Uno de cada cinco hombres jóvenes considera la violencia de género "un invento ideológico"
La percepción de la desigualdad de género se ha reducido de dos a cuatro puntos entre los varones jóvenes.
Uno de cada cinco hombres de entre 15 y 29 años considera que la violencia de género no existe y es solo un “invento ideológico”, cifra que se ha duplicado en los últimos cuatro años, según los datos del barómetro sobre juventud y género de la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD).
El estudio, presentado este miércoles, refleja que la percepción de la desigualdad de género se ha reducido de dos a cuatro puntos entre los varones jóvenes, mientras que se ha incrementado entre las mujeres, de seis a siete puntos.
El barómetro “Juventud y género. Identidades, representaciones y experiencias en una realidad social compleja” ha sido elaborado este 2021 por el Centro Reina Sofía sobre adolescencia y juventud de la FAD a partir de 1.200 entrevistas a jóvenes de entre 15 y 29 años.
Los responsables de la investigación han considerado “especialmente preocupante” que el 20% de los varones jóvenes estime que la violencia de género como tal no existe, porcentaje que baja al 9,3 % en el caso de las mujeres.
La mitad de los hombres entrevistados considera además que las desigualdades entre hombres y mujeres no constituyen un “problema social muy grave” en España, una cifra que se ha incrementado en cuatro puntos a partir de 2019.
Por su parte, siete de cada diez mujeres entrevistadas sí opinan que las desigualdades de género en el país son elevadas.
Cada vez son más los jóvenes que se consideran feministas, aunque se mantienen las importantes diferencias entre sexos. Entre las chicas el porcentaje ha pasado del 46,1 al 67,1% desde 2017, mientras que entre los hombres se ha registrado se ha pasado del 23,6 al 32,8%.
Destacan en el barómetro varias consideraciones de los varones sobre el feminismo: uno de cada tres cree que ese movimiento no se ocupa de los problemas reales de las mujeres, uno de cada cuatro considera que no es necesario y el mismo porcentaje opina que busca perjudicar a los hombres.
Del control del móvil a la agresión sexual
La impresión de haber presenciado actitudes de violencia de género en su entorno es más habitual entre las mujeres, aunque es común también en hombres.
Las más mencionadas, tanto por ellas como por ellos, son: revisar el móvil (59,7% en mujeres y 38,7% en hombres), controlar lo que hace la pareja (54,5% en mujeres y 28,4% en hombres), decir con quién puede hablar o salir la otra persona (51,6% en mujeres y 23,5% en hombres) o insultar y humillar a la pareja (49,8% en mujeres y 23,5% en hombres).
Entre las formas de violencia sufridas por las entrevistadas, destaca que una de cada cinco mujeres jóvenes ha sido forzada a mantener alguna relación sexual no deseada.
En cuanto a las ejercidas, algo más de la mitad de los hombres y mujeres declara no haber puesto en práctica ninguna.
En lo que respecta a la percepción que los jóvenes tienen sobre las distintas situaciones de discriminación, el principal cambio se observa en la valoración de los piropos en la calle por parte de las mujeres. Casi la mitad ya los considera “intolerables”, una cifra que se ha casi duplicado respecto a 2017.
Dentro del ámbito de la pareja, destaca en el barómetro la mayor propensión al control entre los hombres. Uno de cada cinco estima que es normal mirar el móvil de su pareja, frente al 12,7% en las jóvenes.
Otro de los mecanismos de control sobre el que hace hincapié el estudio es la percepción de los celos, normalizada como una prueba de amor por el 28% de los hombres y el 15% de las mujeres.
En este periodo entre 2017 y 2021 también aparece una progresiva reducción de las actitudes más tradicionales hacia la conciliación familiar. Se refleja entre las mujeres un fuerte rechazo (60% de las encuestadas) al rol de la mujer como cuidadora de los hijos.
Durante la presentación del barómetro, la directora general de la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD), Beatriz Martín, ha vinculado el aumento de hombres que niegan las desigualdades a la existencia de una mayor concienciación general y visibilización de la violencia de género.
A juicio de la subdirectora del Centro Reina Sofía y responsable del estudio, Anna Sanmartín, ha subrayado que se trata de una realidad que “probablemente ya estaba, pero no la veíamos”.
“Que el movimiento feminista sea visible también pone el foco sobre las posturas contrarias. En estos ámbitos hay que posicionarse”, ha concluido.