El drama del cerdo vietnamita que Victoria Federica envolvió en una bandera de España
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El drama del cerdo vietnamita que Victoria Federica envolvió en una bandera de España

El triste final de Rodrigo I de España.

Victoria Federica, al volante.GTRES

Victoria Federica Marichalar de Borbón es la protagonista del último número de la revista Vanity Fair, que sale a la venta este viernes. Una foto de la hija de la infanta Elena y Jaime de Marichalar fundida en un cariñoso abrazo con Juan Carlos I ocupa la portada de la publicación junto al titular Victoria Federica y otros jóvenes royals, más allá del protocolo. Precisamente esa imagen es la que la joven tiene en su perfil de WhatsApp, según la publicación.

“Vanity Fair indaga, en su número de noviembre, en la vida de la nieta de los reyes eméritos. ¿Cómo ha dejado de ser la niña ensimismada de hace unos años? ¿Quiénes son sus amigos? ¿Qué relación mantiene con sus padres? El número de noviembre de la revista cuenta la historia de una joven ‘princesa’ sin corona, una de las figuras más discretas de nuestra realeza, pero que se ha hecho un lugar en la curiosidad de los españoles”, publicita la revista.

  Portada del número de noviembre de 'Vanity Fair'.VANITY FAIR

En el reportaje no sólo se habla de momentos cruciales en la vida de la joven, de 19 años, como el divorcio de sus padres, sino también de sus salidas nocturnas o de shopping con Jaime de Marichalar.

El artículo también recoge el triste desenlace de la mascota que le regalaron en su puesta de largo, celebrada en junio de este año en la Finca El Chaparral: “Vic no es la única estrella de la noche. Un cerdito vietnamita con la cabeza negra y el lomo rosa que la sobrina del rey Felipe VI cogió en brazos y con el que se fotografió media fiesta le robó por unos instantes el protagonismo”.

Como señala Vanity Fair, la alegría le duró poco: “Rodrigo I de España, como lo había bautizado, pasó de sus brazos a una granja escuela”.

El motivo de tan triste final es una nueva normativa aprobada en marzo que prohíbe tener a este animal como mascota “por su expansión incontrolada cuando sus dueños los abandonan”.