Un equipo logra eliminar una enfermedad hereditaria en embriones
Abre infinitas posibilidades al tratamiento futuro de enfermedades como el cáncer.
La ciencia está más cerca de "eliminar" las enfermedades gracias a la edición genética. Este miércoles se ha anunciado que un grupo internacional de científicos ha logrado corregir con éxito, por primera vez, una enfermedad hereditaria en embriones humanos. La clave está en la técnica CRISPR de edición genética, según ha publicado este miércoles la revista Nature.
Los investigadores, de Estados Unidos, Corea del Sur y China, se han centrado en la miocardiopatía hipertrófica, una enfermedad del corazón que provoca la muerte súbita en bebés, niños y deportistas. Este equipo halló que la principal causa de esta dolencia es una replicación errónea del gen MYBPC3, así que han utilizado la técnica de corta-pega genético para eliminarla. Directamente.
El avance aporta una nueva vía, más segura y eficaz que otras anteriores, para editar el ADN en la línea germinal humana (óvulos, esperma y embriones en sus etapas iniciales), por lo que las modificaciones se transmiten a las siguientes generaciones.
Este logro, pues, rompe definitivamente con la idea de que los seres humanos están sometidos a las leyes de la herencia genética, pues los genes que se transmiten de generación en generación pueden, como se acaba de comprobar, ser modificados o eliminados.
ELIMINAR (O CASI) LA LOTERÍA GENÉTICA
Para sus experimentos, los científicos han trabajado in vitro con 142 embriones humanos en estados iniciales de desarrollo (oocito, blastocisto) y nunca los llegaron a implantar. En concreto, emplearon inicialmente 167 óvulos donados por mujeres sanas, de los cuales consiguieron fertilizar los 142 con el esperma de un solo donante: un hombre portador de una mutación heterocigótica en el gen MYBPC3, es decir, con una copia mutada dominante y otra correcta. De esta forma, sin ninguna intervención, se esperaría que un 50% de los ovocitos fecundados estuvieran libres de la mutación.
Pero cuando a una parte de los embriones se les aplicó la técnica CRISPR Cas9 ese porcentaje se elevó significativamente. Se logró cortar la secuencia del gen mutante y se observó cómo los embriones humanos eran capaces de reparar el ADN de modo correcto. En la mayoría de los casos, los embriones "aprendieron" a repararse utilizando la copia no mutada del gen.
De esa forma, se consiguió que más de dos tercios de los embriones objetivo contuvieran las dos copias correctas del gen. La tecnología CRISPR con su enzima Cas9 seccionó el ADN en la posición correcta en todos los embriones testados en esta parte del experimento, donde 42 de los 58 (un 72,4%) embriones analizados no llevaban la mutación de la cardiomiopatía hipertrófica. En otras palabras, la técnica incrementa la probabilidad de heredar el gen correcto desde el 50% al 72,4%.
¿QUÉ HAY DE LAS MUTACIONES?
Varios grupos de científicos chinos ya habían utilizado la técnica CRISPE para tratar enfermedades en embriones humanos, pero se habían enfrentado al mosaicismo o a mutaciones inesperadas. La clave, al parecer, está en el momento en que se fertiliza el oocito.
"La principal contribución de nuestro estudio ha sido desarrollar una estrategia para evitar el mosaicismo y hacer que los efectos fuera del objetivo marcado sean despreciables, gracias a la inyección conjunta del esperma y los componentes de edición genética (en oocitos no fecundados en la denominada fase M)", ha destacado el español Juan Carlos Izpisúa, que pertenece a uno de los equipos que han llevado a cabo el estudio.
Según los autores, el trabajo indica que este tipo de edición genética en embriones humanos es efectivo y muy preciso, brindando ciertas garantías con respecto a las preocupaciones que existen sobre su seguridad. Además, no detectaron mutaciones no previstas.
PRUDENCIA Y POSIBILIDADES
Por tanto, este enfoque se podría aplicar potencialmente –junto a otras técnicas como la DGP–, para corregir las miles de alteraciones genéticas que afectan a millones de personas en todo el mundo, sin transmitirlas a sus descendientes. Desde algunos tipos de cáncer a decenas de miles de enfermedades raras.
Los autores de la investigación, sin embargo, son prudentes: "Todavía quedan muchas cuestiones por resolver antes de su aplicación clínica, como saber si se puede usar la misma técnica para otras mutaciones". También señalan que se necesita "más investigación básica de este tipo para recoger toda la información que nos ayude a tomar decisiones sobre cómo aplicar la tecnología".
Además, necesitarán "revisar otras mutaciones para confirmar la alta eficiencia y seguridad de la técnica", han insistido.