Viggo Mortensen, Premio Donostia del Festival de San Sebastián 2020
El galardón reconoce los 35 años de trayectoria del actor.
El actor Viggo Mortensen recibirá el Premio Donostia del 68º Festival de cine de San Sebastián, según ha anunciado el certamen en su cuenta de Twitter.
Además, el actor estadounidense presentará en este festival su primera película como director Falling.
Falling, la ópera prima de Mortensen, está protagonizada por el veterano actor Lance Henriksen y por el propio actor estadounidense. Ambos interpretan a un padre y a un hijo cuyos diferentes visiones mundos colisionan. El estreno del filme, del que Mortensen es también director, está previsto el 2 de octubre en España.
El actor neoyorquino, que pasó su infancia en Argentina, ha participado en medio centenar de películas de prestigiosos cineastas como David Cronenberg, Peter Weir, Jane Campion, Gus Van Sant y Brian de Palma, entre otros. El intérprete, que tiene una fuerte vinculación con España por su pareja la actriz Ariadna Gil, ha estado nominado al Oscar a Mejor actor en tres ocasiones: por Green book (2018), Captain Fantastic (2016) y Eastern Promises (2007).
A pesar de la incertidumbre en el panorama cinematográfico debido a la covid-19, el Festival de San Sebastián mantiene por el momento las fechas para su celebración en el Kursaal de la capital guipuzcoana del 18 al 26 de septiembre.
Nacido en Nueva York en 1958 de padre danés y madre estadounidense, Viggo Mortensen vivió gran parte de su infancia en Argentina, donde aprendió a hablar español, uno de los muchos idiomas en los que puede expresarse. Tras regresar a su país natal, estudió arte dramático y trabajó en el teatro. Su primer papel en el cine fue junto a Harrison Ford en Único testigo, Peter Weir, 1985, intriga policíaca en la que encarnó a un granjero amish.
En sus inicios cultivó el cine de género y apareció en secuelas como La matanza de Texas III, Jeff Burr, 1989, en la que fue hermano del legendario Cara de Cuero, o en el western Intrépidos forajidos, Geoff Murphy, 1990.
Mortensen no tardó en lograr sus primeros papeles protagonistas como el de misterioso recluso de Presidio, Renny Harlin, 1987, el de hermano mayor en el inquietante film de culto La piel que brilla, Philip Ridley, 1990 o el de veterano de Vietnam en ‘The Indian Runner’ (Extraño vínculo de sangre, 1991), debut en la dirección de Sean Penn.
En la década de los 90 trabajó para cineastas como Brian de Palma Atrapado por su pasado, 1993, Tony Scott Marea roja, 1995, Jane Campion Retrato de una dama, 1996, y Ridley Scott La teniente O’Neil, 1997.
Poco después de realizar sus primeras apariciones en producciones españolas como Gimlet (José Luis Acosta, Zabaltegi-Nuevos Directores, 1995) o La pistola de mi hermano (Ray Loriga, 1996), actuó en dos remakes de Alfred Hitchcock a cargo de Andrew Davis Un crimen perfecto, 1998, y Gus Van Sant Psicosis, 1998.
El señor de los anillos, un antes y un después
Fue en el cambio de milenio cuando Mortensen “vio su figura catapultada al estrellato” gracias a la adaptación de la trilogía fantástica ‘El señor de los anillos’, dirigida por Peter Jackson a partir de la obra literaria de J.R.R. Tolkien. Después encarnó a un intrépido capitán del Siglo de Oro español en Alatriste (2006), la superproducción dirigida por Agustín Díaz Yanes.
También fue “un hombre corriente asaltado por un oscuro pasado” en Una historia de violencia, 2005, la primera de sus tres colaboraciones con David Cronenberg, a cuyas órdenes volvió a ponerse como empleado de la mafia rusa en Promesas del Este, 2007, que inauguró con su presencia la Sección Oficial del Festival de San Sebastián y le procuró su primera nominación al Óscar, y como Sigmund Freud en Un método peligroso, 2011.
En la última década ha participado en otras adaptaciones literarias como La carretera, John Hillcoat, 2008 y En el camino, Walter Salles, 2011, basadas en libros de Cormac McCarthy y Jack Kerouac, respectivamente. En su doble faceta de actor y productor ha brindado su talento a filmes argentinos como Todos tenemos un plan (Ana Piterbarg, 2012) o Jauja (Lisandro Alonso, 2014), con el que regresó a San Sebastián.
Sus dos últimas nominaciones a los premios de la Academia de Hollywood fueron por Captain Fantastic (Matt Ross, 2016), en la que interpretó a un padre a cargo de seis hijos, y por su trabajo en la ganadora del Oscar a la mejor película Green Book (Peter Farrelly, 2018), en la que fue el chófer del pianista afroamericano Don Shirley.
Además de la interpretación, la escritura, producción y dirección de películas, Mortensen cultiva también otras artes como la pintura, la música, la fotografía y la literatura. También es fundador de Perceval Press, una editorial independiente especializada en arte, escritura crítica y poesía.