Una amiga de la madre de Getafe: "No es un Bretón. No hay venganza"
Pide respeto para el fallecido
El entorno de la madre de los niños asesinados en Getafe el pasado martes a manos de su padre, que después se suicidó arrojándose a las vías del tren, ha afirmado que no es un caso de violencia de género y ha pedido respeto para el fallecido: "No es un caso Bretón, no hay venganza", en referencia a José Bretón, que está en la cárcel desde 2013 para cumplir 40 años de prisión como autor del asesinato de sus hijos -de 6 y 2 años- en 2011.
Así lo ha señalado en declaraciones a Telemadrid, recogidas por Europa Press, una amiga de la familia, Ana Isabel Gutiérrez, que ha explicado que, en nombre de Raquel, la madre y mujer de los tres fallecidos, se pide "respeto e intimidad" en estos momentos "tan difíciles".
José Alberto G.L. ahogó supuestamente a sus hijos -Alejandro, con parálisis cerebral, de 13 años, y Marina, de 8 años-, los tendió en la cama de un dormitorio de su vivienda en Getafe y prendió fuego a la estancia antes de abandonar la casa para ir a arrojarse a las vías del tren.
Gutiérrez se ha referido a Raquel como una mujer "fuerte, capaz de mantener la calma" y ha insistido en que no es un caso de violencia de género. "No se puede equiparar al caso Bretón", ha subrayado, haciendo sobre todo referencia al perfil del supuesto parricida, que estaba "entregado a sus hijos" frente al padre de Huelva que les asesinó para hacer daño a su madre.
Según esta amiga, Raquel ha dicho que hasta que el magistrado responsable del caso no le diga lo que ha pasado, ella no va a pensar nada. "Hasta que no me diga quien me tiene que decir, que es el magistrado, lo que creen que ha ocurrido, solamente voy a hacer caso a lo que me digan cuando tenga la documentación en mi mano", dice que ha asegurado.
También "quiere tener la cabeza alejada" de cualquier "rumor que pueda existir", ha añadido esta persona cercana, que también se ha encargado de snegar que se estuvieran separando. Preguntada por esta cuestión, ha dicho que todos los matrimonios "pasan por momentos difíciles o de crisis" pero que "no había discusión, tipo de pelea, ni un roce" que pudiera suponer esto.
"Él se dedicaba a los niños, igual que ella, no es una venganza", ha recalcado, para recordar que cualquiera que haya conocido toda su trayectoria lo saben: desde que se conoció la pareja y se casaron hace 17 años, él "era un gran padre" que "se vuelca" con ellos.
Asimismo, ha indicado que no encontraron nunca ningún "signo" que pudiera hacer pensar que podría existir está reacción que ha tenido el padre. También ha aclarado que no recibía tratamiento sino apoyo psicológico en el contexto de tener un hijo con una discapacidad.