'Valeria' y la crisis de los 30, una falacia que hay que dinamitar
La serie basada en la saga de Elísabet Benavent, que se estrena el 8 de mayo en Netflix, es el 'Sexo en Nueva York' de esta generación.
Esta es una serie real basada en un libro real, a su vez basado en historias reales. Valeria, la adaptación de la saga de Elísabet Benavent, es un Sexo en Nueva York adaptado a otra generación, la nacida a principios de los 90. Cómo son los jóvenes a esa edad en España y cómo se frustran por tener unas aspiraciones que aún no han conseguido. Es decir, la llamada crisis de los 30. La serie llega a Netflix el 8 de mayo y es perfecta para un maratón: ocho capítulos de 50 minutos.
“Cuando escribí En los zapatos de Valeria (2013) tenía 25 años, pocos referentes vitales y muchos audiovisuales. No puedo negar que he sido fan de Sexo en Nueva York, y evidentemente esta ahí. Escribí sobre las cosas que me pasan con mis amigas”, explica la escritora. Eso sí, los creadores de la serie han partido de cero y han buscado su propio código. Y si es verosímil es porque a la autora le “obsesiona la naturalidad: quiero volver a ponerla de moda, no como en las redes sociales”.
Maxi Iglesias (Velvet), uno de los protagonistas, leyó los guiones y veía en ellos a su grupo de amigos y a él mismo, que tiene 29 años: “El que no tiene una revelación sentimental tiene un problema con la vivienda; la parte laboral siempre está ahí, se junta con que has terminado unos estudios o has pasado por varios trabajos para ir tirando, y te planteas que si quieres formar algo no puedes seguir en ese situación”. Es así “si tienes compañero de vida” y si no lo tienes encima te angustia pensar ”¡¿cuándo va a llegar?!”, bromea el actor.
Cuando una serie o una película nace de un libro, el comentario de el libro es mucho mejor es generalizado, pero éste no es el caso. Y no porque sea peor, sino porque son experiencias diferentes.
“Los libros son imaginación. Es muy complicado crear un mundo con unos elementos que satisfagan al 100% la información que tiene el lector”, aclara Benavent. Ella, que ha participado en la adaptación, cree que lo mejor de que haya diferencias es que no se va a potenciar la comparación, aunque sea muy “peliagudo ver a tus personajes, que son tus niños, en carne y hueso, con actores que les dan vida de manera abierta”.
Con En los zapatos de Valeria, Elísabet Benavent escribió cosas que no le habían pasado y que le ocurrieron después. Aprendió a través de sus personajes y se adelantó a algo que no había vivido.
Como Valeria, la autora se casó joven, a los 24 años. Ella sufrió la crisis de los 30 a los 32. “No sabía si iba tarde o era la crisis de los 40 adelantada. Creo que es una crisis muy femenina: tenemos la presión de que a los 30 tenemos que haber alcanzado ciertos hitos porque lo que no hayas conseguido entonces, no llegará”, relata. La serie de Netflix es un abrazo para decir “estamos todas igual de perdidas”.
Diana Gómez (La casa de papel) tuvo que saber lo que es casarse a los 22 y mantener esa relación seis años, porque ella es Valeria, la protagonista. “Esto pasa, aunque no sea la tónica habitual. En todos los grupos de amigos hay una persona que se lanza. Vives con una persona todos tus veinte y te pierdes mil cosas. Lo bueno del mundo actual es que no por haber tomado una decisión la tienes que mantener de por vida”, explica.
“Es que la vida puede ser muy cómica. Mis amigas me cuentan cosas a las que le digo ‘tu realidad supera a la ficción’. Si lo pongo en un libro no se lo cree nadie”, explica Benavent. Ella, como muchos escritores, a veces se pasa de trágica, pero le importa mucho reírse de sí misma: “Un amigo me dijo una frase que no se me olvida. No te tomes tan en serio la vida, porque nadie sale vivo de ella”.
No le parece que nada sea ni blanco ni negro y escribir le ha permitido ver cómo ha ido aprendiendo a ser mujer a través de los libros. “Ahora busco más el placer de asumir que no hay manera correcta de ser mujer”, confiesa.
Un escritor que entra en el grupo de los bestseller no está forrado, pero al menos Benavent puede decir que vive de escribir: “Poder decir que vives de los libros es un lujo. A veces al producto cultural no se le da valor económico, hay muchas cosas con las que luchar. Sólo hay que pensar en la cantidad de gente que hay dentro del proceso de un libro. No somos millonarios por escribir un bestseller”.
Lo que espera es que el público de la serie también se acerque al libro si aún no lo ha leído. Y también al revés: “Que el espectador se separe del libro para ver la serie porque son productos diferentes, que se olviden un poco de todo y que se entretengan”.
Como todo fan que se precie de Sexo en Nueva York, Maxi Iglesias lo tiene claro. “Sexo en Nueva York es historia de la televisión. Esta es la serie idónea para que la gente a partir de 25 años tenga su primer contacto con una realidad que refleja lo que les está pasando o lo que les va a pasar en breve, como lo fue la serie de HBO en su momento (para otra generación)”, revela.
En resumen, “la crisis de los 30 es una falacia que hay que dinamitar”, como explica Benavent, y la serie ayuda a reírse con ello y a que muchos se sientan identificados y puedan reírse también de sí mismos. Saber que a esa edad, en general, nada es tan grave y que no hay nada mejor que el humor para afrontar la vida.