirá a los grupos proponentes de los candidatos rechazados, nuevos candidatos, hasta que se cubra el cupo y se cumplan las condiciones.
En el debate parlamentario, la diputada del PP Almudena Negro ha defendido que esta modificación se impulsa para “evitar bloqueos” que se han vivido respecto al nombramiento de consejeros y también porque el consejo de administración actual no representa “la voluntad expresada por los madrileños el 4M”.
La parlamentaria de Unidas Podemos Vanessa Lillo ha criticado que “en menos de un año” traigan una segunda modificación de la Ley de Telemadrid con la “verdadera intención de atacar y asaltar” la cadena pública y “volver a los años oscuros” de la expresidenta Esperanza Aguirre, para “manipular sin complejos como lo están haciendo”. No obstante, ha vaticinado que esta normativa, al tramitarse por el procedimiento de lectura única y sin debate parlamentario, acabará en el Tribunal Constitucional.
A continuación, el diputado de Vox Jose Luis Ruiz Bartolomé cree que las televisiones autonómicas se han convertido “en herramientas para difundir ideas contra la propia esencia de la nación española para causar división, además de ser un cementerio de elefantes para pago de servicios prestados”. “El PP se ha obsesionado por el control de Telemadrid en vez de por el bien de los madrileños”, ha lanzado, aunque ha dicho que no se opondrán a algo que evite que la izquierda “meta sus manos” en la cadena.
Críticas de la oposición
La diputada de PSOE Cristina González ha criticado que esta reforma busca “atornillar aún más la radio televisión pública madrileña y afianzar su control sobre ella”. Para los socialistas, el modelo de entender la libertad de prensa de la presidenta de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso, “está más cerca de regímenes totalitario que de democracias” del entorno. A su parecer, buscan una Telemadrid “dirigida desde Sol”.
El parlamentario de Más Madrid Hugo Martínez Abarca ha sostenido que esta norma es “autoritaria, sectaria y corrupta” porque “pone lo público al servicio del interés privado, al servicio del interés de la presidenta”, que tiene como único principio “ella misma”. “Es mentira que haya habido algún tipo de bloqueo”, ha lanzado, al tiempo que ha emplazado a los diputados del PP que hace siete años votaron a favor de la reforma del ente con otras características que hagan lo mismo “por dignidad parlamentaria”.