La vida entre silencio y 'flashes' de Rocío Carrasco
Tras el estreno del documental 'Rocío, contar la verdad para seguir viva', Rocíito ha vuelto a estar de actualidad tras años fuera de los focos.
El documental de Rocío Carrasco, Rocío, contar la verdad para seguir viva, ha vuelto a poner el foco en la vida de la hija de Rocío Jurado y Pedro Carrasco. Rociíto llevaba, hasta el estreno de esta docuserie, más de cinco años sin hablar en un plató de televisión —salvo contadas excepciones— por lo que ha sido una de las emisiones más esperados de Telecinco.
Rocío copó las cámaras desde bien pequeña bajo el influjo de sus padres. Cuando era una niña, eventos como su comunión ya se convirtieron en portada de revistas del corazón. A los 12 años, en 1989, sus padres se separaron lo que marcaría un antes y un después en su vida, sobre todo, tras la muerte de su madre y su nula relación con su pareja José Ortega Cano.
Con 15 años, Carrasco soñaba con dedicarse al mundo de la moda y ser diseñadora o modelo. Fue entonces cuando empezó a participar en varios desfiles solidarios. Según señalan en Vanity Fair, la exmiss España Garbiñe Abasolo la ayudaría en esta trayectoria, con la que lograría incluso compartir pasarela con maniquíes de renombre.
En 1993, con solo 16 años, Carrasco dio un paso más en su relación con los medios de comunicación y presentó La noche de Fin de Año del 93 (TVE) junto al dúo cómico Cruz y Raya.
Tres años más tarde, con 19, se casaría con el padre de sus hijos, el guardia civil Antonio David Flores, al que había conocido en uno de esos desfiles como modelo. Con él contrae matrimonio el 31 de octubre de 1996 en una ceremonia por todo lo alto. Como hija de la tonadillera, lo hizo por todo lo alto y copando todas las portadas de las revistas del corazón.
Carrasco llegaría, según Vanity Fair, a la capilla de la finca La Yerbabuena siglo XVIII en una calesa tirada por caballos blancos entre cohetes y la canción ¿Por qué te llamas Rocío?, compuesta exclusivamente para ella.
Ambos se irían a vivir a Argentona (Barcelona) y allí nacerían sus dos hijos Rocío (1996) y David (1998). Durante esos años, Carrasco se prodiga como presentadora de televisión en el programa de Telecinco Cita con Apeles y colabora en los programas Día a día y Cada día, presentados por María Teresa Campos, con la que labraría una gran amistad.
En 1999 la historia de amor con Flores llegaría a su fin y la pareja anuncia su divorcio en julio de 1999.
En septiembre del 1999, Carrasco vuelve a ser objeto de la prensa rosa al iniciar su relación con Fidel Albiac. Sin embargo, su relación estaría a punto de truncarse al tener un fuerte accidente de tráfico en febrero del 2000. El Mercedes 230 que conducía la pareja se salió de la carretera y dio varias vueltas de campana a la altura de Pinilla del Valle (Madrid).
Rocío tuvo un traumatismo craneoencefálico y fractura de una vértebra por lo que estuvo ingresada grave durante varios días y se sometió a varias operaciones. El 7 de marzo fue dada de alta, aunque mantuvo el collarín varios meses.
Después de este duro episodio, su exmarido Antonio David inició una guerra judicial con Carrasco que sigue vigente hoy en día. El ex guardia civil acusaba a la hija de ‘La más grande’ de infidelidad y pedía la custodia de sus hijos.
En este clima crispado, Carrasco sufrió la dura pérdida de su padre, Pedro Carrasco, que murió a los 57 años de un ataque cardiaco.
En 2006, su madre Rocío Jurado muere a causa del cáncer de páncreas que sufría. Ese momento marcaría un punto de inflexión en la vida de Carrasco, que se alejaría del segundo marido de su madre, el torero José Ortega Cano, de su tío Amador Mohedano, y de sus hermanos menores, Gloria Camila y José Fernando.
El motivo que ha sobrevolado sobre esta ruptura siempre ha sido la herencia de Jurado, aunque Carrasco nunca ha llegado a admitirlo. “Ella nunca se ha sentido vinculada a esos niños. En el momento en el que llegan a España, ella ya tenía una familia. No vivía con su madre ni con el marido de ésta, Ortega Cano”, señaló el periodista Antonio Rossi tras haber hablado con Carrasco. Además sentenció que esos dos hermanos no eran “responsabilidad suya” y que “ya tenían un padre”.
Entonces decidió también alejarse de los medios y centrarse en su familia y en Fidel. Mientras Antonio David empezaba a ser un colaborador habitual de programas de corazón y realities, desde Crónicas Marcianas (2003) hasta participar en GH VIP en 2019, us pocas apariciones captadas por las cámaras han ido de la mano de su gran amiga María Teresa Campos y sus hijas, Terelu Campos y Carmen Borrego.
Siguiendo apartada de los medios, en 2012 Carrasco vuelve a estar de actualidad por una pelea con su hija Rocío, de entonces 15 años, en el domicilio familiar. La pelea llegó a los juzgados. La sentencia condenó a la niña por “maltrato habitual, amenazas e injurias” contra su madre. La jueza resolvía que, efectivamente, Rocío Carrasco había recibido “golpes y patadas”, mientras que en Rocío Flores “no observó lesión alguna”.
Tras esto, Carrasco renunció a la custodia de su hija mayor, que pasó a vivir con su padre, Antonio David. Por entonces se sucedieron también diversas denuncias cruzadas entre el padre de sus hijos y Carrasco. En 2014, Carrasco volvió a la televisión para presentar el programa Hable con ellas en Telecinco junto a Sandra Barneda y Alba Carrillo. Todo hasta 2016, cuando volvió a sumergirse en un anonimato total antes de su boda con Fidel Albiac, a la que no asistieron ninguno de sus hijos.
En 2017 Carrasco le denunció en los juzgados de Violencia de Género y presentó un informe pericial que demostraba que le había sometido a “maltrato psicológico”, sin embargo, la denuncia fue archivada año y medio después.
Dos años más tarde, pidió que se embargara su caché de GH VIP a su ex para pagarle la pensión y le acusó de estafa procesal e insolvencia punible, por cobrar supuestamente a través de terceras personas y declararse insolvente para no pagar la pensión de sus hijos.
Ese vaivén en los juzgados sigue siendo una constante hoy en día. En 2020 volvió a la carga presentando de nuevo cargos contra su exmarido por una entrevista en 2016, en la que aseguró que Rociíto no invitó a sus hijos a la presentación de un sello dedicado a su abuela Rocío Jurado, y por dar a entender que es “una mala madre”. Por ello, solicitó 120.000 euros en concepto de daños morales.
Una vida mediática llena de titulares y especulaciones a la que ella ha respondido con años de silencio. Hasta ahora, que está dispuesta a romperlo y sincerarse sobre los episodios más duros.