Uno de cada cinco niños en Oriente Medio y el norte de África necesita ayuda humanitaria
"Estos menores han sufrido niveles de violencia sin precedentes y han presenciado horrores que nadie debería presenciar", denuncia UNICEF.
Casi uno de cada cinco niños en Oriente Medio y el norte de África necesita asistencia humanitaria urgente, según un nuevo análisis realizado por UNICEF. Más del 90% de estos niños vive en países afectados por conflictos.
"El conflicto sigue robando su infancia a millones de niñas y niños. Los progresos conseguidos durante décadas podrían revertirse en todo Oriente Medio y África del Norte", ha asegurado Geert Cappelaere, director regional de la Agencia de las Naciones Unidas para la Infancia.
Los niños han sido los más golpeados por los continuos años de violencia, desplazamientos y falta de servicios básicos. La infraestructura civil -incluidos hospitales, energía, agua, saneamiento e instalaciones de higiene- ha sufrido ataques frecuentemente, exponiendo a los niños al riesgo de muerte y enfermedades.
Millones de familias se han visto obligadas a huir de sus hogares, algunos varias veces y bajo ataques. La violencia y los desplazamientos han dificultado cada vez más la vida de los niños y sus familias, indica el estudio.
"No se vislumbra el final de estos conflictos y los recursos económicos de las familias están bajo mínimos, por lo que muchas de ellas no tienen más opción que enviar a sus hijos a trabajar o casar a sus hijas demasiado jóvenes. El número de niños que se une a los combatientes ha aumentado a más del doble", ha denunciado Cappelaere.
SIRIA, YEMEN, IRAK...
Según los últimos análisis de UNICEF, en Siria y en los países de acogida a refugiados, casi 12 millones de niños sirios necesitan asistencia humanitaria (frente al medio millón de 2012). Unos dos millones de niños que viven en zonas de difícil acceso o sitiadas en Siria han recibido asistencia humanitaria limitada durante años.
En Yemen, los combates han destruido los sistemas de agua y saneamiento, provocando el peor brote de cólera y de diarrea acuosa aguda del mundo, con más de 610.000 casos sospechosos hasta la fecha. Más de la mitad de las instalaciones de salud de Yemen están fuera de servicio y los sistemas de agua están destruidos, con lo que casi 15 millones de personas no tienen acceso a agua potable ni a asistencia sanitaria básica.
A medida que el conflicto se fue intensificando en ciudades como Mosul y, recientemente, Tel-Afar, hay más de 5 millones de niños en Irak que requieren ayuda. Necesitan agua, alimentos, refugio y educación.
En la Franja de Gaza, por su parte, la crisis eléctrica ha reducido el acceso al agua en un 30%. Los casos de diarrea entre los niños pequeños se han duplicado en solo tres meses.
"Los niños de Oriente Medio y África del Norte han sufrido niveles de violencia sin precedentes y han presenciado horrores que nadie debería presenciar. Si la violencia y las guerras continúan, las consecuencias -no solo para la región, sino para el mundo entero- serán graves. Los líderes mundiales deben hacer mucho más para poner fin a la violencia, por el bien de los niños y las niñas y su futuro", ha explicado Cappelaere.
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Los niños NO son un objetivo.