El pasado miércoles el responsable sanitario avanzó que, “si todo va bien”, las primeras dosis de la vacuna contra el coronavirus de la farmacéutica británica AstraZeneca, que están desarrollando investigadores de la Universidad de Oxford, llegarán a España a finales de año.
“Nos estamos ilusionando mucho. Ayer leí una entrevista de un investigador de la vacuna de Oxford, que es la que se supone que vamos a tener aquí, que dice que se daría con un canto en los dientes si nos estamos vacunando a finales de 2021, así que yo prefiero hacerle caso a él a lo que digan responsables políticos”, ha zanjado Ares.
“Hay cosas que no podemos atajar y el tiempo que lleva ver si no hace daño y funciona es más de dos o tres meses. El tiempo mínimo que tenemos que probar una vacuna para saber que no estamos envenenando a la gente es del orden de un año”, ha añadido.
Mi intervención hoy en El Programa del Verano @telecincoes. Si se me nota algo cabreado y usando lenguaje más contundente de lo q debiera (nunca debí usar las palabras del titular), es porq tuve la mala idea de escuchar el debate anterior de tertulianos. https://t.co/gcMYBLDDht
Ares ha asegurado que afirmar que se va a tener una vacuna probada, funcionando y de garantías en 2020 es “hacerse el cuento de la lechera”. “Que parece que somos profesionales en España en hacernos trampas al solitario”, ha afirmado.
El experto, que sí que ha señalado que se tendrá que vacunar toda la población, ha reiterado que en cosa de dos meses no va a estar: “Hay que ser rigurosos, explicarlo bien y no hacer cuentos de la lechera. La población no es tonta y no necesita que la engañen, somos todos adultos”.
“Nos toca ser pacientes, esperar un poco más y darnos cuenta que no va a haber soluciones mágicas, tenemos que trabajar para bajar la incidencia, atender a los enfermos y vivir con esto mínimo un año más. Cuando llegue la vacuna llegará, pero no va a ser un remedio mágico que nos vaya a sacar las castañas del fuego de aquí a dos o tres meses”, ha rematado.
Valery Giscard d'Estaing, presidente de Francia entre 1974 y 1981, falleció por complicaciones derivadas por el covid en su casa de Loire-et-Cher, a los 94 años.