Una carta inédita desvela el calvario que vivió Miguel Hernández antes de morir en prisión
El hermano del poeta relata las condiciones inhumanas que padeció, entre "cien hombres tendidos quitándose las puses con trapos sucios", y la indiferencia de las instituciones.
Una carta inédita sobre las penalidades que sufrió el poeta Miguel Hernández durante su estancia en la prisión de Alicante, donde falleció en 1942, que fue remitida por su hermano Vicente Hernández a un amigo, ha sido incorporada al legado hernandiano que conserva el Instituto de Estudios Giennenses (IEG) de la Diputación de Jaén.
El presidente de la Diputación, Francisco Reyes, ha hecho entrega al alcalde de Quesada (Jaén), José Luis Vílchez, de la copia de esta carta escrita por el hermano de Miguel Hernández y que formará parte del archivo del museo de esta localidad, donde nació la esposa del poeta, que contiene más de 5.800 registros bibliográficos entre manuscritos, folletos, partituras, prensa histórica o grabaciones, y cerca de 27.000 imágenes.
En la misiva, fundamental para conocer los últimos momentos de la vida del poeta de Orihuela, su hermano Vicente cuenta a un amigo las distintas gestiones que realizó durante la estancia de Miguel Hernández en la cárcel para que fuera atendido, dado su precario estado de salud.
“Unos trámites que resultaron infructuosos y que terminaron con la muerte del poeta en una prisión donde otros muchos reclusos también padecieron unas condiciones infames”, ha asegurado el presidente de la institución provincial.
“Aquello era inhumano”
El hermano explica en la carta las condiciones inhumanas en las que se encontraba el poeta al igual que otros reclusos: “Cuando mi hermano estaba ya con el pulmón quitado por don Antonio Barbero, estando tan malo en aquella enfermería donde había noventa o cien hombres tendidos quitándose las puses los unos a los otros con trapos sucios, pues allí no entraba un médico o un practicante en siete u ocho días, aquello era inhumano”.
Este documento, que incluye también su transcripción y que se ha depositado en el museo dedicado al poeta en Quesada, es una copia del original que recientemente ha cedido al Instituto de Estudios Giennenses (IEG) Francisco Escudero, director del centro asociado de la UNED en Elche y anterior director de la Fundación Legado Literario Miguel Hernández.
Los documentos “pueden ser consultados a través de internet por todo el mundo, con lo que cumplimos con el doble compromiso que asumimos con la familia de Miguel Hernández hace una década cuando adquirimos su legado: por un lado, preservarlo y, por otro, contribuir a que su figura y su obra fueran aún más conocidos en todo el mundo”, ha resaltado el presidente de la Diputación.
Fue el 9 de mayo de 1939, ya finalizada la Guerra Civil e inaugurado el régimen de Franco, cuando el poeta Miguel Hernández fue encarcelado por el franquismo, que también censuró parte de sus obras. Desde entonces fue de prisión en prisión por toda España, hasta recalar en junio de 1941 en el reformatorio de Alicante, donde acabó muriendo un año después con apenas 31 años, enfermo de tuberculosis y completamente desatendido, pese a los intentos de sus hermanos y de su mujer para que lo trasladaran a un sanatorio. Este año se conmemora el ochenta aniversario de su fallecimiento.