Una violencia "jamás vista" entre migrantes en Calais deja varios heridos graves

Un nivel de violencia "jamás visto" y "escenas de guerra" han sido algunas de las expresiones utilizadas por las autoridades francesas para describir la magnitud de los disturbios desatados este jueves en el puerto de Calais, en el norte de Francia, debido a enfrentamientos entre diferentes grupos étnicos. Los altercados han dejado una veintena de heridos, entre ellos cinco con heridas de bala. Cuatro de ellos se debaten entre la vida y la muerte.

Los heridos de bala cuyo estado es grave son jóvenes de entre 16 y 18 años procedentes de Eritrea. La mayoría del resto de heridos han sufrido múltiples traumatismos y heridas diversas, algunas provocadas por cortes con arma blanca, según ha informado la prefectura. Otro fue atropellado por un coche. Además dos policías resultaron con heridas leves, según fuentes citadas por AFP.

Según las primeras informaciones, los enfrentamientos se han desencadenado por un ajuste de cuentas entre grupos de traficantes afganos. La primera riña ocurrió a media tarde entre una centena de migrantes eritreos y un grupo de unos 30 afganos, en las inmediaciones de un albergue de la ciudad donde estaban repartiendo comida, según ha indicado la prefectura del puerto de Pas de Calais.

Los disparos efectuados por un afgano parecen ser el detonante del enfrentamiento violento, según la misma fuente. De ser cierto, es un indicio que podría acreditar la presencia de traficantes de personas en el lugar.

Hacia las cuatro de la tarde comenzó una segunda pelea a unos cinco kilómetros del lugar inicial, en Marck en calaisis. "Una centena de migrantes africanos armados con palos querían atacar a unos 20 afganos", ha señalado la fiscalía. "El conflicto entre los afganos y los africanos siempre ha sido subyacente. Lamentablemente es el esquema clásico" ver que se producen enfrentamientos entre ellos, comentó una fuente de la prefectura.

LA JUNGLA

Este es un lugar emblemático de la crisis migratoria en Europa, donde se formó la conocida como 'Jungla de Calais', un campamento improvisado por miles de migrantes que trataban de cruzar desde Francia al Reino Unido.

Este asentamiento fue desmantelado en octubre de 2016, pero alrededor de 800 inmigrantes viven aún en Calais en condiciones muy difíciles, según las asociaciones en la zona. La prefectura estableció su última cifra entre 550 y 600. La mayoría provienen de Etiopía, Eritrea y Afganistán.

INSOPORTABLE

Calais sufrió "un nivel de violencia nunca visto", ha declarado en la noche del jueves el ministro del Interior francés, Gérard Collomb, que se desplazó al lugar. "Lo que viven los habitantes de Calais es insoportable", ha agregado.

Se trata del peor balance desde el 1 de julio de 2017, cuando las peleas entre diferentes grupos étnicos dejaron 16 heridos, incluida una persona grave. En términos de víctimas, "volvimos a una situación que es muy similar a la de 2015", año en que se creó el campamento.

El presidente de Francia Emmanuel Macron, prometió a mediados de enero en un discurso en Calais, que "en ningún caso" dejará que se vuelva a formar una 'Jungla' en ese puerto, refiriéndose al enorme campamento informal de más de 8.000 migrantes que fue desmantelado en 2016.

"Se está haciendo todo lo necesario para que el paso ilegal en Calais (hacia Reino Unido) sea imposible", agregó Macron en este puerto desde donde se cruza el Canal de la Mancha.