El primer ministro de la provincia india de Punjab, Bhagwant Mann, quiso demostrar que el río sagrado Kali Bein, cuyas aguas son famosas por lo contaminadas que están, en realidad está limpísimo.
Y para ello no se le ocurrió nada mejor que agarrar un vaso, introducirlo en el agua del riachuelo y meterle un buen trago.
Ideaca.
Punjab Chief Minister openly drinks a glass of polluted water from a ‘holy river’ to prove that water is clean. Now admitted to hospital. pic.twitter.com/MH1OLwUlUw
Para los que saben inglés, seguramente ya sabrán dónde acabó el dirigente político indio tras leer el tuit que precede a estas líneas.
Efectivamente, en el hospital.
Según informan medios locales, el bueno de Mann fue ingresado en un centro hospitalario de Dehli, al que fue trasladado en avión con fuertes dolores estomacales y una infección.
Lo que indican estos medios es que la oficina de Mann ha querido ocultar este hecho llegando a asegurar que se encontraba perfectamente y que tenía un día repleto de reuniones programadas.