Un estudiante egipcio de la Universidad de Granada, detenido y torturado en su país
Dentro de la dinámica de represión contra activistas de Al Sisi, ahora le toca a este joven, interrogado por una serie de noticias compartidas en Facebook
La Fiscalía de Egipto ha enviado a prisión preventiva durante 15 días a un activista e investigador afiliado a la ONG Iniciativa Egipcia para los Derechos Personales (EIPR), que fue arrestado el viernes a su llegada al Aeropuerto de El Cairo por presunta divulgación de noticias falsas.
Una fuente de seguridad confirmó a Efe que la Fiscalía ha aplicado a Zaki 15 días de prisión preventiva mientras lleva a cabo las pertinentes investigaciones, sin ofrecer más detalles. Zaki es actualmente estudiante del Máster Erasmus Mundus GEMMA de la Universidad de Granada, un campus donde ya se están llevando a cabo movilizaciones para reclamar su liberación.
EIPR, organización que también ha proporcionado un abogado al investigador, confirmó este domingo a Efe a través de un portavoz que Patrick George Zaki permaneció desaparecido durante 24 horas tras su detención en el aeródromo y finalmente compareció ante un fiscal de Mansura (norte) el sábado.
De acuerdo con el EIPR, Zaki denunció el sábado ante el fiscal que durante su detención fue sometido a “interrogatorios, torturas y descargas eléctricas”.
La fuente precisó que el activista, que llegó a la capital egipcia procedente de Italia, donde cursa estudios mientras disfrutaba de un permiso con la ONG, ha quedado bajo prisión preventiva durante 15 días en su natal Mansura.
Durante la comparecencia, Zaki fue interrogado sobre una serie de noticias compartidas en su cuenta de Facebook y el fiscal le leyó un pliego de cargos, similares a los que se enfrentan otros activistas, según la fuente.
Entre ellos figuran la “publicación de rumores o noticias falsas con el objetivo de perturbar la paz social”, “incitación a las protestas sin permiso de las autoridades”, “llamar a derrocar al Estado”, “manejar una cuenta en redes sociales con el fin de debilitar el orden” e “Incitar a cometer violencia y crímenes terroristas”.
Represión sin fin
El pasado septiembre, como represalia tras unas poco concurridas pero significativas protestas contra el presidente del país, Abdelfatah al Sisi, las autoridades lanzaron una campaña de arrestos contra miles de personas, entre ellas activistas, periodistas y abogados de derechos humanos.
Un mes después el Centro Egipcio de Derechos Económicos y Sociales (ECRF, por sus siglas en inglés) indicó que más de 4.300 personas habían sido arrestadas y 3.700 acusadas formalmente por la Fiscalía.
Los cargos contra ellos fueron en su mayor parte por “ayudar a conseguir los objetivos de grupo terrorista”, protesta ilegal, mal uso de internet y redes sociales y difusión de noticias falsas.
“La detención arbitraria y tortura de Patrick Zaki (...) es solo un ejemplo más de la arraigada represión ejercida por el Estado contra supuestos opositores y personas que defienden los derechos humanos, que alcanza cotas más osadas cada día que pasa”, ha denunciado Amnistía Internacional. Tanto AI como la Universidad de Granada exige “la puesta inmediata en libertad” del joven estudiante.
El caso de Zaki ha provocado que los medios de comunicación recuerden el asesinato del joven investigador italiano, Giulio Regeni, que fue secuestrado hace cuatro años en El Cairo y días después apareció muerto en una cuneta con señales en el cuerpo de haber sido brutalmente torturado.
Aunque el caso sigue sin resolverse, la fiscalía italiana consideró hace dos años, tras una investigación, que cinco miembros de la policía y la seguridad nacional egipcios habían participado en la desaparición y muerte del joven estudiante de la ciudad de Bolonia, que llevaba a cabo una trabajo de campo sobre los movimientos obreros en Egipto.