Valentino cumple 85 años de alta costura: repaso a su carrera
El modisto italiano, célebre por su uso del rojo, afronta esta etapa retirado de la vida pública.
Durante más de medio siglo ha vestido a las mujeres más ricas y glamurosas de este planeta con vestidos memorables, con un gusto impecable y con una elegancia atemporal. El símbolo de la alta costura, Valentino Garavani, cumple este 11 de mayo, 85 años y, para celebrarlo, Stylight ha creado una cronología donde destaca sus mayores logros y las creaciones más icónicas que ha ideado durante su distinguida trayectoria.
Valentino Ludovico Clemente Garavani nació un 11 de mayo de 1932 en Voghera, una pequeña localidad en la provincia de Pavía, al norte de Italia. Desde pequeño, Valentino mostró su interés por la moda y una gran admiración por la belleza femenina. A los 17, inspirado por Lana Turner y Judy Garland en el musical de 1941 Las chicas de Ziegfeld, decidió dejar la escuela y mudarse a París para estudiar diseño.
Después de varios años en la capital francesa, el futuro modisto regresó a Roma donde fundó, en 1967, la maison Valentino. Sus vestidos poco a poco empezaron a ser más populares y reconocibles debido al rojo Valentino, de inspiración puramente española. Esta es, además, la época en la que conoció a Giancarlo Giammetti, quien se convirtió en su socio y compañero de viaje durante más de una década, ayudando a que la maison siguiera triunfando y se convirtiera en lo que es hoy: una marca de referencia.
La consagración de Valentino ocurrió en los 60, una década que él mismo define como su favorita. "Fueron una especie de pequeña revolución, la ropa era divertida, pero no demasiado exagerada", comentó el diseñador. En 1962 debutó en el Palacio Pitti, aumentando su popularidad y el reconocimiento de su trabajo por parte de la industria de la moda. Seis años más tarde, el modisto logró uno de sus mayores triunfos: crear una colección totalmente blanca. Además, en este mismo momento, el mítico logo de la marca hizo su primera aparición.
Durante esta misma época, Valentino empezó a diseñarpara algunas de las mejores vestidas durante aquellos tiempos, incluyendo a Audrey Hepburn, Elizabeth Taylor y Jacqueline Kennedy, para la cual creó el vestido para su boda con el griego Aristóteles Onassis en 1968. Poco a poco, sus vestidos se empezaron a considerar un emblema de la moda italiana. Tres años más tarde, el modisto fue retratado por Andy Warhol, otro artista que se movía en los mismos círculos que él en Nueva York y París.
Valentino comentó recientemente a la revista Harper's Bazaar que no le gustó para nada la década de los 80: "Fueron un momento vulgar en la moda". Durante esta década, se decidió a lanzar una colección de ropa de niño y una colección para jóvenes llamada Olivier en honor a uno de sus carlinos.
Durante los años 90, el diseñador estrechó relaciones con la Princesa Diana, quien apareció en 1997 en la portada de la edición británica de Vogue luciendo uno de sus icónicos vestidos rojos. Mientras que su empresa vivió algunos cambios —la adquisición por parte de HdP y más tarde la del Grupo Marzotto—, Valentino siempre siguió siendo el único director creativo, figura que representaba a la marca.
Respecto al Nuevo Milenio comentó: "Amo los años 2000 porque todo el mundo comenzó a amar la alta costura". En 2001, Julia Roberts recogió el Oscar por su papel en Erin Brockovichvestida de Valentino con un diseño blanco y negro que había presentado en su colección de Alta Costura de 1992. El diseñador mismo se refiere a este momento como uno de los más destacados de su carrera.
En 2007, Valentino anunció su retirada del sector de la moda. Su último desfile se celebró en enero de 2008 en el Museo Rodin en París, con modelos legendarias como Naomi Campbell, Claudia Schiffer y Eva Herzigova, con quienes ya había trabajado a lo largo de su carrera. Maria Grazia Chiuri y Pierpaolo Piccioli fueron ambos nombrados directores creativos de la maison, mientras que Valentino siguió trabajando en ciertos encargos especiales. Entre ellos, el vestido de novia de Anne Hathaway en 2012 y el de la princesa Magdalena de Suecia en 2013.
En 2016, Valentino se involucró en la producción y el diseño de los trajes de La Traviata, ópera dirigida por Sofia Coppola. Hoy, Piccioli es el único director creativo de la marca (Chiuri marchó a Dior en julio de 2016 para convertirse en la primera mujer al frente de la firma francesa), mientras que Valentino sigue trabajando en proyectos especiales y vive una vida tranquila junto con sus cinco carlinos: Molly, Maggie, Margot, Maude y Monty. A pesar de haberse retirado, poco ha cambiado en la maison: su marca sigue creciendo e inspirando a miles de personas y su trabajo sigue siendo igual de relevante y de solicitado por las estrellas.
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