El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, fue pillado este miércoles criticando las medidas tomadas en Madrid contra el coronavirus y aventurando lo que, según él, va a ocurrir en dos o tres semanas.
“A los doce días de Semana Santa, tendremos un pico, sobre todo en Madrid”, dijo Revilla, que fue muy claro con lo que va a ocurrir en la capital: “Madrid va a ser una bomba dentro de quince o veinte días”.
El presidente cántabro describió que en la región no se están cumpliendo las medidas. “Ni tercio ni nada”, dijo el político cántabro. “Los interiores están llenos, abarrotados”, añadió.
Una persona del corrillo en el que se encontraba Revilla le dijo que fue a cenar a la calle Ponzano y que eso parecía una manifestación, tal y como informa laSexta. “La mitad no llevaban mascarilla”, describió.
Además, el político indicó que Cantabria está siendo una de las zonas con menos incidencia y muertos durante la pandemia, mientras que hay otras autonomías que lo han sufrido más. Según él y tal y como ha recogido 20 Minutos, se debe a que no aplican el protocolo de forma estricta, tal y como ellos hacen.
Familiares de un fallecido por Covid. en el tanatorio Mémora de Girona, el 29 de noviembre de 2020.
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El cuerpo de un anciano víctima del coronavirus, descansa tapado con una sábana sobre una cama en un centro de mayores en Barcelona, el 13 de noviembre de 2020.
Emilio Morenatti / ASSOCIATED PRESS
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Una persona duerme en una cama a unos pocos pasos de un cadáver, envuelto en bolsas protectoras y tendido en el piso de un centro de mayores, en Barcelona, el 19 de noviembre de 2020.
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Con trajes de protección para evitar infecciones, dos trabajadores de una funeraria preparan el cuerpo de un anciano fallecido por COVID-19 antes de retirarlo de un centro de mayores, en Barcelona, el 13 de noviembre de 2020.
Emilio Morenatti / ASSOCIATED PRESS
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El cuerpo de una persona muerta por Covid, cubierta en su cama de un asilo de Barcelona, el 13 de noviembre de 2020.
Emilio Morenatti / ASSOCIATED PRESS
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Con trajes de protección para evitar contagios, empleados funerarios sacan el cuerpo de una persona mayor fallecida a causa del coronavirus tras retirarlo de una residencia de ancianos, en Barcelona, el 13 de noviembre de 2020.
Emilio Morenatti / ASSOCIATED PRESS
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Dos empleados de una funeraria retiran el cuerpo de una víctima de COVID-19 de una residencia de ancianos, en Barcelona, el 19 de noviembre de 2020.
Emilio Morenatti / ASSOCIATED PRESS
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Empleados de una funeraria trasladan el cuerpo de un anciano fallecido por coronavirus en una camilla tras retirarlo de una residencia de mayores, en Barcelona, el 13 de noviembre de 2020.
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Marina Gómez, empleada de una funeraria, maneja el cadávez de una víctima del coronavirus en la morgue de su empresa, Mémora, en Barcelona, el 16 de noviembre de 2020.
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Una empleada de funeraria, tratando un cuerpo, el 17 de noviembre de 2020 en Barcelona.
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Un trabajador de una funeraria prepara un féretro de una víctima del COVID-19 antes de su incineración, en un tanatorio de la empresa Mémora, en Girona, el 19 de noviembre de 2020.
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Un empleado del crematorio recoge las cenizas de un fallecido por covid en el tatatorio de Mémora, Girona.
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Familiares de un fallecido por Covid. en el tanatorio Mémora de Girona, el 29 de noviembre de 2020.
Emilio Morenatti / ASSOCIATED PRESS