Uno de los principales científicos alemanes pronostica cómo estaremos dentro de un año: es una buena y una mala noticia
Y hay dudas de que algo así pudiera ocurrir.
El virólogo Hendrik Streeck, una de las figuras científicas más populares de Alemania, ha asegurado que dentro de un año la pandemia estará mucho más controlada. Pero eso será así, según ha anticipado, porque la mayoría de la población habrá tenido contacto con el virus para entonces.
En una entrevista en el Frankfurter Rundschau, el experto ha garantizado que para esta misma época de 2021 el virus seguirá ahí y habrá todavía casos de infección. “Pero también debemos darnos cuenta de que para finales del próximo año la mayoría de las personas en el mundo probablemente habrán tenido contacto con el virus”, ha explicado.
Streeck ha añadido que “es posible” que para entonces ya haya vacuna, pero ha matizado que, en su opinión, hay “demasiadas esperanzas puestas” en esta opción porque eso no significa automáticamente que la pandemia terminará.
“La producción de cantidades suficientes llevará mucho tiempo y la distribución también llevará algún tiempo. Además, todavía no sabemos cómo de efectivo será el efecto protector”, ha apuntado antes de subrayar que, con todo, el desarrollo de vacunas es una “prioridad absoluta”. “Pero se sobreestima la contribución que pueden hacer para poner fin a la pandemia”, ha insistido.
“El virus se está propagando rápidamente y el aumento actual ha sorprendido a mucha gente. Creo que es posible que para finales del próximo año estemos en un punto en el que la pandemia termine con el virus en sí, no con la vacunación”, ha repetido. Por tanto, él cree que en el próximo año se infectarán muchas personas y, en consecuencia, habrá tantas que tengan anticuerpos que se romperán las cadenas de transmisión por sí mismas en muchos lugares.
La pregunta obvia es qué precio habrá que pagar para lograr eso, cuántas personas morirán. En este sentido, Streeck cree que en la mayoría de los países se está llevando una estrategia equivocada que se basa en hacer un seguimiento de los contactos. Y, según dice, al “intentar prevenir cualquier infección nos aseguramos una expansión no controlada”.
Por eso, propone “proteger mejor a ciertos grupos de riesgo para evitar muertes y daños a largo plazo”. “Para lograr esto, se deberían invertir más recursos que antes. Esto significa que las autoridades sanitarias deben tener tiempo para cuidar lo suficiente la situación en los hogares de ancianos”, asegura antes de insistir en que, por ejemplo, la mayoría de las pruebas diagnósticas tendrían que ir principalmente a estas instituciones.
La teoría de Streeck tiene sin embargo un pero: supone que alguien que ha pasado la enfermedad no se puede volver a infectar, algo que no está demostrado. Él, en cambio, subraya que con 40 millones de personas infectadas en todo el mundo sólo hay “cinco casos confirmados de reinfección”. “Se puede decir que son la excepción confirma la regla”, asegura.
Además, apunta a que en el caso de otros coronavirus la inmunidad dura entre seis meses y dos años y reinfectarse no significa sufrir la enfermedad con la misma gravedad. “Por lo general, los síntomas son menos graves con la segunda infección y tienden a convertirse en un resfriado molesto”, explica.