14 videoclips imprescindibles para celebrar la diversidad sexual y el orgullo LGTBI+
Si alguno no te sonaba, tienes que conocerlos
Lucha, liberación y mucho amor plasmados en videos musicales. Amor lésbico, gay, trans, queer, amor a tres, amor grupal...
Y reivindicación: por quienes tuvieron que luchar en el pasado y también por quienes lideran las conquistas sociales en la actualidad. Porque para eliminar la LGTBIfobia y lograr la igualdad, aún hay que visibilizar todas las opciones de identidad sexual, de género y ya de paso, otras alternativas en dinámicas relacionales.
Y ese es el cometido de todos estos videoclips: normalizar lo que tristemente aún resulta extraño para muchos. En su conjunto, repasan un mundo de emociones: del enamoramiento al deseo, del aislamiento a la libertad, de la represión a la acción...
Todas estas canciones son la mejor manera de celebrar a la comunidad LGTBI+.
Esta es nuestra selección:
En este videoclip la química entre las protagonistas es tan palpable precisamente porque entre ellas hubo una relación en la vida real. The Veronicas es el dúo australiano formado por las gemelas Lisa Marie y Jessica Louise Origliasso. En este caso, una de ellas, Jessica, protagoniza junto a su exnovia, la modelo, Dj y actriz Ruby Rose, esta historia de amor y adicciones. El videoclip hizo resucitar su historia, aunque se volvió a romper dos años después.
Y de las hermanas australianas pasamos a los primos franceses que forman el dúo de electrónica The Blaze. En su álbum debut Dancehall se percibe cómo su respectiva formación en cine y fotografía influyen en su estética tan cuidada. Este fue su primer videoclip y desde entonces han ido a videoclip y premio por año convirtiéndose en unos pesos pesados de los vídeos musicales. Filmado casi con cero presupuesto, el vídeo retrata una intimidad muy especial que deja abiertas muchas opciones.
“Flota”. Eso es lo que dice la canción del brasileño Johnny Hooker, que podría ser un grito de guerra contra las políticas homófobas de su presidente, Jair Bolsonaro. Rodado y montado con mucha maestría, cuenta la historia de amor de dos chicos que se comunican con lenguaje de signos (esto es importante para entender las acciones que ocurren en el videoclip). La colaboración con Liniker, la artista trans y afro que está liderando un movimiento de inclusión y visibilización LGTBI+ en Brasil, hace que las frases de la canción “somos dos hombres y nada más” cobren mucha más fuerza. Como la letra misma dice: “Un nuevo tiempo va a vencer, para que la gente pueda florecer”.
Si antes se le acusaba a Taylor Swift de no posicionarse políticamente, ahora lo ha hecho de lleno alineándose al lado de quienes luchan por la causa LGTBI+. En su videoclip, que acumula más de 70 millones de visitas en Youtube, aparecen innumerables iconos del movimiento: desde la presentadora lesbiana Ellen DeGeneres a la actrix Laverne Cox, que fue la primera persona transgénero nominada a un Emmy en la categoría de actriz, pasando por un montón de caras conocidas en el activismo. Además, hace referencia a la ley de igualdad que está sobre la mesa en Estados Unidos mientras Donald Trump muestra su rechazo a la misma. Además, el videoclip ha servido para mostrar públicamente la reconciliación entre la cantante y Katy Perry, quien además es una activista de los derechos LGTBI+.
“Un día seremos viejos y piensa en todas las historias que podríamos haber contado”. Los tres protagonistas de este videoclip parecen tener interiorizada esta frase como un mantra, pues se dejan llevar y simplemente viven y disfrutan, en pareja, en trío, como sea. La voz femenina y llena de personalidad del cantante israelí Asaf Avidan lo envuelve todo, y la remezcla del alemán Wankelmut hace que este lamento por la vida que se va, se convierta a la vez en una fiesta. Por si no fuera poco con uno, hay dos versiones, la versión nocturna, aquí debajo, y la versión diurna a la que se suma otra protagonista.
El electropop se rinde a los pies de la chilena Javiera Mena, y ella lo usa para visibilizar y hacer activismo, por lo que se ha convertido en uno de los máximos exponentes homosexuales en Latinoamérica. En este videoclip cargado de simbolismo ochentero y sexual, Javiera se pudo expresar, y su canción se volvió viral.
La canción que llevó al irlandés Hozier al éxito mundial habla de represión, de persecución, de homofobia, y de huída y frustración ante la sinrazón. Como él mismo dice, es una crítica a la religión católica y un grito de apoyo a los homosexuales en Rusia. La canción arrasó y le catapultó, lo que provocó que en 2015 se hiciera con premios tan prestigiosos como el de mejor canción o mejor artista de rock en los Billboard Music Awards.
