Una reportera de 'Espejo Público' (Antena 3) cuenta en directo el acoso que sufrió en Benidorm
"No nos esperábamos este descontrol", ha asegurado en el plató.
El programa de Antena 3 Espejo Público ha emitido un reportaje en el que una de sus periodistas, Noor Ben Yessef, era víctima del acoso de jóvenes en estado de embriaguez.
La joven reportera quería dar luz al conocido como turismo de borrachera, que inunda las calles de Benidorm a diario en la temporada estival. Para tomar las imágenes, Ben Yesse se desplazó a la zona guiri de la localidad alicantina.
Durante la grabación del mismo sufrió diversas agresiones. En un momento dado, un joven le ofrece cinco euros por un beso, mientras que después otro quería tocar a la periodista después de orinar.
“Me da mucha vergüenza que vaya una mujer paseando y le pase eso, pero es que nosotros estábamos trabajando con una cámara y un foco. No lo esperábamos. Queríamos conocer el ambiente, nos dijeron que había una zona de fiesta para los británicos, pero no nos esperábamos este descontrol”, ha relatado la periodista en directo en Espejo Público.
Los hechos, como ha contado, sucedieron alrededor de las 23:30. “Pensaba que era mucho más tarde”, le ha respondido sorprendido. otro colaborador del programa.
“La mayoría eran británicos. A uno le pregunto qué tal al fiesta en España y a ese se le ocurre tocarme la cámara. El resto se acercan a tocarme mientras estoy trabajando”, ha descrito. El cámara también sufrió el acoso de los turistas, que en varias ocasiones se le echaron encima y le intimidaban para que dejara de grabar.
Ben Yesse ha reconocido que varios amigos le dijeron que no perdiera el control. “Sentimos impotencia más que miedo. Sino estuviera trabajando quizás se me hubiera ido la mano”, ha asegurado.
Además, ha descartado prácticamente la presencia de españoles en la zona. En cuanto a la policía y a la seguridad, la periodista ha declarado que “había policías dando rondas alrededor, pero ninguna figura de seguridad en esas calles”. “Nos protegimos con el cámara”, ha añadido.
“Es una sensación de impunidad. En esos locales también se fomenta la prostitución”, ha contado resignada, mientras se lamentaban que las mujeres siempre están más indefensas.