Un famoso restaurante indigna con su respuesta a un cliente cuyo padre acababa de morir
El comensal quiso cambiar su reserva.
El Fordwich Arms, que fue nombrado en 2018 como Restaurante del Año en Inglaterra y recibió una estrella Michelin 10 meses después de abrir, ha indignado al mundo por la reacción que tuvo con un cliente cuyo padre acababa de morir.
El hombre, llamado Martin O’Grady, ha contado el caso en Facebook y de ahí ha saltado a algunos de los principales diarios de Reino Unido, como The Guardian.
El cliente explica que pagó una reserva de casi 800 euros para que tanto él como cinco amigos celebrasen un cumpleaños en la víspera de Año Nuevo en el restaurante. Pero cuatro días antes de la cita el padre de Martin O’Grady sufrió un accidente en el extranjero y poco después falleció.
Así que un amigo del hombre llamó al local de inmediato para informar de lo sucedido y pedir un aplazamiento de la reserva. “Recibió un recital sin sentido sobre los términos y condiciones y que nuestra fecha de la cena tampoco podía ser reembolsado ni cambiado a una fecha posterior”, denuncia el hombre.
“No buscábamos un reembolso. Simplemente solicitábamos un gesto de buena voluntad para permitirnos cambiar nuestra reserva a una fecha posterior una vez tuviese la oportunidad de regresar al Reino Unido”, añade.
El restaurante ha afirmado en The Guardian que necesitan cobrar por las reservas para poder proteger su negocio. También dicen que intentaron ocupar la mesa que iba a quedar libre para dar así la opción de cambio de fecha y que sí ofrecieron la opción de eliminar a dos personas de la reserva -el hijo de la víctima y su pareja- y usar el dinero de la fianza como parte de la cuenta de bebidas del resto.
“No hay nada de malo en pagar por adelantado su cena cuando reserva su mesa, de la misma manera que pagaría un asiento en el teatro”, afirma un experto a ese mismo diario.
No obstante, esa misma fuente subraya: “La mayoría de los chefs y restauradores con los que hablo que requieren algún tipo de pago por adelantado dicen que renunciarían a una tarifa de cancelación en caso de una tragedia personal”.