Una amiga de Samuel Luiz: “Tenemos que pararle los pies a esta gente”
Sara explica cómo recibió la dolorosa noticia y defiende que era imposible que el joven que perdió la vida por una paliza se hubiese metido en la pelea.
Avenida de Buenos Aires, A Coruña. Justo delante de donde el joven Samuel Luiz perdió la vida tras recibir una brutal paliza. Allí se encontraban tres chicas que se habían acercado caminando despacio y portando una rosa. Esa era su última parada del lunes antes de dirigirse a la praza de María Pita para participar en la concentración en repulsa de unos actos que fueron condenados en las principales ciudades del país.
Tras inclinarse y colocar en la ofrenda floral una fotografía plastificada, con especial mimo y cuidado para que el celo se fijase bien sobre la acera mojada, depositaron las flores y guardaron un particular momento de silencio. Era imposible no advertir que dos de ellas arropaban a la del medio. Para ella la pérdida era especialmente dura, conocía a Samuel desde hacía 6 años.
“Me dijeron ‘no te asustes, pero la noticia es por tu… por Samuel’. No me lo creí al principio”, explicó Sara Fernández para El HuffPost, de la llamada que recibió cuando la información del fallecimiento de Luiz comenzaba a extenderse. Se encontraba en el coche de camino a su pueblo, pero esa noche se trasladó al tanatorio. Allí le contaron todo lo que sucedió aquella madrugada, “la versión de verdad”, apuntó.
“Obviamente fue una agresión homófoba que no tiene perdón”, detalló la joven gallega, a la que ya habían advertido con un “escuches lo que escuches, esta es la versión verídica”. Ellas ya estaban más que preparadas para los comentarios que tratarían de desacreditar los argumentos esgrimidos por las amigas que acompañaban a Samuel durante el suceso.
“Si hubiese sido un chico hetero no se le hubieran encarado así“, dijo Bea apoyando a Sara, para que ésta afirmase con un rotundo “efectivamente”. Tan rotundo como la explicación que dio de por qué estaría en la concentración de María Pita. “Vamos a visibilizar que esto no puede seguir pasando y que hay que acabar con esto”, sentenció.
“Era una persona increíble, super alegre y dulce, cariñoso… no tenía maldad ninguna y siempre estaba ahí cuando tenías un problema”, describió Fernández en una lista de halagos, cortada por momentos por la dureza del recuerdo y de su ausencia.
La reivindicación
Las tres jóvenes se pronunciaron sobre lo que, afirmaron, es un auténtico problema en España. “Necesitamos una juventud que reivindique esto, ¡estamos sentados en los sofás y no hacemos nada!”, exclamó Paula, la otra joven que acompañaba a Fernández. Las tres presentaron sus demandas sobre el mismo suelo en el que perdió la vida Samuel, indicando lo que quieren que ocurra tras esta suerte de gota que colma el vaso. De hecho, pusieron el foco en las otras pequeñas gotas. “Que no vuelva admitirse un chiste homófobo, aunque sea tu madre o tu hermano. No es una broma, no podemos pasar ni una más a nadie”, señaló Bea.
“Siempre pensamos que es una cosa lejana hasta que te toca realmente de cerca”, reflexionó Sara, anotando que hay que pararle los pies a “esta gente”. En ese momento, se miraron como cortándose, pero el apoyo en su mirada las devolvió a la explicación de quién es esa gente. “La gente se siente respaldada por estos partidos políticos que incitan al odio”, concretó para que al momento Bea fuese más minuciosa. “Vox, obviamente”, apuntó.
“Siempre lo hubo y siempre lo habrá [la homofobia], pero ahora lo hacen con una tranquilidad increíble porque se sienten representados, se sienten identificados con este grupo”, añadió Bea, para que Sara explicase que “vamos para atrás en vez de evolucionar”.