(cortometraje-videoclip basado en la canción In this shirt, de The Irrepressibles)
Quizás el grupo británico The Irrepressibles nunca tuvo en mente una puesta en escena como la que llevó a cabo la productora PAG Films con el israelí Roy Raz como director. Este videoclip presentado como cortometraje (le pusieron un nuevo título, de hecho) desafía la narrativa, y está cargado de simbolismo, surrealismo y sexualización femenina y masculina. Un conjunto de imágenes increíblemente estéticas y a la vez bizarras que ha dado que hablar en redes, donde muchos entienden que habla de homosexualidad, virginidad, crítica al consumismo, VIH… pero otros ven incluso tintes homófobos.
Sin duda, el protagonista de esta canción de los suecos The Knife, es el modelo y drag queen Rickard Engfors, que capta la atención de toda la sala de karaoke. Entre el cantante y los dos hermanos que componen el grupo, Karin y Olof Dreijer, se produce una especie de triángulo en el que la letra “Estoy enamorada de tu hermano. ¿Le transmitirás esto?” cobra todo el sentido del mundo. El videoclip juega al engaño con la idea del matón homófobo (interpretado por Olof Dreijer), que termina siendo conmovido por la música, como debería ser siempre.
¿Qué ves en los pantalones de las protagonistas?
La canción, muy aplaudida por la crítica musical especializada, está basada en Pink de Aerosmith (de hecho, ellos firman como coautores en esta). Sin embargo, a diferencia de la originaria, el empoderamiento femenino no puede ser más explícito en este videoclip. Con sus pantalones-vulva, la estadounidense Janelle Monáe buscaba, como ella misma defendía, “celebrar la creación, el amor propio, la sexualidad y el poder del coño”. Y es que para ella el rosa “une a toda la humanidad” porque es el color “que se encuentra en los rincones más profundos y oscuros de los seres humanos de todo el mundo”. Amén.
Hay muchos otros videoclips que reproducen el proceso muchas veces traumático al que tienen que enfrentarse las personas transgénero: aceptación por parte de su entorno, extrañeza por una parte de la sociedad, operaciones y cambios físicos y hormonales.
Ya se vio en el famoso You are beautiful (2002), de Christina Aguilera, en Silhouettes, del desaparecido dj Avicii (2012) , o en la canción We exist (2014) de los canadienses Arcade Fire, protagonizada por el actor de Hollywood y ex-Spiderman Andrew Garfield en el papel de una mujer transgénero.
En The Village la estética es mucho más cotidiana y tiene una historia detrás. El cantante Wrabel conoció en su primera gira a varias personas transgénero y decidió que protagonizaran este videoclip. Él mismo lo explica en este blog de HuffPost: “Tardé veintitrés años, seis iglesias, innumerables noches ennegrecidas, una temporada en rehabilitación y una nota de suicidio, para poder pronunciar las palabras “soy gay”. Y una noche, después de un concierto, conozco a estos dos tipos transgénero y son tal como son. Estaba tan inspirado...“.
Su videoclip se convierte en sumamente necesario por razones que el cantante lamenta: “El día después de que Trump retirara las protecciones federales para los estudiantes trans en las escuelas públicas, lloré al escuchar la noticia”.
El cantante, actor y youtuber sudafricano Troye Sivan, conocido por papeles como su personaje de Lobezno de niño (Wolverine), no tuvo una infancia fácil y de hecho tuvo que tomar la decisión de estudiar en casa debido al acoso que sufrió por ser gay.
En su videoclip Heaven alterna potentes imágenes de archivo que repasan los hitos del movimiento LGTBI+, desde el político activista Harvey Milk a las históricas manifestaciones por el matrimonio homosexual. Un grito de reafirmación para combatir y dejar atrás toda la intolerancia con la que tuvo que crecer.
Este videoclip del rapero estadounidense Macklemore combina imágenes de archivo con una historia que va desde el nacimiento hasta la muerte del protagonista, para posicionarse contra el racismo, la misoginia y homofobia del hip-hop, y la ranciedad de los preceptos de la Iglesia. Y se alinea también a favor de la tolerancia y la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo. Se rodó durante la campaña del Referendum 74 de Washington, por el que se legalizó el matrimonio homosexual en ese Estado. La portada artística para la canción muestra una fotografía del tío de Macklemore, John Haggerty (a quien menciona en la canción) con su pareja, Sean.
Esta historia es un Romeo y Julieta revisitado con tintes posmodernos y en Alemania. El cantante estadounidense Mykki Blanco es uno de los pioneros queer del hip hop y se define como transgénero y de género múltiple. Su videoclip, con un montaje muy destacable que alterna con maestría una narrativa del pasado-presente-futuro, ofrece una visión mucho más explícita y violenta para una historia de amores que surgen desde la infancia, pero que se ven envueltos en un final muy dramático colmado de racismo, intolerancia y extremismo. Una crítica también a la crisis de refugiados y de insolidaridad que ha sufrido Europa en el último lustro.